sora estaba al borde de la torre del maestro yen-sid, acababa de hacer el examen para maestro de la llave-espada junto a su mejor amigo riku, pero solo este ultimo logro obtener el titulo, esto hizo plantear a sora el por que el no lo habia logrado, y se dio cuenta de que su corazon no era tan fuerte como el de su amigo, asi que, si queria volverlo mas fuerte necesitaba entrenar mucho mas para asi lograr obtener aquel deseado titulo, por ende, planeaba viajar de nuevo a aquellos mundos ya visitados, para lograr fortalecerse tanto en corazon como en habilidades
-bien...¿adonde ire primero?...- el pelicastaño se encontraba al borde del abismo que eran aquellas tierras, cuando el tren de tono violeta que lo llevo alli la primera vez aparecio de repente. el pelicastaño lo miro segundos antes de que este abrieran sus puertas, sora entro sin pensarselo mucho, las puertas cerraron y el tren comenzo a andar. luego de unos minutos una brillante luz blanca atravezo las ventanas del tren y solo alli sora cayo en cuenta hacia donde se dirigia: villa crepusculo, el tren se detuvo en la estacion central, al salir el chico pudo ver, desde la plaza de la estacion, como el sol parecia querer bajar por las lejanas y verdes colinas, pero que no lo hacia, giro hacia la derecha, hacia donde recordaba se encontraba la colina del mercado y vio una entrada con un numero 5 inscrito en la parte superior, aquella era una de las tantas entradas al subterraneo de la ciudad, que servia como atajo hacia cualquier lugar, sora se dirigio alli, bajo a la estacion, donde no vio nada peligroso y salio por la puerta con el numero 3, apareciendo en la callejuela- quizas esten en el lugar de siempre...-
-vaya...hayner, pence y olette no se encuentran aqui...- el joven coloco sus manos en su nuca en señal de no estar muy preocupado- vaya, es una pena...bueno, pues entonces ire a ver si encuentro algo para ponerme a entrenar...- el joven portador de la llave-espada salio, encontrandose en medio de la callejuela otra vez- quizas en el solar pueda encontrarlos...- se dirigio con paso ligero hacia donde podia ver la permanente y casi eterna puesta de sol, pasando junto a la puerta de una casa, se detuvo,y la quedo mirando fijamente, algo en ella le llamaba la atencion y no podia parar de mirarla, alzo la vista hacia la ventana que estaba abierta de par en par, y una enorme nostalgia se apodero de el, no sabia por que aquel lugar le estaba causando aquello, no recordaba haberlo visto antes, se asusto, quito la vista y bajo las escaleras hacia el solar
-vacio tambien...supongo que ni los sincorazon ni los incorporeos han vuelto por estos lares...tendre que volver a la torre del maestro, quizas pueda abrir la ruta hacia otro mundo para entrenar un poco...- se giro para volver al lugar de siempre, y pudo ver a los 3 chicos, hayner con su camiseta negra y su chaqueta sin mangas, sus pantalones cortos y zapatillas, pence, cabello oscuro con una cinta anti-sudor, una gran camiseta de basketbolista roja con un perro en ella y unos jeans azules, y olette, con una blusa anaranjada con motivos florales, pantalones hasta la mitad entre la rodilla y los pies, de color mostaza y unas zapatillas como los otros 2, estaban conversando animadamente y llevaban unos bolsos con ellos
-hola chicos!!!- sora se acerco alegremente al trio, que al verlo le sonrio de vuelta
-hey sora...¿cuanto tiempo ha pasado?....-pregunto hayner
-y que lo digas...- respondio el pelicastaño con una sonrisa
-¿lograste encontrar a kairi? ¿y a riku?...- pregunto olette
-oh claro y tambien logramos vencer a xemnas...- los 3 lo miraron confundidos- xemnas era el incorporeo de ansem, bueno, del falso ansem, el que exilio al verdadero ansem al reino de la oscuridad y tomo su nombre para seguir con los experimentos y asi descubrir la verdadera naturaleza del corazon, pero que termino cediendo a esta...esto genero 2 variantes de el, el sincorazon ansem, que controlo a mi amigo riku antes de que yo lo tuviera que vencer y a xenmas, que es el incorporeo del falso ansem, el era el que estaba detras de la organizacion XIII y los estaba usan-