Ahí estaba ella de nuevo, otra noche con amigos y cerveza, solo que esa vez no estaba feliz.
La vida fue buena un tiempo con ella, pero después todo cambió.
Justo cuando pensó que la vida no podía odiarla más, él llegó a su vida, trayendo consigo felicidad, paz, pero sobre todo amor.
Melissa no se encontraba bien, y quién iba a estar justo cuando sus padres se están divorciando, aún así, a ella solo le bastaba con ver su sonrisa para sentirse mejor.
Dan, su novio, el amor de su vida, su felicidad resumida en una persona. Era más que su novio, era más que el amor de su vida, era todo lo mejor del mundo junto en él. No, corrección, él era más que todo lo mejor del mundo.Él la amaba, ella lo amaba, ambos se querían de una manera que no era normal, era un amor puro, y sincero, era el mejor amor que podía existir, era un amor adolescente.
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-Y entonces Mel llego y le dijo "oh por favor para o creo que vomitare".- Risas se escucharon después de aquella pequeña historia que había contado un amigo de Mel para lo demás.- ¿Apoco no fue gracioso Mel?
-¿mande?.- contestó Mel desde su lugar . Estaban todos sus amigos y ella sentados en una escalera del edificio donde vivía Melissa, ella no estaba feliz, simplemente estaba distante y sería, decir que estaba triste era poco, estaba deprimida simplemente no quería hablar con nadie, Dan la convenció de salir con sus amigos, pensó que podía conseguir distraerla después de todo, le dolía verla así. No tuvo éxito, Mel estaba distante, era como si estuviera ahí pero a la vez no.
-que si fue gracioso, maldicion Mel, ¿acaso estas poniendo atención?.- Ella solo se limitó a mirarlo mal.
-Oh, sí, lo fue.
-Ja.- Su amigo, Ben, hizo una risita burlona con un toque de sarcasmo.- ¿eso es todo lo que dirás? Un "oh, sí, lo fue".-Imito su voz- Bien, ¿sabes que? Me largo.- Ben se levantó de su asiento y se posicionó enfrente de ella, Mel solo apartó la vista hacia el suelo, sabía lo que venía y Dan, solo se limitaba a ver desde una distancia de no más de 1 Metro, el también sabía lo que pasaba si Ben se enojaba, y eso sólo significa problemas, a decir verdad Dan no quería problemas más pero tampoco iba a permitir que lastimara a su novia.- ¿Crees que puedes venir aquí y hacerte la víctima en todo? ¿Por qué carajos debes de ser tan débil? Supéralo, no seas una niña, el amor no dura para siempre niña, tus padres se iban a separar tarde o temprano.- Ella sólo sintió como resbalaba la primera lágrima, aún así no dijo nada. Y eso era peor ya que al igual que Mel, nadie dijo nada.
- Bien, ya veo que no quieres hablar, así que adiós, odio verte así, me enfermas cuando estás así, vete de aquí, ve a dar lastima a otro lado.-
- Hey, no te atrevas a hablarle así pedazo de mierda.- Dan, había escuchado lo suficiente, y no iba a permitir que la ofendiera de esa forma.- Guarda tu "hombría" para otro momento marica.
Y adiós paciencia...
La lluvia de golpes no se hizo esperar. Dan soltó el primer golpe justo en la mandíbula de Ben, los demás chicos intentaban separarlos, pero era imposible, hasta la pobre de Mel intentaba hacer lo que fuera para evitar aquella pelea.
- ¡Basta! ¡BASTA POR FAVOR BEN!.- Gritoneaba Mel.- cuando por fin lograron separarlos, Ben le escupió en la cara a Dan y agregó señalando a Melissa.- ¡Todo esto es por tu puta culpa!, ¡no puedes ser más estupida joder!.- Ante sus palabras, Dan intentaba zafarse para golpearlo de nuevo, pero le era imposible lo tenían bien sujetado.- ¡Corre! ¡Lárgate a cortarte como siempre! ¡a nadie le importas Mel! ¡ni siquiera a tus padres! ¿Por qué crees que le importas a alguien! ¡corre! ¡vete a cortar tus estupidos brazos, pero ojalá esta vez sea lo demasiado profundo para que no vuelvas!.- Mel simplemente no pudo con sus palabras. Era lo más horrible que alguien le había dicho. Salió corriendo sin dirección alguna, solo quería ir lo más lejos posible mientras las lágrimas caían por sus mejillas nublandole la vista. Dan por su parte estaba más que furioso pero más que eso estaba preocupado por Mel por lo que pudiera hacer. Golpeó a Ben 3 veces, lo suficientemente fuerte para dejarlo inconsciente por unas horas, y fue en busca de Mel.
Tenía que admitirlo, tenía miedo. Sus demás amigos fueron detrás de él.Mel encontró un callejón oscuro, perfecto, pensó. Saco de su bolsillo la pequeña pero filosa navaja que siempre traía consigo en secreto. Se pego a la pared y se deslizó hasta caer al suelo húmedo y frío.
Puso la navaja sobre su muñeca izquierda, hizo presión lo suficientemente fuerte, antes de hacerlo, antes de tirar hacia atrás la navaja pensó en todo, pensó en sus padres, en su vida de antes, cuando era feliz, pensó en las palabras de Ben. Y jaló, jaló la navaja hacia atrás haciéndola gritar del dolor. La sangre empezó a brotar, jamás en la vida había visto tanta sangre, volvió a pensar en su vida, y lloro con las ganas, las lágrimas eran gruesas y ácidas, y entonces lo recordó, recordó a Dan, recordó todos los momentos a su lado, recordó cada cosa de él.
Desbloqueó su teléfono y busco una foto que se habían tomado hace poco, los dos habían ido al cine después de su aniversario, esa felicidad que sentían en ese momento la plasmaron en una fotografía, los dos salían sonriendo, tan felices, tan jóvenes, tan enamorados.
Mel empezó a sentirse débil. Se dejó caer hasta recostarse en el piso, puso el teléfono a un lado de ella, se quedo contemplando la pantalla de su teléfono y sonrío.
-Que guapo eres mi amor.- y es que para ella, él siempre fue el más guapo y perfecto de todos.
- ¡MEL! ¡MEL! ¡JODER! ¡MEL!-Llego corriendo Dan, había estado buscándola como loco y cuando la vio de lejos tiraba pensó lo peor.- ¡DIOS MÍO POR FAVOR DIME QUE ESTÁS BIEN! ¡DIOS MÍO MEL ESTAS SANGRANDO!.- Las lágrimas caían por su rostro.- ALGUIEN LLAME A LA AMBULANCIA! MALDITA SEA ALGUIEN!!.- Los chicos que venían detrás de él marcaron lo más rápido que pudieron.- Estas bien amor, por favor quédate conmigo, estarás bien pronto.-La tomo con cuidado y la recostó sobre sus piernas.-Quédate conmigo.- Le besaba la cabeza.-No llores, por favor.- Hablo Mel casi en un susurro.
-No hables, shh, shh, no hables, estarás bien.-Mel lo vio, y pensó que no podía estar más enamorada de ese chico.
-Recuéstate conmigo por favor.
-¿qué?.-Dan hizo que lo viera a los ojos.
-Recuéstate conmigo por favor, tengo mucho frío.- Dan la acerco más a él, y la abrazo con todas sus fuerzas, sentía que la estaba perdiendo y no podía hacer nada. Ella se acercó como pudo a su odio.
-Te amo Dan, te amo tanto
-Y yo a ti princesa pero por favor no lo digas, suena como una despedida, por favor no lo hagas.-Le besaba y acariciaba la cabeza.
-Shh, ¿recuerdas que te dije que te amaría hasta el fin de mis días? Bueno.-Se acercó aún más a su odio.- Me llevo esa promesa conmigo.- Y dejó un tierno beso en su cachete. Y flojo su agarre, se dejó ir.
- MEL MEL MEL! JODER MEL RESPONDE RESPONDE!! NO ME HAGAS ESTO! NO ME DEJES POR AMOR DE DIOS MEL!!-Dan la agitaba en un vano intento de que ella despertara.
Pero no tuvo éxito alguno.
Mel se había ido, pero se fue amándolo y siendo amada.