Nightmares.

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Una noche oscura, en el medio de la nada, me desperté. Miré a los alrededores, solo había vegetación y entre esta una gran puerta que parecía bastante antigua. Me levanté y me dirigí hacia ella con un paso ligero. Intenté abrirla poco a poco, pero al ver que estaba encajada tuve que golpearla para poder echar un vistazo a lo que había dentro. Para gran sorpresa mía, solo vi unas escaleras que bajaban y que parecían no tener fondo. Comencé mi trayecto deseando ver lo que se encontraba al final de estas. Cuando llegué vi lo que parecía ser un pasadizo muy oscuro. Cogí una antorcha que había en la pared y empecé a investigar. No sé si hubiese preferido cerrar los ojos durante aquel camino, nunca había visto nada parecido a aquello: cadáveres en descomposición por las paredes, instrumentos de tortura distribuidos por todo el pasillo y charcos de sangre que notaba al hundir mi pierna en ellos.

En el final de este, lo único que encontré fueron unos pasillos interminables y tenebrosos, en los que solo se oía mi respiración y mis pasos cada vez más acelerados por los nervios que me producía el cruzarme cada vez con la misma señal pintada en la pared. Pasaban las horas y yo seguía dando vueltas sin rumbo, sin saber dónde estaba o cómo había llegado allí, cuando de repente escuche un fuerte grito parecido al de un hombre sufriendo, así que seguí este sonido que me condujo hasta un espacio abierto en el que había un pozo, pero no había rastros de la persona o de la cosa que hubiese producido ese breve alarido. De pronto vi una sombra caminar hacia mi posición desde la otra zona de la sala. Corrí hasta encontrar una esquina en la que poder esconderme y a la vez poder visualizar quien era mi perseguidor. Asomé un poco la cabeza, instante en el que visualicé aquel cuerpo sin una forma concreta, deformado completamente, con sus órganos a la vista y chorreante de sangre. Seguidamente, esta deformación que se acercaba lentamente hacia mi posición, produjo de nuevo ese alarido, desde mi punto de vista muestra de un dolor inhumano; me giré de nuevo, pero al intentar visualizarlo este había desaparecido. ¿Sería objeto de mi imaginación? ¿Me estaría volviendo loco?

Continué andando hacia la dirección por la que este había venido durante un largo rato, creo, ya que había perdido la noción del tiempo. Tenía tanta sed que mi garganta parecía una lija cuando tragaba, necesitaba agua urgentemente. Todos los pensamientos que surgían en mi cerebro desembocaban en la muerte, no veía una posible salvación... Empecé a notar una presencia detrás de mí, esta me hacía sufrir de un miedo que de vez en cuando me hacía gritar, me intimidaba, sentía un peligro que nunca antes había sentido. Veía alucinaciones, o por lo menos eso quiero pensar que eran... Giraba una esquina de aquel laberinto interminable y me encontraba con aquella presencia deforme, que al poco tiempo desaparecía, o incluso encontraba huellas recientes de alguien que, por lo que daban a ver, se estaba desangrando rápidamente.

La escasa luz que allí podías encontrar iba desapareciendo poco a poco conforme avanzaba. Llegué a una parte por la que nunca antes había pasado; en ella había una gran puerta de metal desgastado por el tiempo y a los lados de esta, dos antorchas que la iluminaban y descubrían las inscripciones que había en esta. No pude leerlas ya que estaban escritas en un idioma desconocido para mí, o quién sabe si desconocido para toda la raza humana...

Al acercarme a la puerta, empecé a escuchar los alaridos que previamente oí al ver a aquella deformidad. Decidí abrir esa puerta, poco a poco, para echar un vistazo a lo que había allí dentro. La escena que vi parecía salida de una mente totalmente enferma, o del mismísimo infierno; extremidades amputadas colgaban del techo y goteaban sangre aún cálida, un hedor que provenía de las montañas de cadáveres apiladas a los lados me hacía tener ganas de vomitar y un inmensidad de inscripciones parecidas a las que previamente encontré en la puerta escritas en lo que parecía ser sangre se encontraban por toda la pared. Avancé dos pasos, cuando vi una luz al fondo de esa sala infernal: ¿sería esta mi salvación?

Corrí hacia esa luz con las pocas fuerzas que saqué viendo la esperanza de salvación. Al acercarme un poco más me di cuenta de que esa luz no provenía de una salida, si no que provenía de un ser sin una forma determinada, un ser parecido a lo que todos vemos como un fantasma. Este se giró y descubrió su cara que tenía una expresión oscura, con unos ojos tan blancos que brillaban y lo delataban en medio de toda esa oscuridad, y una sonrisa tan grande y perturbadora que me daban ganas de correr sin pensar en lo que pudiese pasar después y sin mirar atrás pero por alguna extraña razón, mis extremidades no respondían, y esa extraña forma cada vez se acercaba más a mí. Llevaba una velocidad que un humano normal nunca podría llegar a alcanzar, parecía que venía directo a atravesarme.

En un instante sentí un increíble dolor en mi torso, y esa extraña criatura había desaparecido. Poco a poco notaba como iba perdiendo el control de mi cuerpo, ¿se habría adentrado en mí? ¿Me estaría intentando controlar? Empecé a ver imágenes de mi pasado, escenas que ni si quiera podía recordar, también vi a todos mis seres queridos, pero no de una forma común, si no que ellos se encontraban en una de las montañas de cadáveres que había a los lados de esa habitación. Empecé a ver escenas terribles de la humanidad: guerras, muertes, desastres nucleares... Ese ser que se había adentrado en mi cuerpo me estaba produciendo un dolor increíblemente fuerte; mi cabeza parecía que iba a explotar, sentía pinchazos en cada órgano del cuerpo, notaba como mis pulmones se comprimían impidiéndome respirar y finalmente mi corazón se iba ralentizando hasta el momento en el que se paró. Caí al suelo lentamente, sintiendo la agonía de saber que iba a morir en ese sitio sufriendo de esa manera inhumana y lo peor de todo, sólo, sin nadie que me acompañase y sin descubrir el porqué de aparecer en ese bosque extraño: ¿sería por mis actos durante la vida? o ¿Sería solo por azar? Nunca lo descubriría...

El sonido de lo que parecía ser una alarma me hizo abrir los ojos sobresaltado. Mi respiración estaba muy acelerada y mis músculos todos contraídos. Miré mis manos, toqué mi pecho y sentí mi corazón latir de nuevo, ¿Qué había pasado? ¿No había muerto en aquel lugar tenebroso? Todo parecía haber sido una pesadilla, sin duda la peor y más realista que había sufrido en toda mi vida.Reflexioné acerca de las imágenes que en esta había visto y decidí cambiar, ser una persona totalmente diferente y nueva desde ese día y para el resto de mi vida.

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