Enamorando a Verónica → zayn

49. Sorpresa.

Eran las dos con cinco minutos, mi pie se movía nerviosamente, casi sin darme cuenta, o sin poder controlarlo.

Me había dado una ducha rápida, el verdadero problema fue decidir qué vestimenta. Hasta que por fin opté por un vestido floreado, un poco más arriba de las rodillas, con unas sandalias cómodas y mi cabello lacio. No era nada extravagante, debido a las indicaciones de Louis. "Una fiesta campestre" según había dicho.

Era sumamente extraño. Sí, Louis y Eleanor siempre van a eventos benéficos u otras cosas, pero era la primera vez que me invitaban a asistir a uno de esos eventos.

Había considerado la idea de huir con Niall y Megan para hacer planes con ellos, pero sería un perfecto acto de cobardía. Pensé también en intentar quedarme dormida para tener una buena excusa, pero no conseguí conciliar el sueño por mis dudas, hasta que por fin tomé mi bolso donde estaban los implementos necesarios. Maquillaje, teléfono celular, cosas así...

Se escucharon ligeros golpes en mi puerta. Suspiré, eran ellos.

-Mírate -chilló Eleanor, al abrirle la puerta- Estás muy linda, no puedo esperar a que pase.

Louis la miró de reojo e hizo un gesto extraño, la castaña suspiró nerviosa y bajó la mirada.

Cada vez entendía menos las cosas.

Bajamos sin emitir palabra hasta el estacionamiento, donde el auto de Louis se encontraba.

Ya dentro del vehículo, me senté en la parte de atrás sin hacer mucho escándalo.

-Abróchate el cinturón, Bonnie -aconsejó Eleanor, mirándome de una forma extraña- Este será un largo viaje.

-C-claro. -mi nerviosismo era difícil de ocultar.

Hice lo que ella había indicado, mientras cerraba mis ojos. Tenía un presentimiento, y me asustaba.

Confiaba en ellos, de verdad lo hacía. Pero algo me decía que yo misma estaba construyendo el ataúd en el que sería enterrada, por decirlo de alguna forma.

-Y, ¿Quién es el dueño de el lugar a el que vamos? -pregunté- ¿Lo conozco?

-¿Por qué lo preguntas?

-Creo que tengo derecho a saberlo, ¿No crees? -respondí a el conductor, Louis.

-Cálmate -rió la chica- No, no lo conoces. Pero es un gran chico, no van muchas personas.

-¿Y a qué hora regresaremos?

Silencio.

-¿Eleanor? ¿Louis?

-No sé, Bonnie. Quédate tranquila, simplemente queremos salir un poco de la rutina. Lamentamos si todo esto se te hace extraño, o si crees que estamos mintiendo. Quizás toda esa presión que tienes encima, con lo del trabajo y eso, te está afectando -mumuró Eleanor. Yo escuchaba atenta- Deberías relajarte un poco, el campo te ayudará, por eso pensamos en ti.

Y nadie emitió palabra alguna.

Pero Eleanor tenía razón, quizás todo esto me está causando una especie de paranoia o algo así.

Quizás debía calmarme. Pero esa presión en mi mente, de que algo no estaba del todo bien, seguía atormentándome.