Sam estaba sentada en el suelo como un indio con los ojos cerrado y masajeandose las sienes.
De vez en cuando abría los ojos y sonreía victoriosa a la nada para después volver a la posición inicial.
Azul la miraba impaciente desde la cama. Ella se mordía las uñas mientras escuchaba los disparos, los gritos agonizantes, el rugido de...¿de un león? Pues si, de un león, y no solo eso, si no también el aleteo de un ave, el bufido de un toro, el ruido que un elefante hace con su tropa, el de un gorila golpeandose el pecho y gritar enfurecido...
-¿Por qué demonios se escuchan animales ahí fuera?- Azul se levantó de la cama
-Shh- la mando a callar Sam- Solo quedan diez soldados
Sam la miró a los ojos. Aquellos ojos verdes con una mancha azul hizo que se tranquilizara y volviera a sentarse en la cama
Entonces Azul se fijó en el tatuaje de Sam. Un oso polar con una cruz roja pintada en el pelaje
Cada tatuaje significaba algo, ¿qué significará el suyo? Se preguntó Azul recordando las palabras de Alex.
El ruido cesó, todo quedó en silencio
-Oh no....- dijo Sam abriendo los ojos, estos se habían llenado de lágrimas- No...no....no....
Se levantó y se fue de la habitación.
Azul confusa la siguió.
Todo el pasillo esta lleno de cadáveres.
Hombres muertos, unos congelados o quemados, otros con heridas de balas, algunos con sangre saliendole de los orificios de la cara, muchos con el cuerpo desgarrado, como si un león le hubiera dado un zarpazo, y otros con cortes en la garganta hechos por ellos mismo.
Azul se quedó atónita ante la escena.
Muertos, muertos y más muertos. Aquello era una masacre
Un sollozo la sacó de sus pensamientos, era Sam.
Había un chico tendido en el suelo
Respiraba con dificultad, cada vez le costaba mas.
Sam le quitó la camisa cuidadosamente dejando ver un disparo en su pecho
-¿Podrás curarlo?- preguntó una chica
-Creo que con lo que le he quitado a los soldados me basta....- murmuró Sam
Puso sus manos en la herida sin importar llenarse de sangre. Cerró los ojos para concentrarse mejor aunque las lágrimas seguían saliendo.
Pronto la sangre dejó de brotar.
Sam apartó las manos, en una de ellas tenía una bala.
Se acercó a la herida del chico y sopló.
Y, como por arte de magia, la herida se fue achicando hasta curarse por completo.
El chico volvió a respirar con normalidad.
Los amigos del chico se abrazaron a él mientras Azul permanecía estática en su sitio, intentando formular la pregunta que ronda por su mente.
Cuando deshicieron el abrazo ella se acercó al chico ya no herido.
Con su dedo índice empezó a tocar el sitio donde antes había una gran perforación y se quedó boquiabierta cuando comprobó, que en efecto, ya no había herida alguna
-¿Cómo?- miró al chico que la miraba confuso, luego a Sam que la miraba con una débil sonrisa y por último a Alex que miraba la escena divertido
-Es mi poder- contestó Sam
-Tenemos que irnos- interrumpió un chico- Se acercan, son 53
-¿Por dónde se acercan?- preguntó Alex
-Por la entrada principal.
-Bien, pues todos a la parte trasera
-¡Esperad! Acaban de aparecer otros 53 por la parte trasera. Y los de la parte delantera se han detenido, nadie avanza, nos estan rodeando- dijo el chico con seguridad
Alex bufó y se pasó una mano por el cabello
-¿No hay algún lugar para salir donde no haya soldados?
-Mmm.....no. Nos tienen completamente rodeados. Están en las puertas y encima.
-Mierda- maldijo- ¿En que lugar hay menos guardias?
-En la A2. Ahí hay 40 soldados
-Vale.... Vamos a hacer lo siguiente. Nos dividiremos en dos grupos. Dominic, tú dirigirás el grupo que va a escapar. A tu cargo estarán Azul, Ariana, Mateo, Nicolle, Greg, Violeta, Federico, Fenix, Cassandra y Rodrigo. Saldreis por el A2 cuando Edward os de la señal. Los demas ireis conmigo, distraeremos a los guardias en el punto B2 para que todos vayan allí. Encontrad un refugio. Ya nos comunicaremos.
Todos sabían que era un plan muy arriesgado pero nadie dijo nada al respecto, era eso o esperar a morir.
Azul y su grupo corrieron al punto A2. Se quedaron tras una puerta, quietos, en silencio.
Tras un largo silencio se escuchó una explosión y el aullido de un lobo.
Dominic abrió la puerta que daba al exterior y esperó a que todos salieran para ir corriendo en grupo a un lugar seguro.
Azul sintió un pinchazo en el hombro derecho seguido de un líquido caliente recorrer su brazo.
Pese a eso no se detuvo, siguió corriendo sin decir palabra.
Los soldados le pisaban los talones. Eran 10, por suerte
Pronto Azul sintió otro pinchazo pero esta vez en la pierna derecha.
Dominic, al darse cuenta de que Azul estaba herida y no podía seguir corriendo la cogió y la llevó en brazos
-¡Mateo! ¡Congelales el tiempo un minuto! ¡Michelle! ¡Manipula a uno para que cuando despierte se piense que hemos doblado a la derecha!
Y, los soldados se detuvieron durante un minuto. Cuando el tiempo pasó doblaron a la derecha.
Azul ya no sabía que pensar, pero esperaba que, cuando despertara de la oscuridad que amenazaba con envolverla, estuviera en su cama de nuevo y pudiera reirse con su madre de este extraño sueño.
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Cuando el Sol se apaga
Fantasía¿Qué pasaría si descubrieras que el Sol se ha apagado y tú ni siquiera te habías dado cuenta, qué toda tu vida has estado encerrado en una realidad virtual, qué no eres humano, qué te culpan y te persiguen por algo que no has hecho, qué ni si quiera...