Me llamo Aaron, tengo 13 años.
Voy a empezar a contaros la historia desde que yo tenía 10 años.
Era una tarde gris, había acabado mis deberes e iba a jugar un poco con el balón.
Me divertia solo, pero empezó a llover. No quería mojarme así fui al porche de mi casa e intenté entrar dentro, no pude. Era como si algo estuviera tirando desde dentro.
Empecé a llamar a mi madre a gritos, pero no conseguí nada.
Pensé que lo mejor sería esperar en el porche. Una de las veces que alzé la cabeza fije la vista en la ventana y había un rostro, pero no logré diferenciar su cara de su cuerpo. Era completamente negro, era por eso.
Supuse que era mi madre y no le di importancia. De repente, oí golpes en la puerta desde dentro.