Capítulo 1: Lo cambiaste todo.

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Para que podais entender porque soy como soy sin que me juzguéis me remontaré tres años atrás, acababa de cumplir diecisiete años.

-¡Mamaaaaaaa!¡Llaman! -Dije mientras cambiaba de canal.
-Bueno, ¿y no podrías cogerlo tú? -Dijo ella resoplando.
Pude oir a mi madre hablar seria, formal pero con el semblante serio y tembloroso, algo iba mal.

En tintineo de unas llaves en la entrada puso en alerta mis sentidos; papa y Sara acababan de llegar.
-¿Qué tal el entrenamiento? -Dije apagando la tele ante la falta de programación.
-Cansado. -Rió debilente, Sara no se parecía mucho a mí, en ningún sentido, ella era introvertida, con pocos amigos, y algo ancha en general, en realidad no eramos hermanas del todo, era la hija que tuvieron mi madre y Zack
-¿Dónde está tu madre Kenny?
-En la cocina, hablando por teléfono. -Dije mientras subía las escaleras hacia mi habitación.
Sara me siguió.
-Papá esta muy raro Ken, no paraba de mirar el móvil...
Subí los hombros como indicación de que desconocía los motivos.
Me encerré en mi habitación e instantaneamente una fuerte discusion proveniente de la planta inferior inundó mi habitación.
Fui a abrir la puerta para intentar distinguir que sucedía cuando la puerta se abrió sola.
-Te lo dije Ken, algo no va bien. -Dijo Sara asustada.
-¡Te has gastado 35,000$ en zorras y tenemos una deuda millonaria!¡En que pensabas cabrón!
Se oyó un fuerte ruido y Zack apareció de repente.
-A vuestras habitaciones, ¡Ahora!
Hicimos caso y nos encerramos en nuestras correspectivas habitaciones, el silencio durante las dos siguientes horas era demasiado profundo, demasiado inquietante.
A la hora de la cena abrí levemente la puerta y pude ver por el hueco de las escaleras a Zack viendo la tele. Me deslicé por las escaleras con cuidado de no hacer ruido.
-¿A donde vas Kendall? -Dijo sin despegar la mirada de la televisión.
-¿Y mamá?
-Se ha ido.
-¿A donde?
-Para siempre, no va a volver. -Despegó la mirada del aparato y me miró fijamente, sumirada estaba inyectada en sangre, nunca nadie me había mirado con tanto odio en a mirada. -¡Vete a tu cuarto!¡Ahora!
Inmediatamente subí las escaleras, ahora me arrepiento de no haberle plantado cara, o puede que hiciera bien...

Pasaron las semanas, perdimos la casa, pasamos de tenerlo todo a no tener nada, mamá no volvió, Zack comenzó a beber a todas horas, Sara se refugiaba en la comida y yo apenas tenía ganas de seguir con mi vida.
Era viernes, lo recuerdo perfectamente, la luna brillaba con mas fuerza que nunca y la noche ya estaba entrada, cada vez que me iba a dormir hechaba la llave de mi habitación, odiaba que alguien me molestará.
Un fuerte ruido de voces me despertó, Zack había llegado, borracho como siempre peroe sta vez acompañado.
-Ya veeeereis la hijita que me ddddejo la zzorra eesssa. -Dijo Zack con la voz endeble.
Di gracias por haber cerrado la puerta con llave.
Intentaron abrirla pero fracasaron.
-Seraa pputta. -dijo uno.
-Esperaadd. -Se oyó el ruido de la puerta de Sara, ella tambié tenía cerradura pero nunca la usaba...
Apenas distinguí voces, solo gritos... me tapé con todas las mantas y me dormí.
A la mañana siguiente me desperté de madrugada, cogí las pocas cosas que tenía en esta casa y las guardé en una maleta, la cogí sin hacer ruido y salí fuera, me quedé con el coche de mamá, lo usaba oara ir al instituto.
Guardé la maleta y conduje sin mirar atrás.
Las lágrimas se me saltaban solas al recordarlo todo, y al pensar qu estaba abandonando a Sara.
Aquí me di cuenta de en lo que me había convertido, la pequeña viuda negra acababa de nacer.

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⏰ Última actualización: Nov 04, 2015 ⏰

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