El club del Odio

El Comienzo del Expediente/caso 1 (parte 3): Paula Green

Llegamos a la comisaria, allí se llevan a Carlos para hacerle unas preguntas mientras yo espero sentada.

Tras media hora me llaman a mi.

- Hola señorita...- enpieza diciendo un hombre bajo, de mediana edad.

- Green, Paula Green- contesto.

- ...Green. Soy el comisario Foster- continua el hombre-. Digame, ¿que estaban haciendo antes de descubrir el cadáver?

- Estabamos en mi casa haciendo las tareas de clase y estudiando, entonces Carlos recibió una llamada de su padre y al parecer se cortó- contesto-. Entonces nos dirigimos a casa de Carlos y nos encontramos el cadáver.

- Bien, ¿entonces no sabes quien pudo hacer eso?- pregunta el comisario

- No, ya le dije que estaba asi cuando llegamos y no sabemos quien pudo hacerlo- respondo.

- Bien, ya puede reunirse con su amigo. Esperen en la sala y no se muevan- responde el comisario.

Me levanto y me reúno con Carlos. Pasamos mas de media hora sin decir palabra, en total silencio.

Hasta que aparece el chico nuevo, al parecer esta esposado.

- Espera aquí- le ordena el policia que lo ha traido

- Ho... Hola, ¿que haces aqui?- le pregunto.

- Me han detenido, ¿no lo ves?- responde él, con una sonrisa un poco extraña.

- Pero, ¿por qué?- le pregunto.

- Porque al final encontré a mis amigos, ellos me habian dejado de lado, me apartaron de su "grupo" y yo... ¡¡Me vengué de ellos!!- dice avalanzándose sobre mí.

Mi cabeza golpea contra el suelo, el chico trata de inmovilizarme, pero rápidamente Carlos lo aparta de mi.

- ¡¡Ni se te ocurra tocarla!! ¡¡Si lo haces te mato!!- grita Carlos.

Algunos de los policias llegan y se llevan al chico, Carlos se vuelve hacia mi y me ayuda a levantarme.

- ¿Estás bien?- me pregunta.

- Creo que si, solo me golpeé un poco la cabeza- respondo-. Gracias por ayudarme.

- No hay de qué- contesta-. Ahora mejor que te sientes y descanses. Los golpes en la cabeza son peligrosos.

Ambos nos sentamos. En ese momento llega un forense.

- Hola, traigo buenas y malas noticias- dice el forense-. Las buenas son que el cadáver encontrado no es el padre de Carlos, sino otra persona. La mala es que su padre es sospechoso de asesinato y estará en busqueda y captura.

- Pero es imposible que mi padre haya matado a ese hombre- contesta Carlos-. Él no sería capar de hacerle daño a nadie.

- Puede ser... Pero últimamente estan pasando cosas extrañas- responde el forense.

''Demasiado extrañas''- pienso

- Bien, ya pueden irse a casa- dice el forense-, por ahora no los necesitamos.

Carlos y yo salimos de la comisaria.

- Si quieres puedes dormir en mi casa- propongo-. Desde que mi hermano se fue a la universidad hay una habitación libre.

- ¿Seguro que no le importará a tu madre?- responde él.

- No creo, a esta hora nada le importa.

- ¿A qué te refieres?

- Ya lo verás...