Lost ♥

Capitulo 3

Los días pasaban rápidamente. Los primeros exámenes se acercaban y todos queríamos sacar la mejor nota posible. En la clase solo se oía la voz del profesor y el murmullo de los bolígrafos deslizándose ágilmente por el papel. Estaba tan concentrada en recordar la última frase que había dicho el profesor que no me percaté de que el timbre estaba sonando.

-Rebeca, acérquese un momento por favor.

-Ya voy Señor Posey. - Me acerqué lentamente, para retrasar al máximo el momento. El Señor Posey nunca solía hablarnos a no ser que fuera para castigarnos, regañarnos o pedir una cita con nuestros padres.

-Bueno, supongo que habrá notado que Carlos está teniendo dificultades para entender bien las clases, y los profesores nos hemos reunido y hemos decidido que serías la persona más indicada para lo que necesitamos.

Se pausó durante un tiempo y yo creí que me iba a volver loca.

-Bueno nos gustaría que fueras su tutora hasta que consiga acostumbrarse. Si aceptas, y él mejora, te subiremos un punto en la nota final de las asignaturas.

-Suena bien, pero ¿realmente creen que yo sería la más indicada?

-Claro que sí. Eres buena alumna, tus notas son altas y hablas español.

-Vale acepto.

-Bueno, vaya afuera que la está esperando Carlos para poder ponerse de acuerdo sobre cómo llevaran sus clases.

- ¡No lo puedo creer! Ya contaban con que yo dijese que sí. ¿Y si hubiese dicho que no?

El Señor Posey no contestó y yo salí de la clase, y efectivamente allí estaba Carlos esperándome.

-Ya era hora. Algunos tenemos vida ocupadas ¿sabes?

-No estoy de humor para tus estupideces Carlos. Vendrás todos los días a las cinco y media a mi casa. Y cuando se acerque un examen más te vale traerme chocolate para mantenerme contenta y que así te prepare bien.

-Estoy muy seguro de que no está permitido que me pidas eso.

-Bueno tu arriésgate si quieres.

-De todas formas, no me hará falta. Para ese momento estarás tan colada por mí que querrás prepararme bien solo para poder pasar unos segundos más conmigo. Y será tan rápido que no sabrás que te golpeó.

-Oh vamos - bufé - ¿Quién te crees que eres? Acabaría enamorada de una cucaracha antes que de ti.

-Puff, pero eso es normal, es que las cucarachas tienen demasiado encanto, no es justo que me compares con ellas... - su cara tomó una expresión trágica, y no pude evitar reírme de lo ridículo que estaba siendo. - ¿Ves? Ya no puedes evitar reír como una tonta cuando estás delante mía. Te tendré comiendo de mi mano antes de lo que esperaba.

-Primero, me río de ti, no por ti y segundo, deja de soñar, no te hará bien.

Acto seguido me dirigí a la salida de instituto andando lo más digna posible, y cuando ya estaba fuera recordé que hoy mi madre no podía venir a recogerme y gracias a la charla con el idiota había perdido el bus. Me senté en los escalones de la entrada a esperar al siguiente cuando noté que alguien se sentaba a mi lado.

-Dios Beau, me has asustado.

-Lo siento preciosa.

- ¿Qué haces todavía aquí?

-No te vi salir y entré por si te había pasado algo. ¿Qué haces aquí sentada sola? Es viernes, normalmente la gente trata de salir rápido de aquí para disfrutar de su finde no quedarse más tiempo.

-Nada, es solo que he perdido el bus y lo estoy esperando.

- ¿Estás loca? No volverá hasta dentro de una hora y dentro de poco todos los profesores saldrán del instituto y esto se quedará vacío. Te vienes conmigo.

-No, yo esperare aquí.

-No hay nada que discutir preciosa.

-Sabes que odio que me llames así y te repito que no voy contigo porque... ¡Ay! - No me dejo terminar. Me cargo sobre su hombro y me metió en su coche.

Hasta que estuve dentro no me di cuenta del frío que había estado pasando. Realmente, acababa de salvarme de un buen resfriado, pero no es como si se lo fuera a decir.

-Bueno pre...

-Ni lo digas.

-Bueno Becky, ¿a dónde te llevo?

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