Capítulo 9. "Eros" Atracción fisica

476 36 1
                                    

  Dos cuerpos un solo corazón, unidos por ese momento, por lo que estaban sintiendo; Leo paso saliva al tener tan cerca a Ken, ¿Qué sucedía con él?, ¿Por qué lo acorralaba de ese modo? Hay situaciones que a veces no podemos comprender, impulsos que suceden en el momento, deseo, curiosidad, pasión, todo eso y más sentían ambos vocalistas al estar frente a frente, observando el brillo particular de sus ojos, como desprendían una gran luz, cual si fuera un faro que guía el destino de un buen navegante. Sus respiraciones entrecortadas que golpeaban sus labios, sintiendo una cálida brisa de verano, la fusión de ambos era simplemente perfecta.

La vista de Leo se quedo estática en sus labios, tan carnosos y rojos, tan suaves y delicados. El mundo se detuvo por unos instantes trasladándose a los foros del canal, recordando aquel momento perfecto, donde vivieron los segundos más gloriosos de sus vidas, los segundos donde su existencia en este mundo tuvo sentido, cuando tu alma, tu filosofía de vida depende de alguien más, es ahí cuando el destino te confirma que es el elegido, nuestra historia estaba comenzando a ser escrita, solo había que dar un pequeño empujoncito y aventurarse a la verdad.
Leo abrió ligeramente su boca, buscando explicar con palabras todo lo que sentía, necesitaba respuestas, había demasiadas incógnitas en su cabeza. El pelinegro se encontraba tan nervioso clavado en la mirada de Ken, sentía atravesar su alma cual si fuera una flecha, Leo subió su mano derecha al rostro del castaño, acariciando su oreja, sin querer parpadear ni un instante, no quería dejar de observarlo en ningún momento.

—¿Qué hacen? —pero una tierna voz inoportuna, hizo que ambos dieran un salto y se alejaran en cuestión de segundos, volteando a ver a la persona que los interrumpía en un momento tan importante, era el líder N; quien se poso en la pared junto a la escaleras observando a ambos vocalistas con el ceño fruncido y sus brazos cruzados.

—Na-ada, solo estábamos conversando sobre lo sucedido —Ken dio unos cuantos pasos alejándose del pelinegro con la voz entrecortada, mientras Leo llevaba su mirada al suelo y el líder soltaba una risita traviesa, estos dos últimamente andaban muy raros.

—Perdón por interrumpirlos, no quiero hacer mal tercio —hizo una pequeña pausa y sonrió—. Pero ya son las 2:00 de la tarde y tenemos que comer, Hongbin y yo queremos comida china, así que tomen sus cosas y vámonos, sirve que nos despejamos un poco.

—Estoy algo cansado y no quiero caminar —añadió Leo aun recargado a la pared.

—Si N, está haciendo algo de frio como para estar caminando por ahí —El castaño frunció el seño y negó con la cabeza. El líder golpe su frente con la mano y los observo detenidamente.

—¿Quién dijo que iríamos caminando? —respondió con un tono irónico—. Nos iremos en la camioneta del estacionamiento —llevo sus manos al bolsillo y saco las llaves, comenzó a jugar con el llavero en el dedo índice, dándole vueltas.

—¡¿Estás loco?! —Grito Ken—. Si el manager se entera que utilizamos esa camioneta para salir, nos va a matar —el vocalista se acerco al líder y trato de quitarle las llaves, pero N en un movimiento ágil y rápido, las guardo de nuevo en su bolsillo y coloco la mano en el, protegiéndolas del castaño.

—Ese señor nos la debe, no se dará cuenta relájense un poco —el líder golpeo delicadamente el hombro de Ken mientras lo tomaba de la camiseta buscando bajarlo junto con el por las escaleras, el estomago del líder no dejaba de gruñir, ya estaba demasiado hambriento.

—No jales a Ken así, déjalo —Leo tomo el brazo de Ken deteniendo el paso del líder, N lo observo y resoplo muy fuerte soltando el brazo del castaño.

—¿Los demás apoyan esta idea? —pregunto Leo, acariciando tiernamente el brazo de Ken.

—¡Por supuesto!, de hecho Ravi va a manejar, vayan por Hyuk y no tarden mucho, muero de hambre. Los espero abajo —les giño el ojo y bajo por las escaleras.

Ken y Leo se quedaron observando en medio del pasillo, levantaron los hombros y entraron a la habitación de Hyuk. Leo se sentó en la orilla de la cama y toco el hombro de Hyuk buscando verificar si estaba dormido.

—Hyuk, despierta, iremos a comer —musito mientras acariciaba su espalda. El pequeño Maknae giro todo su cuerpo y abrió los ojos—.¿Qué pasa?, ya me estaba quedando dormido —hizo puchero y tallo sus ojos.

Broken Arrow (Keo -Vixx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora