Estarás bien.

Despiértame ¿tal vez?

El día estaba nublado y demasiado frío para mi gusto. Sentía una soledad inexplicable, si, hoy no había visto ni un alma caminando como es de costumbre, pero no me refería a eso, era algo más profundo que dejar de ver personas, no las sentía, es como si ni pudiera decir que estaban dentro de sus casas durmiendo, era como sí nadie estuviera en toda la calle, excepto yo. Ignoré aquel hecho y me centré en uno nuevo, ningún lugar que había pasado ya se me hacia conocido, mi buena memoria no podía fallarme, pero por sí las dudas, caminé un poco más.
Mientras más avanzaba menos lugares reconocía, esa no era la casa que se suponía debía estar en la esquina ¿ y aquella no era acaso de otro color?
Me detuve y mire a mi al rededor, estaba seguro que el camión me bajó en la calle de siempre, puede que me haya equivocado, así que decidí caminar de regreso, por suerte no había caminado más de cinco minutos pero... ya había escuchado más de tres canciones en mi mp3 y no había llegado a ningún lado, las casas seguían siendo las mismas desconocidas, nunca se acababan.
Entonces comprendí así de fácil que no iba a llegar a ningún lugar por más que caminará de regreso, aunque eso no me impidió correr todo lo que mis piernas me permitieron, y en efecto, no llegué a ningún lado, no aparecía la parada del camión.
Me di la media vuelta, con el mismo día nublado y clima frío caminé de regreso a la soledad.
No me animaba a entrar a ninguna casa a tocar siquiera la puerta, hasta que hallé, en una esquina un lugar que reconocí, o algo así.
Recuerdo haber visto esa casa antes, sólo que en mi memoria estaba más vieja, descuidada, sin pintura y en venta desde hace años.
Pero lo que yo veía era una casa casi casi, se podría decir, recién salida del horno, claro, esto es en sentido figurado porque las casas no salen de hornos, lo que quiero decir es que parecía recién construida. Ya no me causaba miedo, así que caminé hasta ella sin molestarme siquiera en mirar a los lados antes de cruzar la calle, algo me decía que no pasaría ningún auto, y así fue.