Capítulo 10

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  Esta ves acepté sin pensármelo dos veces. Cuando entramos a su habitación Johnny me ofreció algo de beber y los dos nos sentamos en un sillón que parecía de dos plazas. El silencio se adueñó de nosotros por unos instantes, hasta que esta ves yo decidí romper el hielo.
_ Y cuéntame, ¿por qué decidiste venir a visitar este lugar?
_ Bueno, en realidad no vine por nada en especial. Sólo había algo que me impulsó y necesitaba tomar un poco de aire nuevo - dijo mirándome pensativo. Luego levantó el vaso.
_ Brindemos
_ Bueno, ¿y por qué quieres brindar?
_ Hoy sólo por el destino - dijo notando ese brillo que tanto me gustaba en sus ojos café.
Luego de unos segundos nos quedamos mirando una película ya empezada en la tele que se encontraba a una poca distancia del enorme sillón. Al darme cuenta Johnny había cerrado sus dulces ojos invitado por el sueño, no pude evitar quedarme mirándolo por unos segundos, hasta que pasados unos minutos me levanté en busca de una manta para taparlo. Por suerte dí con la habitación indicada y al volver pude ver como se había acomodado instintivamente a lo largo del sillón.
Parando un momento me acerqué a oír su respiración la que era suave y acompasada. Me acerqué silenciosamente para colocarle la manta que tenía en mis manos, pero sin querer tropecé y caí en el sofá. Temí haberlo despertado, por lo que me quedé muy quieta por un momento y viendo que estaba acostado sin moverse me dispuse a levantarme, pero al instante él se movió para acomodarse y me atrajo hacia él al mismo tiempo que colocaba sus brazos al rededor de mi cuerpo.
_ No te vayas, por favor - dijo susurrándome y posando un beso sobre mi frente.
Me atrajo un poco más hacia él y siguió durmiendo. Era más de lo que pude haber imaginado en sueños y, temiendo despertarlo, continué así recostada en su pecho. Luego tomé la pequeña manta para cubrirnos y cerré los ojos. "Sólo un par de minutos más" me dije.  


El día que TODO cambióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora