Prólogo

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  Hace mucho tiempo, un brujo creó cientos de plumas mágicas, y repartió una a cada escritor que había en la tierra. Con las plumas solo se podía escribir la verdad, por lo que si escribías algo de tu propia invención, esto cobraba vida. Por eso, en aquel entonces, la Tierra era un mundo habitado por criaturas maravillosas, aunque había algunas no tan maravillosas. Fue esa la razón por la que se prohibieron las plumas, y se mandó que se quemaran todas. Pero había algunas personas que solo hacían el bien con las plumas y no querían destruirlas. Por eso, las escondieron. Pasaron los años y las plumas que sobrevivieron a la Recolecta pasaron de padres a hijos a lo largo de muchas generaciones. Las demás personas olvidaron lo sucedido con el pasar de los siglos. Las criaturas fantásticas ya creadas se escondieron en bosque y montañas, donde ningún humano podría nunca encontrarlos.  

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⏰ Última actualización: Jan 15, 2017 ⏰

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