Yo estaba en esa casa, sola, sin nada que hacer. Decidí explorarla, haber que encontraba. Camine pasillos, ví cada alcoba, cada baño, empezaba a creer que era una mansión.
Había una alcoba que tenia una hermosa vista, con un escaparate divino, parecía que estaba hecho solo para mi. En el habían dos puertas, una decorada con lunas soles y un par de monstruos y la otra con flores y corazones. Decidí abrir la puerta de corazones y flores, había ropa de mi talla, decidí ponerme la mejor prenda que había.
Ya iba a salir de la habitación pero sentí que algo me llamaba, sentía una presencia con migo. En ese momento sentí inmensas ganas de abrir la puerta con lunas soles y un par de monstruos, mi instinto me decía que entrará pero mi cuerpo no quería abrir la puerta. En ese momento llego mamá, baje tan rápido como pude y la salude con una sonrisa tan fingida que ni yo me la creería.
-hola madre, que gusto que ayas llegado
-hola támara, que estabas haciendo que bajaste tan deprisa?
-nada madre, solo estaba explorando la mansión mientras tu llegabas
- ¿mansión?
-si madre, así se le llaman a las casas grandes.
-si lo se. Támara estoy demasiado cansada me voy a recostarme un rato.
- bueno madre, descansa.
Yo también me acosté, pensar en aquella habitación me daba calós fríos.
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La Puerta Extraña
Short StoryYo vivía allí, en aquella casa. Era aburrida que no le encontraba sentido estar allí. Un día me encontré una puerta, me parecía tan extraño que estuviera allí, en aquel lugar, y porque estaba tapada con la pared? Yo me hacía tantas preguntas al verl...