Te Soñe Por Siempre (Segunda Parte De "Esa Bonita Pesadilla")

30: ¿Quieres...?

*Elay Pov*

El lunes, cuando estuve con Claire en mi habitación, una idea empezó a formarse en mi cabeza y en toda la semana no me dejó en paz.

Tenía que pedirle que fuera mi esposa. No me importaba que fueramos muy jóvenes, no me importaba lo que dijeran los demás, simplemente quería que ella fuera mi esposa.

Así que cada vez que me pregunto que me pasaba, le daba alguna vaga respuesta y al instante me arrepentia, porque de algo que estaba muy condenandamente seguro, era de que Claire, no era estúpida.

Pero lo que llenaba mi cabeza en estos días, era en idear como hacerle la propuesta. Le pregunté a Roy y no tenía ni puta idea, aunque me repitió una y otra vez que estaba loco, al final cedió en ayudarme.

Un restaurante fino y elegante, era muy utilizado; algo romántico en nuestro departamento, eso ya lo había utilizado en san valentín; una salida a un bonito lugar, tampoco me gustaba. También tenía los boletos para el viaje que teníamos pensado hacer en verano, pero faltaban unos meses para eso y yo no quería esperar por más tiempo.

*Claire Pov*

No se que era lo que estaba mal, pero Elay había estado actuando raro estos últimos días y eso me tenía algo preocupada. Parece que su cabeza estaba en otra parte cada vez que le hablaba. Le hacia alguna pregunta y me deba respuestas cortas. Eso era todo. Estaba llegando al borde y por supuesto tenía mis dudas.

Le pregunté mil veces y me decía que nada, o que Wes los estaba explotando laboralmente, aunque por supuesto, no le creí.

Estaba un poco cansada, pero tenía fuerzas para hacerle frente a lo que sea que estuviese ocupando su cabeza estos días.

Esa tarde me fue a buscar como todos los días y estaba esperándome junto al auto.

- hola cariño - saludo con una sonrisa. Le dediqué una sonrisa de mala gana y entre al auto. Prometí no mostrarme furiosa, pero no pude evitarlo.

- ¿qué esta mal? - dijo el al cerrar la puerta, ya que la ventana estaba abierta.

- nada, ¿podemos irnos? - no lo mire, aunque el si lo estaba haciendo como esperando una respuesta. No dije nada, el rodeo el auto y subió.

- ¿por qué estas molesta?.

- no lo se, dímelo tú - desafie.

- ¿qué tengo que decirte? - pregunto y lo mire. Tenía tantas ganas de golpearlo.

- ¿qué tienes que decirme?, ¿en serio quieres que empiece?.

- no estoy entendiendo nada.

- ¡¿quieres tener esta conversación en el auto?! - estaba gritando un poco. El guardo silencio - vámonos por favor.

- no hasta que me digas que esta mal, porque si alguien...

- nadie, vámonos ahora Elay - desvíe mi mirada y cruce mis brazos.

- habla conmigo, dime ¿por qué estas molesta? - tendría que haber sabido que el no cedería, asi que solo me encogi de hombros - ¿qué hice? - sonó inocente.

- ¿qué hiciste? - me voltie para mirarlo - has estado actuando raro todos estos días, te hablo y apenas me escuchas; te pregunto algo y me das vagas respuestas, estas distraído y pareciera que no quisieras decirme que es lo que pasa - tenía que tranquilizarme un poco, si quería llegar al fondo de todo esto.