Cierro la puerta, después de decirle a Key que estoy mucho mejor después de haber salido de compras con él, pues he llegado a casa con muchas bolsas de zapatos y ropa nueva, toda me la compró él, al recordarlo sonrío un poco de medio lado. Aviento todas las bolsas y cajas sobre la cama, miro hacía el tocador y ahí está una foto mía sonriendo abrazado a él, la tomo entre mis manos, cae una gota contra el cristal, y dejo caer con todas mis fuerzas la fotografía al piso; sé que ese momento nunca debió pasar, era un error, y por ello no volverá a pasar.
Abrí la puerta del baño, esta vez decidido a hacerlo. Mi regadera era blanca, de esas que salen en las revistas de famosos, siempre he tenido esa impresión. Abro la regadera con pereza, y dejo que se comience a llenar la bañera, veo como el agua cae, pues será la última vez. Comienzo a verter aquellas esencias para el baño que tanto me gustan, esas que huelen a flores y perfuman tan bien la piel, que no es necesario ponerte perfume (fue un regalo de Key en mi cumpleaños número veinte); Vierto todo el frasco, pues estoy seguro de que no lo volveré a necesitar. Mi vida ya no sirve en absoluto, pues ya no me queda nada, Sé que Key llorara mucho, pero no puedo más. Llevo dos semanas llorando, hundido en la soledad de mi casa, pues aquello y aquellos en los que creía ya no están más. Me siento en la orilla de la bañera para seguir contemplando como se llena de poco a poco la bañera, y esas palabras vuelven a mi...
-¡Eres un maldito hijo de puta! ¡¿Cómo pudiste ser el amante de mi marido?!...
Inevitablemente comienzo a llorar otra vez pues esas palabras me dieron en lo más profundo de mí ser y a pesar de que hayan pasado ya dos semanas de eso no lo pude superar. Posiblemente si sólo hubiera sido una desilusión amorosa lo hubiera dejado pasar, pero lo que ese cabrón me hizo no tiene perdón. Una lágrima cayó por mi mejilla mientras esta caía en la bañera. Después viene a mi algo que inevitablemente me hace romper en llanto: ¡¿Que carajos le hice al mundo para que me trate así, tan mala persona soy?! ¡¿Por qué en la misma semana perdí a mis padres?!
En esos momentos me encontraba descalzo, y sólo tenía puesto un viejo blusón color gris que me gustaba mucho. Me miro en el espejo del baño: mi mediano cabello rubio se encontraba suelto, una estúpida sonrisa se cuela por las comisuras de mis labios ¨él me decía que adoraba mi cabello...¨ Las lágrimas vuelve a brotar de mis ojos y abro el pequeño cajón que se encuentra detrás del espejo. Saco las pastillas para dormir, esas que me recetó el doctor hace dos semanas. Vacío más de quince sobre mi mano; tomo el control del estéreo y pongo esa canción que tanto me gusta: sleepless night.
Cierro el grifo del agua, introduzco un pie, luego el otro, y vuelvo a comenzar a llorar más fuerte. Es aquí donde la razón me comenzaba a gritar alarmada ¡No lo hagas Taemin, carajo, tu carrera de escritor se va ir al carajo y apenas estas comenzando! Pero hay veces que la racionalidad se va al diablo cuando una persona pasa por algo muy fuerte y no es capaz de encontrar consuelo en los demás.
Me tomo las pastillas, y dejo que mi cuerpo se hunda en el agua, disfruto de la sensación de agua cálida en mi cuerpo, pues será la última vez.
No escucho, no veo, no soy capaz de hablar...ya no siento. Todo se encuentra absolutamente negro. De repente percibo delante de mí una luz blanca, resplandeciente como un reflector en un teatro en una de esas pasarelas las cuales Key adora ver...comienzo a sentir mi cuerpo, y mis piernas toman control de mí, y sin ser consiente empiezo a caminar hacia esa luz. De repente, siento un tirón en una de mis muñecas, lo cual me hace perder el equilibrio y caer, increíblemente, en esa pequeña caída, quedo inconsciente.
Despierto y noto que me encuentro en el interior de una casa. Estoy acostado en una alfombra color rojo vino, la cual es agradable al tacto; el resto del piso de la casa es de madera color obscura, al menos lo que alcanzaba a ver. Hay tres sillones acomodados de color verde obscuro alrededor de una pequeña mesita central de cristal. La chimenea esta prendida, y alcanzo a percibir su calor. Me incorporo y noto algo muy extraño: en mi mano izquierda, hay un brazalete de color amarillo. Hago mil y un intentos por quitármelo pero al parecer esta adherido a mí. Al no poder separar este extraño brazalete de mi muñeca, decido empezar a caminar por aquel extraño lugar; Los pasillos son hermosos, altos y de un color azul claro, al parecer es una casa muy grande o una mansión. Paso frente a un ventanal, y solo se ven amplios jardines, llenos de flores, se ve un lago y a la orilla de este muchos tulipanes de color rojo y amarillo. Llego a una habitación y es aquí donde mi sorpresa aumentó: la cama estaba desecha, eso quiere decir que alguien más está aquí. Comienzo a correr por todos los pasillos a ver si de casualidad encontraba a esa persona, estaba totalmente lleno de dudas: ¿se supone que me quite la vida, dónde estoy?
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ROUGE
FanfictionUn joven escritor que sólo desea desaparecer tras una fuerte desilusión amorosa toma una medida muy drástica tras no poder superarlo. ¿Realmente será su salida a borrar su dolor? o ¿conocerá a alguien que lo haga cambiar de parecer? ¿podrá amar de v...