—Kimiko, Kimiko, Kimiko, Kimiko, Kimiko, Kimiko, Kimiko, Kimiko, Kimiko... —y así seguía repitiendo Mio caminando un paso detrás de la nombrada.
La criatura acuática trataba de evitar lo más posible a Mio, pues sabía que tenía planeado para ella un muy resumido e incómodo interrogatorio que la molestaría.
— ¿Llegué en el mejor momento?
Mio apareció súbitamente frente a Sesshomaru, que estaba recargado en el tronco del árbol donde Rin y Kimiko estaban profundamente dormidas. El demonio le dirigió una mirada rápida y la aparto al instante de la demonio-zorro, que observo alternadamente a los rostros de los tres.
El atardecer tranquilo estaba acompañado de un viento sereno que arremolinaba los finos cabellos de los demonios y de la humana presentes. El cabello y las vestimentas de Mio, junto con los colores que resaltaban de Kimiko, brillaban ante aquella visión por su profundidad.
—Pero sí parecen una familia... —murmuro delicadamente y Sesshomaru le observo gélidamente. Mio sonrió— ¿Meditaste lo que te dije? Recuerda: si Kimiko es importante para ti, dejará de pensar de que es un estorbo... ella piensa eso desde que la conocí... por favor, cuídala.
Mio se agacho frente a Kimiko y apartó algunos mechones de cabello de su rostro, mostrando los pómulos altos y su respingada nariz que resaltaban mientras sus ojos no tenían la atención.
Aquel pedido sorprendió al demonio, quien lo demostró diminutamente, porque no había considerado seriamente las palabras de Mio que al principio sonaban sin importancia alguna, pero reconoció que no era así. En muestra de afirmación, Sesshomaru asintió levemente antes de que ocurriera algo que no había previsto.
— ¿Sigues buscándolo?
Kimiko despertó de golpe y miro a Mio perpleja. Observo su alrededor, miro a Sesshomaru y luego a Rin, que milagrosamente continuaba dormida abrazada a la estola del demonio, seguidamente a su kimono y después miro a su amiga con seriedad.
—No vuelvas a mencionar..., Mio—pidió con voz débil. Sesshomaru mostro perplejidad.
—Ese era el recuerdo que más te atormentaba ¿no? —pregunto Mio compasiva.
—Estoy segura de que puede haber una posibilidad de que siga con vida—murmuro Kimiko y se acomodó su kimono con los ojos cerrados.
— ¿Seguirás buscándolo? —cuestiono Mio con seriedad.
Kimiko se puso de pie y se marchó lentamente, con la cabeza gacha y los pensamientos más calmados que antes de que ella duerma, sorpresivamente, por segunda vez en décadas. Mio tomo en brazos a Rin, mientras Sesshomaru se levantaba y seguía el paso a la joven de melena turquesa.
—Jonouchi es la razón por la que ella viajaba. No viajaba por protección, sino porque tiene la esperanza de que aun este vivo. —explicó Mio cargando a Rin, mientras que Sesshomaru se detenía para escucharla— La noche que atacaron a su especie, Jonouchi no estaba en su aldea... ella me contó eso una vez que la encontré llorando.
Al día siguiente, ese tema estaba siendo ignorado como si nunca hubiera ocurrido, y Mio perseguía a todas partes a Kimiko como una sombra parlante que no iba a dejar de hablar nunca.
—...Kimiko, Kimiko, Kimiko, Kimiko, Kimiko, Kimiko, Kimiko, Kimiko—continuaba la demonio-zorro, hasta que la nombrada se cansó.
La criatura acuática suspiro y volteo a ver al rostro travieso de su amiga.
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DEMONIO ﹙ sesshomaru. ﹚
FanfictionYōkai : 妖怪 ⠀¹ monstruo o ser sobrenatural, generalmente ⠀⠀más poderosos que los seres humanos. ⠀² sus relatos comienzan como historias de amor, ⠀⠀pero a veces acaban en tragedia. En estas circunstancias, Kimiko era consciente de que su destino era...