4 Nov 2015

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*Esta es una de esas cartas huerfanas que suelo escribir *

Hoy me dijiste algo, me manifestaste ese dolor,se destapó esa herida que no sana, esa animica hemorragia que no haya consuelo, que no se cura en sosiego.

Concedeme el privilegio de tocarlas y sentirlas, de desangrarme a tu lado en tan funesto escenario tan eterno como la vida misma.
En tan incipiente necesidad de necesidades me quedaré ahí ,contemplando desde la maldita e inquebrantable distancia , a razón de tus incomprensibles determinaciones,como debe de ser.

El simple gusto fisico , la insulsa atraccion que alude la estetica de tu imprevista anatomia, es de principiantes , y eso lo he descubierto conforme pasa el obstinado tiempo.

Ilustrame, explicame y permiteme comprender que ocurre conmigo, cual es la naturaleza de éste aberrante sentimiento que aflora esporadicamente de mi ser,no lo razono, no lo idealizo, es un grito ahogado, una palabra agonizante, una aterrorizada alocución que se desenvuelve frente al más despiadado receptor , que no cede ante la más desesperada suplica. En torno a su imperante existencia que nos absorbe.

Ya no hay fuerzas, ni tampoco motivos, la obra de teatro finalizó, se ha bajado el telón y mi insignificante actuación a concluido. Ahora hago parte del encantado público que aplude vigorosamente, y de repente comprendo la función no ha acabado, pero mi participación sí. Me retiro silenciosamente ,nadie nunca se percató de mi presencia, muchos menos de mi salida.
Buenas noches, buena suerte.

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