Capítulo 6: Principio del fin

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Miraba la entrada del local como si algo me acechara, aunque en realidad esperaba que Tom se presentara. Las pocas personas que pasaban por la vereda se llevaban mi atención cada que aparecían, me hacía la idea de que él iba a llegar, entrar y pedir su cerveza. Pero no ocurría, ingresaban otras personas, pedían otra cosa, y el entusiasmo se iba perdiendo con el pasar de las horas. No sabía porque me preocupaba tanto que no apareciera, tenía esa emoción de volver a verlo, de tenerlo cara a cara; me estaba sintiendo bien con su compañía, rápidamente estaba cambiando a Alex por él.

La noche del Lunes era normal, no había muchos clientes, por lo que Dieter dijo que cerraríamos apenas los últimos se irían. Eso me alegraba porque iría a casa temprano y podría cenar con Andy, si era que estaba con ánimos para ser sociable. Él había entregado sus exámenes y solo pudo zafar en dos, el tercero tuvo aplazo y quería tirarse desde la terraza; le decía que en el próximo período podría con ello, y me dijo que así iba ser.

— ¿Bill, me estás escuchando? —me giré, Zira tenía una mano sobre su cintura, y en la misma sostenía un trapo color rosa, nos miramos y no se mostraba contento. —Estás en la luna, ¿Puedes pasarme la botella de vodka?

—Lo siento. —le di la botella y me dio una miradita sospechosa, yo fui a levantar los platos y vasos que dejaron unos clientes.

Apresurado, tomé los objetos y los llevé a la cocina; todos estaban lavando platos y acomodando para el día siguiente. Los últimos clientes pagaron la cuenta y fue ahí que Zira tomó las sillas, colocándolas sobre la mesa para pasar el trapeador luego. Juntos, como buen equipo, comenzamos la limpieza por toda la taberna, mis acciones respondían a lo que debía hacer, pero en mi cabeza todo era distinto. No paraba de pensar en Tom, ¿Qué estaría haciendo? Le había dado mi número pero jamás me llamó, tampoco yo quería molestarlo, tal vez tenía mucho trabajo qué hacer y por eso no tenía tiempo de hablar conmigo. Andy no me comentó mucho sobre eso, estaba más enfocado en aprobar materias que estar con Blas, seguro él lo comprendería.

— ¿Estás bien con Alex? Te noto distraído. —la pregunta de Zira me desconcertó. No había pensado en él mucho últimamente, siempre estaba ese vago recuerdo de cuando me habló cortante. No me llamó más, yo tampoco forzaba eso porque no era insistente, no tenía caso, él estaba haciendo su trabajo, no era otra cosa.

—Es que... Andy está muy mal. —le metí eso para no decirle lo de Tom, sino armaría un alboroto y no andaba para esas cosas a esta hora de la noche. —Rindió exámenes y no le fue como esperaba.

—Ese Andy —dijo mientras paseaba el trapeador de izquierda a derecha, yo acomodaba los vasos en la segunda encimera. —Si no andara enamorado por la vida, no le iría tan mal en el estudio.

—Es su vida, él hace lo que quiere. Pero cuando quiere, puede. —alcé los hombros. —Él no ha tenido unas semanas lindas, tuvo una separación por dos.

—Y al final terminó saliendo con un tercero —dijo Zira. A veces salíamos los tres, y nos hablábamos por teléfono, se enteró lo de Leyla y Jonathan, y le decía, al igual que yo, que debía dejarlos. —La próxima le voy a meter el trapeador por el culo así tiene para rato.

Dijo a modo de broma, con una sonrisa siguió su labor. Las tareas ya se terminaban, Dieter salía con su mochila y el abrigo, era el primero en irse. Los cocineros eran los segundos, y al final, Zira y yo terminábamos cerrando todo. Con nuestras pertenencias en mano, los dos salíamos con un frío que no se esperaba, el invierno ya estaba con nosotros, lo que también nos decía que Navidad se encontraba a escasos pasos.

—Ten el candado. —me dijo cuando todas las rejas estuvieron abajo, lo sostuve y mis manos estaban demasiado frías como para sentir el material. El vaho de nuestras respiraciones formaban un círculo y se dispersaban en el aire, siendo llevados por el viento que nos azotaba con crueldad.

Wünschen Trilogía [Twc No Relacionado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora