Te sientes rara, has cambiado. Piensas en quien eres, lo que quieres y no estas segura de saber cual es tu camino.
Es raro pensar esto, quien me iba ha hacer caso, solo soy una chica perdida que no encuentra su camino.
Empecé a recordar como era mi vida antes, antes de que él me cambiara.
A día de hoy me miro en el espejo y pienso que estoy rota, que no puedo sentir nada. Saco un chivato del bolsillo y lo miro. Marihuana, fiel compañera para olvidar y reírme de la vida.
Me río.
Que coño me ha pasado. -Pienso.
Antes yo no era así, era una chica normal pero las circunstancias de la vida siempre se interponen. Yo quería estudiar y estar bien con mis amigos hasta que descubrí lo que era el amor.
A partir de ese momento apareció un brillo en mis ojos y un sentimiento demasiado fuerte.
-Deja de pensar en gilipolleces. -Me susurro.
Eres auto suficiente, no puedes depender de nadie mas. Él te utilizó y el amor que le tenías se ha convertido en odio. No puedo confiar en nadie.
El amor no existe, existe la necesidad.
Si él no estuvo ahí cuando le necesitaste no esperes que otro lo vaya a hacer. Simplemente no puedo sentir nada por nadie, mi corazón esta roto y mi alma insensible. Nada consigue que mi corazón se recomponga y creeme, lo he intentado.
Tabaco, drogas, sexo...
Nada.
Solo sirven para darte cuenta de que solo evitas pensar en quien eres. Solo lo tomas para evadirte de la realidad y pensar que todo esta bien.
Pero recuerda, nadie te va a ayudar.
Me aparté del espejo y me lié el ultimo porro. Abrí la ventana de mi habitación y lo encendí.
Inspira, expira...
Todo se va a arreglar -Pensé antes de empezar a olvidar todo mientras el porro se consumía.