Puta que erí yeta.

Capítulo namber wan.

El origen del aweonamiento.

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Era una fría tarde de verano porque el clima es choro aquí en Shile. Mi maire estaba picando repollo para la once, mi papi había ido a comprar cigarros y pos yo estaba sacándome los mocos en el columpio del patio de mi casa. ¿Que? tenía 10 años y en lo único que pensaba era jugar po weón, era como un perro
-bien fea la weá si po- ya que jugaba, comía, dormía y cagaba.

La vida perfecta.

Weno, estaba sumamente ocupada en mi trabajo de escarbamiento de ñata, hasta que escuché que mi progenitora me gritaba educadamente:

-Cabra conchetumare ven a comer o te tiro todas tus muñecas culiás a la olla y las hago sopa.

Un amor, cierto?

Y tuve que ir po, porque las tripas me sonaban más que la chucha y moriría de desnutrición, atyia.
Iba llegando a la puerta pa' dentrar pa' dentro -no vai a dentrar pa' juera po- cuando escucho que suena el teléfono fijo y mi mami contesta. Entré echa un peo porque sapa siempre.

-¿Aló, residencia Pérez?.- Ajfbkasfj vieja culiá exagerá.

-¿Con la señora Juana Pérez?

-Si, con ella, ¿que necesita?

-La estamos llamando del hospital central de Santiago, su marido Benito Pérez Lopez ha sido atropellado hoy en la esquina de Av. Matta con Vicuña Mackenna y necesitamos que venga lo más rápido posible.- Que tanto le estarán diciendo, las tripas me crujeeeen mami.

-Gracias.- Y cortó, aleluya pan de ayuya.

-¿Mami? ¿Quien era?

Ella se agachó a mi altura y empezó a soltar lagrimas chiquititas, yo no cachaba ni mierda y tampoco me gustaba verla así.

-Wawa, agarra una chaleca, tenemos que salir.

-Pero mami, tengo hambre y me dijiste que la once estaba lista.- Puse una cara de perrito descuajao para que comieramos primero, pero no funcionó, puta la weá.

-Vamos.

Dicho eso me agarró de la mano y nos fuimos pa' la calle a esperar un coleto.

*

Pasaron la pila de weás pero ninguno paró, mi mamá seguía llorando y tirando chuchás a quien sabe qué y yo seguía con hambre por la puta, esto no podía ir peor.

Hasta que por fin llegó uno y nos subimos po, yo feliz porque me dolían las patitas y las chalas culiás de la feria eran super incómodas.

-Vamos a la Clínica Central por favor.-Le dijo mi mami al chófer y ahí me pegué la cachá, ¿al hospital? ¿a que chucha vamos al hospital?

-¿Porqué vamos a la clínica mami?

-Mira Fefita, no te asustes ni nada, pero el papá tuvo un accidente cuando iba a comprar y lo llevaron pa' allá, tenemos que ver como está.