Nada es igual, desde que mi padrastro me saco a golpes de mi casa ya toda mi perspectiva a cambiado, nunca pensé en ser independiente, bueno al menos a esta edad no...
Soy muy descortés, mi nombre es Mena Corderoy tengo trece años y Justo ahora estoy muriendome de frío, pero supongo que esto es parte de crecer es parte de "madurar", aunque no estoy del todo de acuerdo.
Sin que me percate un policía ya me a tomado del brazo, este gritaba sobre quiénes son mis padres y algo sobre un orfanato , yo solo me lo quedo viendo desconcertada su uniforme y me digo a mi misma - que bonitas medallas se cuelga este tipo - pero creo que pensar también es un delito, no tardo mucho cuando ya estaba dentro de una camioneta, lo más extraño es que este tipo me hablaba con un tono un poco sarcástico como si fuera una niña de cinco o seis años,
- que se cree este tipo- me digo. Cuando llegamos a un "hermoso" edificio el tipo me ordenó que bajara del auto, pero yo solo lo mire de pies a cabeza y le respondí con un tono un tanto altanero - Lo lamento es que soy tan pequeña que no comprendo su vocabulario -, el señor solo me miro y me restrego en la cara sus medallitas, pero bueno que esperaba de un adulto.
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Al día siguiente llego el infeliz que comenzó todo esto y con una cara de sufrimiento más falsa que un billete de tres dólares comenzó a darme consuelo, yo solo me lo quede viendo y después de que terminó su show, me di la vuelta camine hacia una celda que se encontraba abierta y cuando entre cerré la puerta de un solo golpe, me senté y hable con voz fuerte y sarcástica - Creo que el señor no encontró a la persona que vino a buscar, lo lamento pero su búsqueda término hace exactamente veinticuatro horas así que si me disculpan tengo un sueño que realizar aquí arriba en algo llamado CEREBRO -
Cuando por fin logre estar cómoda el imbecil trato de sacarme de la celda y ups por accidente me quede con las llaves.
Los policías que estaban cerca lo sacaron y no obstante el señor me grito que el me mataría, pero yo le respondí con voz segura - disculpa pero en lo que mi concierne yo estoy muerta para ti hace como... Veinticinco horas con tres minutos y catorce segundos -.
Mientras se alejaba de mi rostro broto una pequeña sonrisa.
