Capítulo 1

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Era un día normal para él. Recién había salido de sus estudios, y ahora podía disfrutar de su vacación libremente. Como no tenía nada que hacer estaba revisando las redes sociales, buscando algo que hacer, con quien hablar, solo quería entretenerse. Pensó que si toda la vacación seria así, sin hacer nada, debía buscar una ocupación, un trabajo o un hobby. El no podría estar sin hacer nada, era un hombre activo, de allí la importancia de estar ocupado. Quizás fue el destino, pero en medio de sus pensamientos, hallo una invitación. O más bien era publicidad. La cosa es que el anuncio era muy llamativo por la imagen, y cuando él lo leyó descubrió que su contenido también lo era. Decía lo siguiente: El profesor Thomas Thompson te invita a ser el primer hombre en viajar en el tiempo. ¡Así como lo ve! Se busca personas valientes y jóvenes para realizar este importante experimento. ¡No pierda esta oportunidad! Si quiere saber cómo, de clic en el siguiente enlace.

Interesante. Así lo percibió nuestro protagonista. Por fin hallo la forma de estar ocupado en la vacación, ¡y de qué manera! Él era fan de sagaz como Volver al futuro, por lo tanto viajar en el tiempo era como un sueño. Se imaginaba en los libros de historia como un héroe. Sin titubear dio clic en el enlace, el cual lo envió a otra página, muy diferente. En realidad era la página oficial de la Comisión Internacional de Científicos, la cual patrocinaba este experimento. Abajo del logo de la misma, que no era más que un simple átomo, se le presentaba un texto. En resumen declaraba que luego de experimentar con objetos sin vida, el profesor Thomas decidió probar su máquina con humanos, para ello solicitaba jóvenes que de manera voluntaria se inscribieran para ser una especie de conejillo de indias. Se elegirían 7 personas para hacer las pruebas. Para poder realizarlas se necesitaban algunos requisitos, los cuales eran:

-Edad entre 18 y 25 años

-Excelentes condiciones físicas

-Ninguna enfermedad o padecimiento

-Haberse graduado de la Universidad Estatal de Washington. Ahora el entendió el chiste, no todos pueden graduarse de esa universidad, solo los más aplicados. Incluso es casi imposible entra ya que para ello deben pasar un examen especial (y muy complicado) con nota mayor de 8.5. Pero por gracia del Destino él se había graduado de esa universidad. Además, cumplía con todos los requisitos, así que paso a inscribirse. Se le presento un formulario que debía completar en el cual especificaba su nombre y demás datos personales.

- NOMBRE: Sam Conery

- EDAD: 19 años

- OCUPACION: Ninguna por el momento

- NUMERO DE TELEFONO (por si resulta vencedor , se le llamara para informarle) 8844-8844, y demás datos personales.

Abajo se rezaba que además de llenar este formulario, debía presentar una carta firmada en la cual libraba de culpa a la comisión, en caso de que el experimento resultase mal. Debía presentarla el día 24 de ese mes al centro de investigación. Dicho y hecho. Además de inscribirse, Sam (así se llamaba el muchacho) presento la carta a la dirección estipulada. De paso descubrió que tenía competencia, y mucha ya que había varias docenas de personas que anhelaban lo mismo que él. Pero Sam no se preocupó, en tanto espero la respuesta de las autoridades para ver si quedaba. Pasadas 2 semanas se le llamo para informarle que, en efecto, había quedado. El mensaje que se le envió por parte de una mujer decía: ¡Felicidades! Eres uno de los siete afortunados que viajaran en el tiempo, debes presentarte el día 30 para una charla con el mismísimo Thomas Thompson para conocer de primera mano los detalles del experimento, en el que serás uno de los primeros viajeros del tiempo.

Y colgó. Fue una llamada rápida, en la que no le dieron tiempo de agradecer. Pero no importaba para él. Por fin cumpliría su sueño

El Destino estaba de su lado.

Sam Contra El Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora