Capítulo 13

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- Buena broma la de Fred y George, ¿eh? – dijo David a su hermana mientras se encontraban para ir a comer.

- Ya – respondió la chica, seria.

Solo hacía 24 horas que el plan de los gemelos había sido un éxito. Los pasillos se llenaron de petardos, fuegos artificiales, chispas de colores, humo y hasta un estanque, el cual los profesores no habían sabido quitar, o no habían querido. Umbridge estaba que echaba fuego por los ojos. Todo le había pillado por sorpresa.

___ tenía sentimientos encontrados, pues se alegraba de que Fred se hubiese ido a hacer lo que quería, y encima de una forma que recordarían por el resto de sus vidas, pero también se sentía mal. Se acordaba de la noche en el baño y sentía nostalgia, a pesar de que solo habían pasado unos días.

- Te escribiré – le dijo el pelirrojo dándole un tierno beso en la frente.

- Interceptan el correo, pon algún alias y háblame en clave – la chica le abrazó, inhalando su olor, recordando cada parte de su cuerpo.

___ tenía otras cosas en las que pensar. Debía estudiar mucho, intentar hacerle la vida imposible a la bruja directora y preocuparse por sus verdaderos padres, tema que tenía olvidado. Pero no sabía con quién podía contar para hacerle frente...

- La semana que viene es tu cumple.

- Cierto. Se me había olvidado – y era cierto, la chica no recordaba que iba a cumplir 16 años. Nunca había celebrado en condiciones una fiesta, tampoco le importaba. Ese año caía en sábado, a lo mejor podía dar una vuelta con las chicas, o jugar y pasar el rato...

- ¿Qué quieres de regalo? Es que ya eres mayor y una muñeca o cosas así...no sé – David miraba a su hermana de reojo: la niña con la que jugaba de pequeños ya no estaba. ¿Cuándo había crecido tanto ___?

- Pf, me da igual, me conformo con que nos tomemos un café o un té o un algo juntos. Nos vemos luego – y se dirigió a la mesa de Gryffindor y le dejó a él de pie, mirándola como si no diera crédito de que había madurado.

Tras dos horas de Pociones, aquella tarde se antojaba cuanto menos pesada. Junto con Hermione, ___ se fue a la biblioteca, sitio donde se reunían casi diariamente, para estudiar y terminar tareas.

Y así fueron pasando los días, entre libros y libros, pues, aunque quedaban meses, los TIMOs se acercaban acechantes.

El viernes por la noche anterior al cumpleaños todos decidieron darse un respiro de los estudios y descansar en la Sala Común. Se seguía hablando de la hazaña de los gemelos, y corrían rumores de que ya habían iniciado el envío por lechuza de algunos de sus artículos. Sin embargo, Fred todavía no había dado señales de vida.

___ tenía mayores preocupaciones que aquella.

- Oye, Herms...Ginny...tengo que deciros una cosa – les dijo la chica aquella noche.

- Mi hermano no te ha escrito, ¿verdad? Vaya imbécil, de verdad que es un infantil y no madura ni a la de tres. Mi madre está que echa espuma por la boca.

- Puedes mandarle tú una carta. No tiene nada de malo, debe estar ocupado, ¿no? – la morena siempre se ponía en la piel de todos.

- ¡No le justifiques! – decía una desesperada Ginny.

- No, si eso me da igual... - mintió ___ - Es que hace ya una semanilla que me tendría que haber...que tendría que haberme bajado la regla.

Te doy media noche. [Fred Weasley y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora