Capítulo 9. El tercer piso.

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P.O.V. Theo Nott.

Sentí un ligero retortijón en mi estómago, algo estaba sucediendo y tenía una ligera idea de que era, pero eso era imposible, me arriesgue y decidí abrir los ojos, no podía creer lo que veía de seguro era un sueño, un loco sueño, lo que veía solo podía ser un sueño, ante mí un montón de personas pasaban a una gran velocidad de aquí para allá, ninguna notaba siquiera nuestra existencia, luego vi como Hermione miraba fijamente un reloj de arena que daba vueltas y supe lo que pasaba.

Al fin se detuvo todo y pude observar como Hermione removía de mi cuello una cadena de oro.

– ¿Desde cuando tienes un gira tiempo?

–Desde hoy en la tarde cuando Dumbledore me encontró en un pasillo, ahora vamos tenemos un hora.

–Hermione espera –comencé a correr detrás de ella –Necesito hablar contigo.

– ¿Sucede algo? –se detuvo asustada.

–Un problemita, no pude hablar con Draco sobre... nuestra amistada, no pude.

– ¿Por qué?

–Sentía, que lo estaba traicionando al no contarte todo lo que paso, él te quería lejos de esto y yo te metí en nuestro mundo.

–Theo –Hermione tomo mi mano –Si tú no me hubieras contado nada, yo lo odiaría, te odiaría y probablemente estaría sola, deprimida y llorando en un baño, no me metiste en algo a lo que no quisiera ir, me abriste los ojos ante una verdad que habría ignorado, no tienes por qué sentir culpa alguna.

– ¿Entonces como le digo la verdad? –pregunte desesperado.

–No lo hagas, deja pistas y que el solo descubra todo.

–Sera peor.

–No lo será, es tu amigo y cuando le digas tus razones entenderá.

–Tienes razón –admití algo más tranquilo.

– ¿Seguimos? –asentí y caminamos hacia el tercer piso.

Llegamos al tercer piso algo agotados, al parecer el tiempo se agotaba y tuvimos que correr por muchos pasillos y escaleras, pero al llegar al tercer piso solo vimos una horrible estatua llena de polvo y telarañas, no entendía para que Hermione quería venir aquí pero yo cumplí con mi promesa.

–Vámonos, aquí no hay nada.

–Pensé que encontraría algo –dijo desanimada

–No sé qué buscas pero dudo que este aquí Hermione –la tome de la mano para que me siguiera.

Ella lentamente cedió y me dio su mano para que la guiara de regreso a la salida, pero apenas iba a cruzar la puerta vi a la maldita gata de Filch.

–Hermione corre –grite asustado, este era nuestro fin.

Hermione corrió con todas sus fuerzas, pero llegamos a un callejón sin salida, la puerta que había frente a nosotros no abría, estábamos atrapados.

–Es nuestro fin –dije asustado.

–No claro que no –Hermione saco su varita y se acercó decidida a la puerta –aloho mora.

La puerta se abrió y Hermione me jalo adentro de la habitación, después de escuchar la voz de Filch y la puerta cerrarse, pudimos respirar con tranquilidad.

– ¿Cómo supiste que hacer? –le pregunte.

–El libro de hechizos –me contesto con una sonrisa.

–Me hiciste caso después de todo.

–Cállate.

Pero antes de poder hacer o decir algo más, un perro de tres cabezas comenzó a ladrarnos y salimos de ahí antes de que acabara cenándonos.

P.O.V. Hermione Granger.

Al voltear encontré lo que vine a buscar el perro de tres cabezas, mire por todos lados lo más rápido que pude hasta que distinguí una trampilla bajo sus patas entonces se hizo el momento oportuno de salir de ahí ya que comenzó a acercarse a nosotros muy peligrosamente.

Corrimos por los pasillos hasta que choque con el profesor Quirrell quien parecía apurado por alejarse del campo de quidditch, pero por el golpe se retrasaría y más porque se destruyó su turbante y corrió hacia un baño, no le tomamos importancia ya que las personas comenzaban a llegar del partido y solo nos quedaban minutos para llegar al armario y aun nos faltaban varios pasillos para llegar a ese armario.

Llegamos al armario justo a tiempo y soltamos un suspiro de alivio, comencé a reír por los nervios y la emoción de casi ser atrapados.

– ¿De qué te ríes? –pregunto un muy agitado Theo.

–Fue divertido –no pude evitar volverme a reír.

–Estas locas ¿Lo sabias?

–Claro, si lo aprendí de ti.

– ¡Oye!

–Oigo.

–Eres imposible Hermione.

–No, soy Increíble, ahora salgamos de aquí antes de que alguien note que no estamos.

–Si no te conociera, diría que eres una Slytherin.

Theo se alejó feliz, pero algo en mi hizo CLICK el sombrero seleccionador había dicho «Estarás en la casa equivocada» ¿Se refería a que no debía estar en Griffyndor? ¿Entonces en dónde?

Este día no pude hacerme de más acertijo nada más porque no me lo propuse, suspire frustrada y camine hacia el gran comedor.

Estupido y loco amor (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora