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5 años atrás corríamos en el campo tan verde y primaveral. Jugábamos pesca pesca era nuestro juego favorito.

Todos los días me gustaba ir a su casa, siempre jugábamos, no nos contábamos nuestros secretos solo eramos unos simples niños bueno a veces nos decimos algunos problemas.

Después pasaron 3 años, sucedió lo peor, llegué a su casa y al entrar note que me miraba fijamente con lágrimas en los ojos.

- Justina- me dijo fijamente.

-¿Qué?- pregunté estaba tan espantada algo pasaba.

- Tengo Cáncer- y lo más rápido me abraza y cae en llanto, un llanto tan profundo y doloroso para ambos.

-Prométeme que seras fuerte- le digo para consolarlo.

- Lo prometo, lo prometo por ti- me sonrojé un poco, no pude evitarlo fue tan tierno y valiente a la vez.

Me quede unas cuantas horas en su casa al observar la hora ya era demasiado tarde no podía quedarme más tiempo mis padres podrían regañar me.

Agarro mi mochila blanca me despido y me marcho. cuando llegue a mi propia casa mis padres estaban parados en medio de la sala.

-Hija tenemos que hablar- me dice mi padre.

-¿Qué pasa?-

-Nos mudaremos lejos de aquí- dijo mi padre.

-¡¡¡¡ Qué!!!!- grité no podíamos irnos mi mejor amigo estaba enfermo quiero quedarme a su lado para siempre.

- Lo siento hija, conseguí trabajo en otra parte, hace tiempo que me despidieron- explicó mi padre.

Mis ojos se van llenando de agua hasta derramar la primera gota, sin aguantar corrí hacia mi habitación. Me dolía el pecho de tanto dolor sin ver a mi mejor amigo él es una persona muy especial para mí y ahora ya no lo veré jamás.

Me seque las lagrimas y me levante no podía dejar de pensar que día nos marcharíamos de aquí.

- Papá, ¿cuando nos iremos?- ojala que no sea mañana.

- Mañana temprano- contesta mi padre rápido. Maldita sea ahora que podría hacer rápidamente se prendió el foco de las ideas.

- ¿Mañana pudría despedirme de mi mejor amigo?-

-Sí, mi niña- dice mi papá triste.

De repente se acerca hacia a mi y me da un pequeño abrazo realmente lo necesitaba.

Al día siguiente despierto, hoy es el día de mi marcha. Mi madre me llama mientras cargaba unas cajas muy pesadas dentro de estas estaba mi ropa y lo demás que podría necesitar.

- Va monos hija- dice mi mama apurada

- Ya voy- contesto tristemente.

Antes de irnos de la ciudad nos dirigimos a la casa de él ya sabia que me marcharía de aquí.

Al vernos en cara no pudimos aguantarnos la tristeza y corrimos para abrazarnos.

- Promete que nos volveremos a vernos- me dice llorando.

- Lo prometo, lo prometo por ti- le digo las mismas palabras que me había dicho antes.

Nos despedimos, me subí al carro y recolchono mi cabeza en el acento y sin aguantar saco más lagrimas no podía contenerme es horrible perder a una persona que quieres tanto, te sientes solo para siempre por falta de su compañía y casi todo el tiempo recordarías esos momentos de tanta felicidad. Son recuerdos que jamás se olvidan siempre estará en tu corazón.

Pasan unas 5 horas y llegamos por fin a mi nueva ciudad, tenía que admitir lo hermoso que era le daba una increíble vista aquella nieve blanca.

Nos dirigimos a mi nueva casa era tan hermosa y grande obviamente no era de nosotros le pidió prestado mi papá a su amigo.

Desempaco mi cosas en mi cuarto y en un tocador pongo mis fotos en el espejo y el más importante de todos lo pongo en un porta retrato para acentarlo. Tristemente me acosté en la cama y llore ahora sí en silencio y sin que nadie me moleste.

Actualmente he vivido 2 años aquí y tengo que admitir que me la he pasado como nunca, conocí nuevos amigos y nueva vida y pesar de eso no olvido a mi mejor amigo no he sabido nada de el durante todo este tiempo soy culpable de todo nunca le pedí el número de su casa.

¿Donde podría estar?


El invierno más hermosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora