Bien Aline, tranquilízate. Todo va a salir bien.
"Si claro. Todo tu asesinato va a salir bien, pedazo de idiota" Me recriminó mi consciencia.
Pensé un momento de cómo zafarme de la persona que me tenía atrapada. ¡Ah! Cierto, no me había agarrado las manos. Suspiré e ideé mi plan.
A las una... A las dos... Y a las... ¡Tres!
Moví mi brazo para darle un codazo a la persona, pero al instante, con la mano que me tapaba los ojos agarró mis manos y la colocó detrás de mi espalda.
¡Qué rápido!
De acuerdo, eso no fue tan genial como creí. Volví a pensar en otra cosa y sonreí de manera diabólica.
Bien, ya sé lo que tengo que hacer... Respiré hondo y me prepare. Saqué mi lengua y lamí –con total repugnancia- su mano. La pasé con toda la saliva que me era posible crear en ese momento. Esperaba que eso funcionara.
Inmediatamente me soltaron y escuché un quejido de nenita cuando se le rompía una uña a una barbie plástica. -¡Eso!-.
— ¡Qué asco Aline! ¿Saliva? ¿En serio?
Esa voz... Me giré a ver a la persona que me había asustado así. Era Julian.
Maldito hijo de puta.
Levanté mi pierna y él me miró extrañado. Cerré los ojos y respiré hondo, luego le lancé una patada –como toda una karateka que era- hacia su estómago.
Mala idea.
Me agarró por el tobillo y me sostuvo de cabeza. Crucé mis brazos al pecho y fruncí el ceño. La bata se me había subido y ahora se veían mis bragas, genial. Pero estaba muy enojada como para tener vergüenza y taparme.
—Muy gracioso Julian. Ahora... ¡BÁJAME!
— ¿Por qué debería hacerlo?
— ¿Quieres que enumere las razones?
—Me vas a pegar si te suelto —se me alzó una vena en la sien.
—Claro que no Julian.
—Claro que si Aline, lo harás —tensé la mandíbula al mismo tiempo que él me sonreía de manera diabólica.
—Si no me sueltas en este instante, no te pegaré... ¡TE MATARÉ!
Y con eso me empecé a mover como si fuera un gato en celo enojado. Julian era un completo idiota. ¿Si me hubiera dado un paro cardiaco por ese susto?
"No seas tan melodramática Aline" Cállate.
— ¡Te odio! ¡Te odio, te odio, te odiooooo...! —le grité como si fuera una niña pequeña haciendo berrinches.
En ese instante algo hizo click en mi mente. No sabía qué era, pero lo sentí como un deja vu... Extraño.
Me quedé quieta un momento. Ya había pasado por esto antes. Y si eso era posible –aunque yo lo dudaba mucho-...
—Me dejas caer y tu muerte el día de hoy no será nada agradable. Sé tus intenciones antes de que las cometas —amenacé.
Él me miró un poco extrañado, podría pensar que estoy loca de remate y poco a poco me fue dejando en el suelo, haciendo que quedara acostada. El suelo estaba frío. Ni me había dado cuenta.
—Gracias —me levanté del piso y me sacudí el sucio de la bata—. Y ahora, quiero mi ropa. Me iré a la casa de Sara y Aria, no soporto estar aquí contigo.
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El Error del Ángel (Detenida)
ФэнтезиNunca pensé que mi vida fuera a dar un giro de 360°, y menos con el misterioso Julian Farrell en ella. Peligro, secretos, miedos, el pasado -mi pasado-, romance e intrigas, todo en el momento en el que llegó. Si simplemente hubiera sabido que las co...