Capítulo 2: Two steps far from you

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Narrador omnisciente

La clase de Historia Contemporánea había terminado, había sido algo fastidiosa para muchos y más con la profesora que les tocaba. Sin embargo, Ricardo entendió todo a la perfección, al igual que sus dos amigas; eran buenos estudiantes, o por los menos intentaban destacar entre muchos; pero entre los tres, siempre era Ricardo el de buenas notas, el que sobresalía, el que siempre era reconocido por su destacado rendimiento académico. Trataba de no presumirlo, de siempre notarse como uno más del resto, y evitaba levantar su mano así supiera la respuesta, por un miedo común de decir algo mal y fallar... miedo al fracaso, muy común, pero más que al fracaso era a las reacciones que tomarían las personas, se burlarían, estaba seguro.

— Creo que debemos irnos — Ivanna rompió el silencio entre los amigos, había sido difícil para ella lo de la entrada, pero intentaba notarse fuerte.

— No quiero salir chicas... vayan sin mí — Ricardo se puso en posición de descanso sobre el pupitre. Estaba harto de que siempre fuese lo mismo, las personas lo juzgaban sin conocerlo y odiaba mucho eso, pero más odiaba no hacer nada para evitarlo.

Ambas chicas se quedaron pensando en qué harían para sacar al chico asustado por volver a ser atacado, eran las únicas personas que lo conocían ahí, no lo dejarían solo. No después de lo que pasó en la última escuela, no permitirían fallarle de nuevo a él de esa forma, por el bien de su amistad, y de su bienestar.

— Es todo su culpa, si no hubiesen salido antes, no hubiera pasado nada — Decía un chico recogiendo sus lentes del suelo todos rotos. Su cara sangraba en exceso, y se podía notar algo mareado y con inestabilidad para estar de pie. — "No, pero claro; vamos sin él, no pasará nada malo, todo estará bien" — Empezó a hablar imitando las voces de sus dos amigas, quienes estaban algo preocupadas por el estado de Ricardo. La vista del chico empezó a nublarse y cayó al suelo en medio de todo el salón.

— Podemos ir a la cafetería y comer en otro lugar, quizá afuera. Así no verás a nadie — Era Andreina quien siempre intentaba buscar una solución, no siempre le hacían caso, pero era muy importante para los otros dos. Ricardo se rindió y finalmente decidió aceptar para no empezar a pelearse con sus dos amigas.

Llegaron al comedor del gran instituto, y justo al entrar por la gran puerta doble, la mayoría de miradas se posaron sobre ellos. Los tres estaban acostumbrados, sabrían que tendrían que pasar por esto y que sería normal los primeros días.

— Maldición — Dijo Ricardo entre dientes, aproximándose al último lugar de la fila. Odiaba ser el centro de atención, odiaba tener que estar con tantas personas en un mismo lugar, pero lo que más odiaba es que lo miraran de manera indiferente.

Ahora los tres se encontraban caminando afuera, no iban a comer dentro, eso estaba claro; preferían estar alejados de todos. Llegaron al patio de atrás del instituto, y notaron pocas personas. Dos o tres grupos quizás andaban por ahí; también estaba un chico de cabello largo sentado y abrazándose con una chica, estos se encontraban más alejados que el resto.

— Él — Andreina hizo una pausa, y abrió los ojos señalando al muchacho de cabello largo con las chica. — Él es mi nuevo vecino, se mudó hoy. Lo ví antes de salir — Intentaba disimular que estaban mirando a otro lado.

— Es muy lind... — Ivanna intentó hablar pero al segundo fue interrumpido por Ricardo. — Es horrible, ni lo pienses. Además, tiene novia— Le replicó a su amiga, conocía esas intenciones de ella.

Los tres se encontraban sentados en un suelo rojo, cerca de la puerta de entrada trasera. Estaban comiendo y hablando, todos locos y rogando porque el día no empeorara, o porque los chicos de la mañana no aparecieran más. Se encontraban contándose entre ellos mismos todo lo que hicieron en vacaciones, sobre si conocieron o alguien y muchos detalles más que no podían pasar por alto entre amigos. De un momento a otro, Ricardo se quedó paralizado y ambas chicas no sabían de qué se trataba.

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