Todo esta bien. Sigo en mi cama, el sol entra por mi ventana.
Se oyen voces, lejanas, me suenan conocidas, pero no logro reconocerlas.
Mi cuerpo esta entero, sigo vivo, respiro... *fue sólo una pesadilla* me digo a mi mismo.
No habia sentido esa sensación de pérdida desde que era pequeño.
El reloj marcaba las 6:30, era extraño, la alarma sonaría a esa hora pero nada. Estaba todo demasiado tranquilo.
Me levante y mis piernas respondieron bien, hasta que el sol de la ventana me dio fijamente en el ojo.
-maldito- dije con los ojos cerrados.
Al abrirlos me marie, y casi caigo al suelo. Pero me sostuve, quizás en el aire, no lo sabía pero seguí mi camino sin darle importancia. Llegué a la cocina, algo olía muy rico. Mi desayuno favorito sobre la mesada, tostadas y cafe, pero sólo una persona sabía que era mi favorito.
Entonces la vi, parada frente a la mesada, con una sonrisa enorme, con mis boxers y mi camisa, era...mi ex.
-¿!como entraste, y porque llevas mi ropa!?- le grite, ella pegó una salto del susto.
-yo...hola amor, venía a devolverte unas cosas y me imagine que querrías desayunar tu plato favorito. Lo siento, me iré.-
-...¿que venías a traerme?-
-emm...unas...unas cosas que habían quedado en mi casa.- me extendió una paquete.
-¿y te llevarás mis boxers y mi camisa?-
-oh, lo siento.- Dijo y comenzó a desnudarse, me extendió las dos prendas, y se volvió a vestir.
yo sólo observaba, asombrado, no veía su cuerpo desnudo desde que terminamos hacia meses.
-gracias- le dije
Estaba por desaparecer en la oscuridad de la calle cuando me dijo.
-cuidate...- y se esfumó.
*Que hora es?* me preguntaba, mire mi reloj, eran las 12:30 de la noche.
*¿!Como es esto posible?!, estaré...soñando?...*