Capítulo 12. "La cita"

432 38 0
                                    

  —¡Ya era hora!, —Hyuk dio unos cuantos pasos hasta la cama y se sentó. Estaba realmente feliz, el pequeño no había dejado de presionar y molestar a Ken con esa idea, día y noche estaba encima de él, gritándole, jalándolo, insistiendo en tomar el valor de invitarlo a salir, pero el vocalista siempre le daba largas y cambiaba el tema.

—Ahora es diferente, ese diario me ha dado una luz de esperanza, esto va en serio —Ken camino hasta sentarse en la cama frente a Hyuk, lo tomo de la mano y lo observo fijamente—. Mañana mismo lo invito.

—Sabes que te apoyo en lo que hagas, quiero que seas feliz —le dio un cálido abrazo

—Gracias pequeño, te quiero —correspondió el abrazo, recargando su cabeza en el hombro de Hyuk.

Y mientras abajo...

Los miembros seguían viendo la película de lo más tranquilos; N y Ravi estaban devorando las palomitas, tenían la alfombra completamente sucia y llena de semillitas, se tiraban palomitas el uno al otro mientras se abrazaban continuamente, Hongbin seguía en el sillón con los brazos cruzados sin perder vista de la película, y Leo acostado en el sillón aferrándose a su manta, observaba la película pero no escuchaba nada, no estaba prestando atención, su mente estaba en otro lado, preguntándose ¿Qué diablos estarán hablando Hyuk y Ken?, hace tiempo que no se escabullían de esa forma, que no se encontraban de misteriosos, y Leo no podía evitar sentir curiosidad, no le gustaba ver a Ken solo con alguien más que no fuera él, Hyuk era su compañero de cuarto era algo normal, pero explicarle eso al corazón no es fácil, no podemos hacerlo comprender en momentos como esos, donde los celos te ciegan. ¿Acaso Ken ya olvido lo que paso?, ¿Nunca le importo realmente?, muchas preguntas comenzaron a caer en cascada y el dolor se hizo evidente, quería lastimarse, quería olvidarse por un momento de quien era.

—¿Leo? —La voz del líder lo hizo entrar en razón, acto después de que pasara su mano enfrente de sus ojos—. Ya van tres veces que te hablo y no me haces caso —frunció el ceño.

—Perdón estaba un poco distraído, ¿Qué pasa?.

—¿Me harías el favor de ir por Ken y Hyuk?, queremos que estén todos aquí para ponernos de acuerdo en que cenaremos —le sonrió tiernamente.

—Y ¿Por qué tengo que ir yo? —Bufó un poco sentándose en el sillón.

—Bueno... pensé que así podrías aprovechar para guardar tu manta, ya que... no vaya ser que la manchemos por error —una risita traviesa salió de los labios del líder, mientras arqueaba una ceja.

—Mmm ya veo, son tan estúpidos que si los creo capaz —puso los ojos en blanco y se levanto del sillón, tomo la manta y camino hacia las escaleras. Subió lentamente hasta llegar a la recamara, giro la perilla de la puerta pero tenía seguro, "Que diablos", Leo comenzó a dar patadas en ella, para que negarlo estaba molesto.

Ken y Hyuk seguían conversando de lo más tranquilos en la habitación, pero el golpe brutal que le daban a la puerta los asusto, Ken se acerco y quito el seguro, permitiendo que la persona tras ella entrara, era Leo, que se postro en medio del cuarto con los brazos cruzados.

—¿Por qué tenía seguro la puerta?, ¿Qué estaban haciendo? —pregunto serio.

—Son cosas privadas, entre Ken y yo —replico Hyuk levantándose de la cama y poniendo al costado de Ken, recargando su mano en el hombro del vocalista.

—No estábamos haciendo nada, te lo juro —Ken se acerco a Leo, tratando de acariciar su rostro, pero el pelinegro dio un gran paso hacia atrás, alejándose de él.

—No tienes porque jurarme nada, no soy más que tu compañero —la mirada de Leo lucia tan penetrante, tan amarga y dura, que asustaba a Ken, ¿Por qué Leo actuaba así?, últimamente estaba a la defensiva con todos.

—Leo, ¿Qué te pasa? —pregunto el castaño, con un leve tono de preocupación.

—No me pasa nada, yo solo venía a decirles que N los quiere abajo —Leo agacho su mirada y salió por la puerta, Ken y Hyuk se miraron entre si y siguieron al vocalista escaleras abajo.

Los demás miembros ya habían encendido las luces de la sala y estaban limpiando el pequeño desastre que había, Ravi barriendo, N con un trapo limpiando la mesita de centro, y Hongbin como vil espectador acomodando su cabello.

—¿Por qué no ayudas Hongbin?, ¡No seas perezoso! —chillo Ravi, barriendo con singular fuerza debajo del sillón.

—No me quiero ensuciar la ropa, este rostro y cuerpo no puede exponerse —sacudió los hombros y acomodo su camiseta verificando que no tuviera residuos de comida—. Soy el más atractivo de VIXX y tengo mis privilegios.

—Pff ¡Estás loco! —Dijo N—. El más atractivo no come postre entonces, ¿Tu qué opinas Ravi? —pregunto con mucha ironía.

—Obvio no pueden, hay muchas calorías, ¡No no no!, Hongbin debe cuidarse —soltó el rapero mientras él y N se reían entre sí. Hongbin les volteo los ojos y de su boca salió un pequeño "Ash" ignorando a los morenos.

—¡Cuidado!, no observemos demasiado a Hongbin, ¿Qué no ven que le podemos quitar su belleza? —agrego el pequeño Hyuk, uniéndose al Bullying del que estaba siendo participe Hongbin.

Los demás miembros comenzaron a reírse inclusive Leo. Hongbin los observo con la boca abierta y los brazos cruzados.

—¡Ya déjenme en paz! —Hizo puchero—.¿Por qué me haces esto Hyuk?, debes apoyarme.

—Ya pobrecito ¿No ven que no aguanta nada? —camino hacia él dándole un gran abrazo de oso, apretándolo con fuerza y haciéndole cosquillitas en el vientre con una de sus manos. Hongbin tenía el rostro alzado y seguía haciéndose el indignado, apretando la boca impidiendo que salieran risas de ella, pero fue inevitable, Hyuk siguió con el jueguito y Hongbin cedió, mostrando al fin una hermosa sonrisa, tan particular en él. Hyuk se sentía satisfecho, dejo de abrazarlo tan fuerte pero no lo soltó, su cuerpo se acomodaba perfecto al tamaño de Hongbin.

—¡Ya! Terminamos —grito N mientras se acercaba a Ravi y daban vueltas tomados de la mano.

El rapero y el líder tomaron las cosas y las guardaron en el cuarto de lavado, se acercaron con los demás y se sentaron en la sala. Comenzaron a ponerse de acuerdo sobre lo que iban a cenar, querían aprovechar las vacaciones y poder pecar un poquito con la comida, así que optaron por Pizza, una deliciosa pizza de Pepperoni con Champiñones. El líder tomo el teléfono y el directorio, buscando una pizzería cercana, era difícil encontrar ese tipo de comida, pero después de hojear un buen rato se encontró con una, el pedido llegaría en menos de 20 minutos, así que esperaron pacientes mientras Hyuk y Hongbin acomodaban la mesa. El pedido llego y Ravi lo recibió, pagándole al repartidor y bridándole una linda sonrisa, puso la pizza en la mesa y todos tomaron sus respectivos asientos. Ravi y N juntos, Hongbin y Hyuk enseguida de ellos, dejando a Leo y Ken juntos, hace mucho tiempo que no sucedía eso, y Leo se encontraba un poco ansioso.

Se abrió la pizza y el olor a queso invadió el comedor, lucia deliciosa, todos tomaron pedazos y comenzaron a cenar.

—Se me había olvidado comentarles —dijo el líder, iniciando platica—. Le comente al manager la salida que tuvimos hace tiempo, cuando fuimos a la comida china, ¿Lo recuerdan?.

—Como olvidarlo... —susurro Ken, con la vista clavada en su pizza.

—Perdón Ken no te escuche ¿Qué dijiste? —pregunto el líder.

—Ah no N-ada —respondió nervioso.

Pero Leo si había escuchado lo que el vocalista había pronunciado, "Aun piensa en ese día", "No lo ha olvidado". Era lindo de alguna forma saber que aun seguía ese recuerdo en su mente, que no había sido cualquier cosa para él, tal vez significaba algo más.

—Bueno, le dije que tomamos la camioneta y yo creí que me mataría, pero ¡No! me dijo que para ese tipo de cosas podíamos tomar el auto, que no había problema. ¿Qué les parece?.

—¡Qué bueno!, así no me sentiré culpable de haber manejado esa tarde —agrego el rapero.

—Era lo menos que podía hacer, después de lo que le hizo a Leo —dijo Hyuk, dándole un gran mordisco a la pizza.

La plática siguió fluyendo mientras todos comían, menos Leo; quien solo partía la pizza en trozos para que luciera mordisqueada, tenía las manos llenas de salsa y queso, no tenia apetito, como muchas otras noches. Los miembros poco a poco terminaron de cenar y se levantaron de la mesa, todos subieron al segundo piso y comenzaron a hacer diferentes cosas; navegar por internet, recostarse a ver televisión y bañarse. Leo seguía sentado en la mesa y estaba esperando a Ken que subiera, se encontraba en la sala buscando algo en su bolso, Ken giro el rostro y observó a Leo aun en el comedor, lucía un poco preocupado, el vocalista decidió acercarse y verificar un poco.

—Leo ya voy a subir a mi cuarto, ¿Por qué tardas tanto? ¿Ocurre algo? —pregunto preocupado.

Leo levanto su mirada y observo serio a Ken.

—No pasa nada, solo prefiero comer solo —sonrió ligeramente.

—Bueno... subiré ya a mi cuarto, cualquier cosa me hablas —dijo mientras se despedía moviendo la mano, Leo le respondió el saludo haciendo lo mismo y vio como Ken se perdía en las escaleras. El pelinegro lanzo un gran suspiro y limpio sus manos con una servilleta, se levanto de la mesa y tomo los trozos de pizza guardándolos en la caja, muy listo para tirar todo en la basura.

Ken a la mitad del camino recordó que había olvidado su bolso abajo, se dio un pequeño golpe en la frente y bajo de muy mala gana de nuevo, cuando llego abajo se percato de la ausencia de Leo en el comedor, y escucho unos ruidos extraños en la cocina, tomo su bolso y dio pequeños pasos rumbo a la cocina para inspeccionar un poco, al llegar ahí se llevo una gran sorpresa. Leo se encontraba de rodillas frente al bote de basura tratando de meter la enorme caja que se resistía a entrar, trataba de hacer el menor ruido posible.

—¿Qué diablos haces? —la voz de Ken alarmo a Leo quien se levanto de un salto con las manos arriba, como si se declara inocente de todo.

—Yo... bueno.. emm... —Leo no podía articular palabra, estaba muy nervioso.

Ken lo observo raro y camino hacia él haciéndolo a un lado y sacando la caja del bote de basura, la puso en la barra de la cocina y abrió la tapa, llevándose una gran sorpresa. Se encontraban los trozos de pizza de Leo, completamente intactos, no tenían ni siquiera aderezo, mucho menos mordidas, Ken abrió los ojos como platos y volteo su mirada hacia el mayor.

—¿Qué significa esto? ¡No comiste nada! —pregunto alarmado.

—No tengo hambre —alzo los hombros—. No es para tanto.

—Creí que eran alucinaciones mías, pero si estas más delgado —se acerco a Leo y le tomo los brazos, acariciándolos de arriba abajo—. Mira nada mas te sientes tan frágil y luces cansado, ¿No te estás alimentando bien verdad? —le miro con un brillo de preocupación en los ojos.

—¡Suéltame! —Jalo los brazos soltándose del agarre—. A ti que te importa si como o no, preocúpate por tu vida y déjame en paz.

—¡Como puedes decirme eso! —Puso la mano en su corazón—. Quien sabe cuántas noches llevas haciendo esto, alimentándote mal, con razón siempre eras el ultimo en terminar y yo como estúpido no había sospechado nada —volvió a tomarlo entre sus brazos, acariciando cada parte de él, pasando sus manos por la cara, brazos, y pecho, tocando con preocupación ese frágil cuerpo entre sus manos, sentía que desmayaría y lo perdería en cualquier momento.

Leo se sentía un completo idiota, el ver a Ken tan preocupado, lucia tan triste y todo de nuevo por su culpa, ¿Cómo había sido capaz de tanto?, estaba acabando con su vida e inconscientemente estaba haciendo sufrir al castaño. Los ojos de Leo comenzaron a brillar y le temblaron las piernas, Ken le observo fijamente y noto una gran fragilidad, lo tomo con fuerza y lo abrazo a su pecho, Leo rodeo el cuello de Ken y comenzó a acariciarle el cabello, mientras Ken frotaba la espalda de Leo formando círculos, El mayor lanzo un gran suspiro y se contuvo de llorar, Ken lo llevo con él y lo sentó en el comedor.

—No me voy a mover de aquí hasta que te comas la pizza, y escucha muy bien lo que te voy a decir —lanzo un gran suspiro—. De hoy en adelante me quedare contigo hasta que termines tu comida, no te voy a quitar la vista ni un segundo, quieras o no —Ken cruzo los brazos y camino hacia la cocina, tomo la caja y calentó la pizza en el microondas, Leo le observaba con una ligera sonrisa.

"Se ve tan hermoso enojado".

Ken regreso con las pizzas en un plato y se sentó frente a Leo observándolo fijamente, el mayor tomo un trozo de pizza y lo llevo a la boca, masticando con desespero, a decir verdad si estaba algo hambriento. Ken miraba sonriente la forma de cenar de Leo, se estaba ensuciando la cara pero aun así lucia hermoso, mientras Leo masticaba algunos trozos, Ken untaba de aderezo los demás pedazos, después de unos minutos el pelinegro ya había dejado el plato vacio.

—¡Que buen niño! Así me gusta —se acerco a él y limpio con una servilleta la suciedad de su cara. Camino para dejar el plato y regreso al comedor con Leo.

—Por favor no le digas al líder esto —agacho su mirada.

—No le diré con una condición —Ken levanto la ceja mientras Leo le observaba, ¿Ahora qué tramaba?.

—¿Cuál condición?

—Que mañana en la tarde salgas conmigo —le giño un ojo mientras hacia un tierno aegyo.

—¿Salir? ¡¿Tú y yo?! —dijo un poco sorprendido.

—Ajam, te invito una nieve, ¿Qué te parece?.

—Emm.. ¡Bueno! —se levanto de la mesa y se puso frente a Ken.

—¡Yuju! —Dio un pequeño salto—. Creí que sería más difícil convencerte, me alegro que aceptaras —se acerco mas a Leo y le golpeo el pecho con el dedo índice.

Ambos vocalistas sonrieron y se fueron juntos al segundo piso, despidiéndose en el pasillo y entrando a sus respectivas habitaciones. Leo puso su bolso en el buro y fue al baño para bañarse y lavarse los dientes, cuando salió Hongbin ya estaba acostado en su cama, Leo dio unos pasos para apagar la luz del cuarto, quedando solo con la luz de la lamparita del buro, se acostó en la cama y se quedo mirando el techo. Ken lo había invitado a salir, trataba de no hacer alboroto por eso, pero era inevitable, estar con Ken a solas sería algo lindo y tentador a la vez, después de lo que había pasado esperaba que no fuera un momento incomodo, donde ambos no tuvieran nada que decir y el silencio fuera el principal protagonista, cerró los ojos tratando de olvidar eso y concentrándose en el mañana.

Las horas pasaron aprisa y al gran momento llego, Leo abrió los ojos y lo primero que pensó fue en Ken, ¿Había dicho lo de la cita en serio?, la inseguridad del pelinegro se estaba haciendo presente, se mentalizo y propuso no entusiasmarse con algo que probablemente no sucedería, no quería lucir desesperado y no le iba a comentar absolutamente nada. Era la 1:00 de la tarde, ¡Vaya que había dormido! Estaba aprovechando muy bien las horas de descanso, observo a su alrededor y Hongbin ya no estaba, seguramente se encontraba abajo con los demás. Leo se levanto y comenzó a buscar en el closet que ponerse, quería lucir bien para Ken, después de sacar casi toda la ropa del closet, se decidió por un pantalón entallado gris con cuadros en color negro, una camiseta de manga larga color blanco con el cuello azul y unos zapatos negros picudos de gamuza, guardo lo demás y se metió a bañar, al salir se puso la ropa y se observo en el espejo, lucia bien, tal vez demasiado presentable para un "día normal", llevo las manos a su camiseta y se desabrocho los primeros dos botones, dejando ver un poco su piel, camino hacia el tocador y se perfumo, le gustaban los aromas fuertes a diferencia de Ken, que prefería los aromas dulces y frutales. Termino por estar listo y salió de la habitación, bajando y encontrando a todos los miembros, menos a Ken.

—¡Woow! Qué guapo —chiflo y aplaudió el rapero Ravi.

—¡Cállate! Estoy normal como todos los días —replico Leo observándose a sí mismo, no quería lucir demasiado presentable y que su atuendo gritara a los cuatro vientos: "Tendré una cita".

—Eso no es cierto, te miras muy bien vestido —dijo Hyuk caminando alrededor de Leo.

—¿Acaso vas a salir? —pregunto Hongbin.

—N-noo —respondió nervioso.

—Pues te pusiste muy guapo el día de hoy —el líder lo miro de pies a cabeza y le giño el ojo.

—¡Dejen de mirarme! —Leo tapo su rostro con las manos.

—Luces sexy —añadió Hongbin.

—¿Se-x-y? —la voz de Leo se entrecorto, y miro apenado a Hongbin, quien solo le brindo una sonrisa de oreja a oreja.

Leo se sentía avergonzado pero satisfecho, al parecer el atuendo era el adecuado, esperaba con ansias que Ken pensara lo mismo, el también estaba un poco desesperado y ansioso por ver como lucia el castaño. Leo camino y se sentó junto a Hongbin, mientras trataba de forma natural unirse a la plática.

—¿Por qué Ken no ha bajado? —pregunto Ravi.

—Se estaba bañando —añadió Hyuk—.Pero ya tardo demasiado, iré a ver qué sucede —se levanto del sillón y camino hacia las escaleras, al llegar arriba el pequeño abrió la puerta y se encontró con Ken frente al espejo modelando un poco.

—¡Tu también! —chillo Hyuk.

—¿Yo también que? —pregunto extrañado mientras acomodaba su cabello.

—Es que Leo se vistió muy bien el día de hoy y ahora que te miro tu también lo estas, ambos se miran muy guapos, ¿Qué les sucede? —arqueo la cejo mientras hablaba.

—Siéntate y te contare —el pequeño Hyuk de inmediato corrió a su cama y se sentó.

—Ayer en la noche invite a Leo a comer una nieve y el me dijo que sí, creo que esta ropa no es la ideal solo para una pequeña cita en las nieves, pero es que quiero lucir muy bien para el —se sonrojo y agacho la mirada mientras hablaba.

—¡Awww! No me matan de amor —cubrió sus mejillas con las dos manos mientras contemplaba a Ken.

—¿Cómo esta vestido Leo? —pregunto curioso.

—Tendrás que verlo por ti mismo, luce realmente atractivo.

—El siempre se mira atractivo —suspiro—. Solo espero no ponerme demasiado nervioso cuando lo vea.

—¡Olvídate de eso! El nerviosismo no puede ser protagonista en la cita, recuerda lo que debes hacer el día de hoy —sentencio el Maknae cruzándose de brazos.

—¡Ya lo sé! Y lo hare, no puedo perder más tiempo —Ken se miro por última vez antes de salir de la habitación, Lucia bien, traía un pantalón entallado color café oscuro, y un saco color hueso de cuello "V" que mostraba gran parte de su pecho, y unos zapatos café claro con agujetas azules, el pequeño Maknae se levanto y le paso el bote de perfume, el castaño se echo un poco quedando impregnado de un delicioso olor a Vainilla y fresas.

Ken y Hyuk bajaron juntos a la sala y la mirada de Ken fue directo hacia Leo, observándolo de pies a cabeza, ¿Cómo alguien podía ser tan bello?, Leo también miraba a Ken y sintió como su corazón palpitaba tan fuerte, lucia simplemente hermoso, tan varonil y guapo, Leo creía que se desmayaría, ese bello chico tenía que ser suyo, solo para él y nadie más.


Broken Arrow (Keo -Vixx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora