Milo atravesaba el bosque de camino de regreso al santuario cuando vio que no era el único en elegir aquel sendero, al desviar levemente la mirada noto al caballero de acuario recostado sobre la base de un árbol leyendo; los rayos del sol que se colaban entre los arboles iluminaban su cabello al tiempo que una suave brisa movía levemente algunas hebras de este.
Automáticamente quedo embelesado ante tal imagen, al igual que cada vez que lo encontraba por casualidad en cualquier parte del santuario.
Era algo que ocurría desde el primer día en que lo vio llegar al refugio: el pequeño aspirante a caballero de escorpio se encontraba escondido detrás de una roca en la salida de su templo cuando al asomarse vio ascender al caballero de acuario y a su lado lo que para él era un hermoso ángel de tez blanca y largos cabellos aguamarina.Cuanto había luchado para sacarle siquiera una palabra al frio y distante francés pero aun así poco a poco fueron entablando una relación hasta convertirse en grades amigo a pesar de que el deseo de Milo era ser algo mas prefería conformarse con ese titulo a tener que vivir alejado de su amado copero...pero tal vez era hora de intentar hacer algo al respecto.
-Milo ¿que haces ahí?-emitió en tono parco Camus sin quitar la vista de su lectura
-eto...yo...lo siento no quería interrumpirte. Te veías tan concentrado-dijo algo nervioso mientras bajaba la cabeza.
-no importa-bajo el libro y dirigió la mirada a su compañero-y ¿que te trae aquí?
-en realidad solo pasaba
-ah-emitió en tono neutro apunto de volver a su lectura cuando fue interrumpido
-pero...-quedo en blanco todo pensamiento en su mente se dio a la fuga y no sabia como seguir su frase.
-¿pero?
-...pero ¿que tal si te invito a cenar ya que nos encontramos?- ni él podía creer lo que acababa de decir, un leve tinte carmín surco su rostro. Solo quería hacerle compañía por mas tiempo al acuariano no importaba como.
-¿tu cocinas?-pregunto escéptico levantando una ceja.
-si claro-sonrió para ocultar su mentira
-¿desde cuando?-volvió a cuestionar en el mismo tono, algo le sonaba extraño
-desde siempre es una especialidad secreta que tengo-volvió a mentir a pesar de la voz en su cabeza que no dejaba de decir cierra la boca.
-bueno, siendo así acepto- se levanto y comenzó a caminar-hoy a las 9 ¿esta bien?-pregunto pasando a un lado de Milo.
-si es perfecto-mostro una gran sonrisa tanto para convencer a Camus como a si mismo
-bien, te veré en tu templo entonces-dijo emprendiendo el paso hacia el santuario mientras levantaba en alto la mano a modo de despedida.
20:20 pm templo de escorpio
Todo se encuentra en silencio, el recinto esta impecable todo ordenado y limpio bueno todo si no se mira la cocina; este lugar es un desastre hay manchas por todos lados, utensilios de cocina apilados y sucios a mas no poder en la pileta, sobre la cocina una asadera con algo que al parecer alguna vez fue un pollo pero ahora era una bola negra con rodajas de papas a su alrededor pegadas en la base de la fuente debido a que estaban cortadas muy finas y en el aire un extraño olor a quemado ya algo atenuado debido a que antes de irse el caballero de escorpio dejo la ventana abierta.
Unos minutos después el dueño del templo regreso con un paquete en las manos, busco un reloj y suspiro al ver que aun tenia unos minutos, pocos pero los suficientes para estar listo poco antes de la llegada de su invitado en ese momento odiaba que este sea tan puntual.
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Una cena
FanfictionMilo organiza una comida para dos aun que Camus no esta muy seguro de que eso sea posible. Yaoi