Mi piel se cae en pedazos,
gusanos transitan mi cuerpo.
Son ellos los que recorren mis brazos.
Es la calamidad la que me sigue,
destrucción es lo que me persigue,
cáiganse las telas de mí ser,
pues quebrantado soy desde el amanecer.
No hay quienes escuchen,
no hay quienes comprendan,
pues no son sus carnes por las que ellos luchen,
ni su alma la que quieren que trascienda.
¿A caso ésta es la justicia de la que hablan?
porque si es así, no sé lo que es justo,
Creí que el Dios que me guardaba me escucharía,
pero no fue suficiente, no miró mi holocausto.
Juré que mis ojos no verían a las vírgenes,
que palabra impropia no saldría de mi boca,
guié mis pasos de acuerdo a tus palabras
mi corazón guardé de iniquidades.
Ahora pareciera que estuviera ciego,
pues mis ojos jamás contemplarán tu amor nuevamente.
Sordo descenderé al Seol esperando tus palabras y mi alma no verá el alba.
Ojalá me escucharas, y quitaras este dolor,
que ni con cenizas se esfuma ni se disipa mi hedor.
- Un fuerte viento corrió y sus alas extendió alrededor de mí, fuerte viento, impetuoso ser viviente que corre los cuatro vientos para visitarme, son las raíces de los árboles arrancadas por su grandeza, y las piedras de la tierra se apartan tras sus pasos.
Como rayo y luz del sol,
como estrepitoso estruendo que golpea los cielos,
así fue como escuché al creador.
Mis ojos vieron la gloria de los cielos,
Mis oídos escucharon sus pasos,
eran tus preguntas enigmas a mi entender,
misterios que jamás podré comprender.
Ahora estoy aquí,
donde jamás nadie ha estado,
Y lo que veo afirma el poder de tus manos.
No hay sabiduría contender con el omnipotente.
Vileza son mis manos, vileza son mis labios, impuro ante tu presencia,
¡Vileza soy delante de ti oh Jehová!
Ahora te pido me enseñes,
porque me aborrezco hasta las cenizas.
Ahora te veo,
Pues solo de oídas te había oído,
Ahora callaré.
Ahora te escucharé.
Respondió Jehová a Job desde el torbellino, y dijo:
Cíñete ahora como varón tus lomos;
Yo te preguntaré, y tú me responderás.
Job 40 ; 6-7
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Contemplando Su Gloria
ДуховныеCuando pensamos que, ciertamente el ser humano no está solo, si no que todo ha sido creado y formado por la grandeza y sabiduría de sus manos, de aquel que ordena nuestros pasos y ordena las estrellas de los cielos. ¡Cuán innumerables son tus obras...
