Dragon Shippuden Z

Donde todo comenzo.

La fría lluvia caía sobre la cabeza de cierta peliceleste. Ella se llamaba Bulma, y la pequeña que se encontraba en sus brazos Bura.

Bulma: Tranquila, pequeña. Te juro que no volveras a vivir en ese infierno jamas. - Dijo Bulma mientras corría lo más rápido que podía hacia alguna persona de cabellera naranja y una túnica negra con nubes rojas.

El pelinaranja había sentido su precensia hace rato. Bueno, se podía decir que se conocian... un poco.

Pein: Veo que la guerra comenzo... - Mencionó con la misma frialdad de siempre, observando como Bulma se aproximaba hacia el.

Bulma: Cuidala bien. Te dejo a la última Saiyan viva de este mundo o de cualquier otro.... Ya sabes que hacer. - Colocó a la bebé sobre los brazos del hombre. Con lagrimas en los ojos y voz ronca dijo.- Sé que no estaré cuando más me necesites, que no tendras mi apoyo en los momentos más dificiles, que no tendras una madre... Lo único que puedo prometerte es que tú serás tan valiente, inteligente y fuerte que no necesitaras de tus padres para lograr tus metas.

Dicho eso Bulma hizo apareser un portal y desapareció. Dejando al líder de Akatsuki y a la bebé solos.

Pein: Bueno, tu madre me mencionó sobre como son los de tu especie... Serás muy util, creéme. - Desapareció entre las sombras con la bebé en brazos.

Siete años después

~Akatsuki~

Una pequeña de tez pálida y cabellos celestes estaba corriendo por toda la guarida. La misma que alguna vez fue sombría y callada.

Hidan y Deidara: ¡¡Vuelve aquí, mocosa!! - Gritaron los chicos a coro. No serviría de nada, era obvio, pero no estaba de más intentar.

Konan estaba apoyada contra el marco de una puerta observando la escena. Un suspiro escapó de la boca de la de ojos ámbar.

Konan: Bura, intentá que el trabajo de los chicos sea más facil... - Dirigió su mirada hacia Bura. Ella no mostró expresión alguna, pero no era la fría y trise mirada que le daba al resto de las personas.

Bura: Solo me estaba divirtiendo. -Bura volteó a mirar a Hidan y Deidara, para luego mirar a Konan. - Solo un poco de diversión. - Su mirada era fría. Estaba feliz por dentro, pero los Saiyans no son buenos con las expresiones que no sean de ira o disgusto.

Konan mostró una leve sonrisa e hizo una señal para que Bura la siguiera.

Konan: Vamos. Debemos ir al bosque. Pein quiere seguir con tu entrenamiento. - Mencionó la maestra del origami mientras que la niña la seguía.

En el bosque.

Ambas se encobraban donde Pein debía estar esperandolas... Pero él no estaba.

Bura: Konan... ¿Usted cree que el señor Pein llegue pronto? - Preguntó algo desanimada la menor y se sentó en el suelo.

Konan: No lo sé... Él no se acostumbra a llegar tarde. - Contestó la peliazul. Pronto abrió los ojos como platos en dirección a unos ninjas. Cinco para ser especificos.

Ninja 1: ¡¡Miren. Es una Akasuki!!- Dijo mientras apuntaba a Konan.

Ninja 2: ¡Matenla! - Agregó rápidamente el otro.

Konan empujó rápidamente a la Saiyan hacia los arbustos. Si la veían... nadie sabía que podía pasar. Es una niña con rasgos algo especiales... Y su cola... Es obvio que no dudarian en mararla o llevarsela. Atacó a los ninjas tan rápido que no tuvieron ni tiempo de moverse para atacar primero.

Konan: Sal, Bura. Ya es seguro. - Dijo Konan tranquilamente.

La niña salió de los arbustos algo confundida mientras se limpiaba el polvo de la ropa.

Bura: ¿Por qué me empujaste? Yo podía haberlos acabado rápidamente. - Con su ceño fruncido Bura miró a Konan.

Konan: Si, lo sé. Pero si había algunos ninjas escondidos podían haber huído mientras atacaba a los otros. Y eso sería un problema.

Bura: Oye, Konan... ¿Puedo hacerte una pregunta? - La pequeña siguió mirando a Konan. Pero no era una mirada fría o enojada... era una triste, triste mirada.

Konan se sorprendió un poco. ¿Qué sería lo que Bura le iba a preguntar? Era la primera vez que veía a un Saiyan con esa mirada. La oji-ámbar conocía al padre de la pequeña... y no había visto esa mirada en los ojos de Vegeta.... siquiera cuando Trunks murió.
La Akatsuki tragó saliba y respondió con una voz temblorosa.

Konan: S-si... claro que puedes. ¿Cuál es? - Tenía que aceptarlo. Estaba nerviosa sobre lo que Bura le preguntaría y tenía que responder correctamente. Pues si no lo hacia perdería la confianza de Bura. Una de las cualidades de Bura era saber cuando una persona miente o no.

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Al fin terminé la primera parte de la historia... y ya tiene salseo. :33

Les dejo con la intriga hasta mañana. Ya saben, si les gusta comenten y den like. (No sé como es eso aquí).

¡¡¡Espero y les guste!!! ♡♡♡