El Durmiente

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~Llegó una época -como me había ocurrido antes con frecuencia- en que me encontré a mi mismo surgiendo de un estado de total inconsciencia a la primer sensación débil e indefinida de existencia.~ Las sensaciones luchan para transformarse en pensamientos, y como los sueños, escarban de su quietud sepulcral para luego revelarse como historias, como sucesos que se pausan y ocultan en diferentes tiempos y espacios, sólo descifrables bajo el influjo trasnochado, residente obsesionado de las pesadillas.
El ardor artístico de un dolor que no se siente -una magnífica pintura- el peso de la muerte que nunca ha sido vida ¿Puede morir un relato sin haber sido escrito?
Confío plenamente en que hay un valor práctico para todo esto, me explico; se me ha revelado (porque he aprendido a leer mensajes en varios códigos) que los sueños son fantasmas en crecimiento de historias que conversan con nosotros cuando somos más apacibles. Son presagios y recuerdos, pueden sentir como siente cualquier ente que está vivo y esperan, porque soportan el tiempo más que nosotros, para hablarnos al oído y construirse su esqueleto.
Teóricamente, nada más irracional que está clase de razón; pero en realidad ninguna es más fuerte para algunas personas (entiéndase que hablo solo para el que me escucha, aún si se tratara sólo de mi y los muertos que me acechan). Los sueños quedan inmóviles en el sitio que ocupan -helados-. Pareciera de pronto que son cartas escritas al vacío ¿y por qué será tan importante, por qué dependerán de la tutela de nuestros pensamientos?
Es probable que nuestra mortalidad nos haya enseñado al menos una cosa; para nosotros el tiempo se mide por acontecimientos (siempre se busca una estimación exacta) -estaciones, fechas, incluso sensaciones de alerta- y las historias requieren del orden que existe en los acontecimientos para que puedan ser relatadas y así, anadear por el mundo hasta envolver los registros de nuestra memoria colectiva -evolución de pensares-.
Somos quizá habitaciones, cámaras que los sueños visitan para formularse reales porque lo real casi siempre es ajeno de lo fomentado, casi siempre las concepciones que más valoramos son lógicamente empíricas. El orden de los acontecimientos, aunque abstracto para el entendimiento de algunos, sigue siendo orden. El mecanismo permanece influenciado por la voz del reloj en movimiento y si se presta suficiente atención es posible escucharlo.

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⏰ Última actualización: Nov 02, 2015 ⏰

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