Capitulo 1:Un Dia Te Conocí (Parte1)

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Todo ese tiempo Eren se había preguntado cual seria la verdadera salida, porque puertas no habían. Hasta que un día descubrió que la pared subía hacia arriba mediante un difícil y complicado mecanismo instalado para ese propósito con la ayuda de una pequeña llave.

Incluso si salir se hacia difícil escapar de ahí ya era una misión imposible,todos sus antiguos amigos lo creían muerto gracias a la pelinegra, nadie iba a ayudarlo.

—¿Eren? ¿Ya despertastes?—pregunto una muchacha de cabello castaño y ojos del mismo color, acercándose con cautela a su celda con la bandeja del desayuno.

Se trataba de la empleada de confianza de Mikasa. La única persona que tenia permitido entrar a la habitación, la única persona que tenia la otra llave de ese lugar.

Sasha deposito la bandeja sobre un agujero deslizante en la pared especialmente diseñado para pasarle la comida al castaño, junto a los alimentos habían un vaso de agua con una pastilla. Mikasa siempre vigilaba que el se la tomara a diario, pero pocas veces como hoy Sasha era la vigilante.

Eren comenzó a desayunar luego de tomar el vaso de agua con aquel medicamento, la chica castaña recibió la bandeja vacía y salio para limpiar el resto de la casa. Espero pacientemente unos instantes y luego saco la pastilla de la palma de su mano para ocultarla junto a otras cinco que tenia, fuera lo que fuesen lo mantuvieron tranquilo y dócil hasta el día de hoy, seguro que cinco de esas podrían dejar a alguien completamente dormido.

                               †

La empleada le trajo la cena antes del anochecer. Esta vez no se quedo observando sino que colgó la llave en un extremo de la ventana para limpiar toda la habitación. Rápidamente el castaño mezclo su bebida con las cinco pastillas observando de reojo la pequeña ventana.

—¿Terminaste? —pregunto ella acercándose.

—Casi. Pero este jugo no me gusta —dijo el castaño extendiendo el reluciente vaso.

—Quizá este amargo —Sasha se bebió la mitad del contenido con una sonrisa en el rostro que se tenso al terminar todo el liquido—. Esta asqueroso, lo siento Eren la próxima vez lo haré mejor.

Eren se dirigió hasta su cama sin decir nada, simplemente encendió el televisor cambiando de canal de vez en cuando. Sasha fue sintiéndose mareada mientras aspiraba, minutos después se quedo dormida sobre el sofá.

Fue ahí cuando la pared se accionó, abriéndose con lentitud.

                              †

Dentro del armario de Mikasa pudo encontrar lo necesario para salir. Un vestido negro corto sin mangas, un abrigo plomo que ocultaría las cicatrices de su cuerpo y unos zapatos. Decidió mirarse en el espejo, se veía ridículo vestido de esa forma.

El sol se oculto detrás de los edificios mas altos, frente al espejo la apariencia de Eren cambio como cada día a esa misma hora, el castaño bajo su mirada hasta su pecho quedándose estático unos instantes, ya no se veía tan ridículo con esas ropas femeninas incluso podrían decir que le quedaban bastante bien.

Solo había un problema.

No tenia ropa interior y ni muerto se pondría algo de Mikasa.

—Lo único que importa es que podre salir —murmuró en voz baja sorprendiéndose por el cambio de voz tan repentino. La verdad nunca le intereso contemplar su "otra" forma, quizá por eso se sentía extraño.

Solo tendría unas cuantas horas para poder ver el exterior, el mismo sabia que era imposible escapar de Mikasa, la pelinegra lo buscaría hasta encontrarlo e incluso podría hacerle daño a Sasha por dejarlo escapar. Por eso planeo las cosas con mas calma, saldrían solamente unas cuantas horas para averiguar que fue lo que paso con sus amigos,luego volvería antes del amanecer, un simple plan nada peligroso y ligero para luego volver a su celda como si nada hubiera pasado.

No solo era eso lo que le preocupaba, tranquilamente podría salir y pedir ayuda pero otro sentimiento lo embargaba, ese sentimiento con el que vivió todos esos años recluido sin poder ver a nadie. Tenia miedo.

Bajo a través del ascensor quedándose completamente helado al ver tanta gente que vivía en aquel hotel, la puerta de salida le pareció enorme y siniestra, esos diez años le habían privado de cualquier sentimiento ajeno al dolor y al miedo.

Sus manos temblaron al tocar la puerta, por primera vez en su vida quiso llorar de alegría, iba a ver el cielo otra vez, podría respirar aquel aire de libertad otra vez.

Salio con decisión.

El miedo invadía cada centímetro de su cuerpo mas que todo al sentir la mirada de muchas personas sobre el, su apariencia era visiblemente llamativa. Sin pensarlo dos veces bajo la mirada al suelo y corrió sin que le importara nada. Al fin y al cabo era de noche y su cuerpo ya había cambiado, tenia una oportunidad para escapar y no pensaba desperdiciarla.

—Llegaré tarde … no quiero excusas Hanji … ¡Ya te dije que no, maldita sea! ... —gritó un hombre pelinegro que se encontraba parado en una esquina, su secretaria lo había llamado otra vez.

Un aura oscura lo cubrió de manera asesina.

Pocas veces se molestaba tanto. Quiso lanzar el teléfono hacia la carretera cuando de pronto vio como una muchacha corría hacia el desde el otro lado de la calle.

Ambos cayeron, no, ambos rebotaron literalmente hacia el duro suelo de cemento.

—¿Qué demonios te sucede? ¿Acaso te volviste loca? —pregunto el pelinegro tratando de incorporase del piso, su teléfono estaba partido a la mitad. El dolor de cabeza lo ataco con mas fuerza, tentándolo a desquitarse con aquella extraña chica que chocó contra el.

La castaña comenzó a lloriquear desde el suelo sin atreverse siquiera a levantarse. Rivaille se fijó en sus bonitos ojos verdes que relucían a través de las lágrimas, también tenia una esbelta figura. Esa chica quienquiera que fuese era simplemente hermosa.

—Lo siento mucho—susurró la castaña en voz baja. Sus ojos se llenaron de lágrimas y comenzó a llorar.

Luego de diez años de encierro, ese sujeto de traje negro y ojos amenazadores era la primera persona con quien hablaba, la primera persona a quien veía sin sentir miedo o rencor. Eren secaba sus ojos con frecuencia para que nadie viera sus lágrimas pero era imposible, volvió a disculparse una y otra vez recogiendo el móvil del suelo y alcanzandoselo al pelinegro que no dejaba de mirarlo.

Rivaille salio de su ensueño al sentir la mirada de varias personas que los habían rodeado. Claramente todo apuntaba a que el era un acosador que hizo llorar a aquella muchacha. Se horrorizó de solo pensar en todos los comentarios que podrían salir del lugar, sabia que si perdía el control para mañana los reporteros lo aplastarían sin piedad.

Tenia que pensar en algo, y tenía que ser rápido.

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Un día te conocí II

No digas que me amas a menos que así sea, porque yo podría cometer la locura de creerte.
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Porfavor, no dejen de leer, se que puede parecer un poco tedioso, pero es necesario para la historia, y para las fujoshis, no se alejen ;-; que haya un poco de heterosexualidad por aquí no quiere decir que así es toda la historia.

Con amor la tía Rangiku <tres :v

4 Dias Para Amar (Riren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora