Eclipse entre dos

1- Despertar

Mi profesor de química avanzada solía decirme "si pretendes imponer tu voluntad al mundo, primero debes controlar tu capacidad de creer" y la verdad, razón no le faltaba. A pesar de ser un tipo bastante rígido y algo desastrado sabía muy bien como de lejos podíamos llegar todos sus alumnos y sabía llevar la vida de una forma que permitía disfrutarla a su forma. En su vida como alumno nunca había sido muy iluminado con los estudios y le fallaba la concentración muy a menudo, tampoco era un ligón ni un casanova con las chicas pero, algo cambio en él, algo le hizo ser más alegre, más activo, sabía lo que quería y como conseguirlo. Hasta donde yo me sé, él siempre habia sido muy buen profesor, lo que hacia falta es cambiar la voz o al empezar la clase veria a sus alumnos durmiendo por ello, Rectifico, lo que realmente le hacia falta es una mujer. A veces solía pillar unas semanas de descanso y viajaba por el mundo, siempre decía que era por negocios pero, un soltero a los 40 años con mucho dinero ahorrado no creo que piense en otra cosa, al menos eso creía.

Estaba en esos momentos calientes y tranquilos que pasan cuando duermes plácidamente y no te acuerdas de lo que has hecho o has dejado de hacer la noche anterior, te da igual que pase afuera solo quieres que este momento no acabe, que el despertador no suene, que nadie te llame, pero, algo en mi me incomodaba. Intente abrir un ojo y toda la luz de la rejilla de la persiana de enfrente me vino de golpe y me despejo la mente de todas aquellas cálidas ideas. Todo mi cuerpo me pesaba una barbaridad, intente encontrar mis gafas pasando la mano por toda mi mesilla de noche y abriendo los cajones sin levantarme demasiado, un cigarro medio apagado, un par de monedas, un sobre abierto, etc. Encontré las gafas al lado de una lamparita de escritorio con un dibujo de Spiderman, un regalo de cuando se celebró mi bar mitzvah, pero aun no tenía ni idea de donde me encontraba. Note algo muy pesado en mi pecho que me dificultaba la respiración más de lo normal, en cuanto levanté la cabeza me dí cuenta de que era mi gato Fluffy, un gato de gran carácter, gordo, blanco con una mancha naranja en la cola y en el tobillo izquierdo .Me enderecé como pude poniéndome la mano en la cabeza sin molestar mucho al gato - Maldito dormilón, no podía casi respirar...- sentía que se me iba a tumbar en cualquier momento, y en cuanto la ropa sé que llevaba mi albornoz de rayas azules y marrones medio roto con mi nombre cosido en uno de los bolsillos izquierdos "Allen Lodge" . Me levanté quitando con fuerzas al gato, seguí andando hasta encontrar la persiana al lado de un piano, un Sterling antiguo la herencia de mi abuelo. se veían muchas partículas de polvo y humo mezclados en el aire y en las superficies, al encontrar la cuerda de la cortina tire de ella. La luz y el crujido de la persiana me despertaron al momento, pero no era una luz cálida pues era ya en invierno, de pronto me vino la idea de donde estaba pero aún estaba algo aturdido. Miré por la ventana, mi vista estaba difuminada por la nieve y el hielo que había en la ventana pero pude ver algunos edificios al fondo, algunos pocos árboles y la luz naranja rojiza que dejaba el atardecer. Miré hacia abajo, una publicidad de un restaurante chino me aclaro la idea de donde me hallaba.

New York, en el 6 piso en un edificio de Park Ave, para mí era el paraíso, algo sucio pero cómodo. Tenía una tremenda resaca y me estaba volviendo loco con todos los sonidos procedentes de afuera, coches, taxis, gritos, pitidos, y el gran barullo que hacia la gente al hablar. miré a mí alrededor, todo estaba desordenado con cajas de pizzas al lado de la puerta, una bombilla casi fundida iluminaba trozo de cuarto y poco más. Era el típico piso donde todos los cuartos estaban unidos, primero al pasar la puerta a la derecha estaba la cocina, estaba bien, no habían ratas ni cucarachas asique era aceptable, no media más de 4 metros de largo y 2 y algo de ancho. Luego un pasillo que llevaba al salón donde estaba un sofá medio roto bastante feo, pero que a él le gustaba, era casi lo único que le había dado su padre, una la mini tv por radio en frente y atrás una mesita donde había un portátil y un cenicero. Siguiendo el pasillo a mano derecha estaba un dormitorio pequeño pintado de un color bastante apagado, había una cama, su mesilla, un montón de libros en una torre al lado de unas zapatillas de ir por casa y un armario pequeño suficiente para guardar toda su ropa. Y por último a la izquierda un pequeño cuartito donde tenía el cuarto de baño, era el único cuarto con una puerta que no estaba descolgada o dañada. A pesar de ser un buen piso dentro de lo que cabe, no le costaba mucho el alquiler ya que su anterior dueño se había quitado la vida y la de su familia, por ello resultaba tan económico y su trabajo como pizzero y florista a media jornada no le daba para mucho más, también daba clases de piano a niños por muy poco pero le entusiasmaba ver tocar sus partituras de aprendizaje.

Intentaba recordar que hizo ayer porque le dolía la cabeza y le pesaba el cuerpo más de lo normal, y en cuanto donde se fue, solo recordaba que uno de sus colegas, John, le dijo que iban a ir de cervezas y que fuera o iba a ser un viejo tacaño aburrido (¿viejo? Si solo tengo 29...) recordó algunas imágenes del pub donde estaban, con quien fue y también que se metieron en una pelea porque su amigo le había pegado a uno que había hablado mal a su novia (ya decía yo que el brazo me dolía demasiado...).El sonido del tono del móvil me desveló de mis pensamientos pero no sabía en qué lugar y la cabeza le estallo al escucharlo, busque por la cocina, el salón, debajo del sofá, entre las cajas de pizza, en el piano... busqué como 2 minutos pero la llamada hacia medio minuto que se había terminado. Al fin lo encontré debajo de la tripa de Fluffy, ni idea de cómo había llegado hasta ahí, tenía poca batería. Miro las llamadas y se fijó en que le había llamado un número desconocido, lo volvió a marcar esperando que no fuera el tipo de ayer pero la voz que sonó le era familiar... (¿Hola? Hijo, estas ahí?)

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