Capítulo 3

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Habré dormido unas tres horas, tan sólo estuve con los ojos cerrados moviéndome de un lado a otro en mi cama, buscando una posición cómoda para poder conciliar el sueño pero aunque la hallara, mi cerebro no se dormiría. Intentaba dejar mi mente en blanco, evitando pensar alguna cosa, sin embargo volvía a aparecer esa escena de la fiesta vista desde mi perspectiva. Desde qué acerqué mi rostro a él, ladeé mi cabeza y cerré mis ojos, cuando sentí su tibio aliento sobre mis labios y cuando unimos estos, sumiéndonos en ese beso que más que un juego para mí fue algo más. Volvía a sentir lo mismo cada vez que lo recordaba, sonreía como un tonto y encogía las piernas al sentir revoloteos en mi estómago. Varias veces me senté en la cama y me quedaba con la vista fija hacia ningún punto en específico, sólo estaba pensando. En una de esas abrí los ojos y vi ya la claridad asomándose por la ventana por lo que aprovecharía para dormir un poco y lo hice tan sólo unas tres horas hasta que no soporté la luz y desperté. Vi la hora en mi teléfono y ya eran pasadas las ocho de la mañana, me levanté para ir al baño y luego volví a mi cuarto, metiéndome de nuevo bajo mis sábanas. Me dio por revisar mi blog y vi un mensaje privado de Kyung preguntándome si ya era amigo de Ji Hoon para que le tomara una foto y se lo mostrara. Reí para mí e ignoré el mensaje y fui hasta mis contactos para ver el único número telefónico que no era de mis familiares o de algún restaurante, el de Ji Hoon.

-¿Lo llamo? ¿Le mando un mensaje? - escuché un maullido. Volteé al suelo y allí estaba mi gato gordo, Luffy - ¿Lo hago? - le pregunté. No me respondió, se subió a la cama y se echó a un lado mío.

Mejor no lo hacía, pensaría que me estaba haciendo ideas equivocadas cuando él claramente me dijo que sólo fue un juego y que un beso no significa nada al menos que sea con la persona que me guste ¿Pero y si me gusta Ji Hoon? Es lo que no sé. No sé si me gusta o simplemente estoy demasiado agradecido con él por ser mi amigo que pienso cosas que no son. Lo mejor será no precipitarme y esperar a ver como fluyen las cosas... Y no hablar sobre el tema, hacer como si nada pasó.

De pronto la puerta se abrió y por ésta se asomó mi madre, llevaba algo en la mano, un paquete.

-Yu Kwon ¿Podrías llevar esto al correo?

-¿Qué es? - me levanté ya buscando mi ropa para hacer el mandado.

-Unas pastillas para tu tía Ye Rin, no las consigue donde vive así que se las enviaré.

-La tía que vive en la costa, recuerdo cuando íbamos a visitarla e íbamos a la playa.

-Sí, cuando te gustaba la vida. Después te obsesionaste con los videojuegos y la computadora y no hay quien te saque de allí.

Tenía razón, pero lo hacía porque no tenía amigos, estos aparatos electrónicos eran mis únicos compañeros y si no iba a la playa era para que no se vieran las marcas en mis brazos las cuales ni mis padres sabían que tenía. Cada vez que uso sweater o chaqueta en verano ellos se extrañan y yo simplemente digo que no siento calor pues soy friolento, aunque en realidad sudo como un pollo al horno. No quiero que ellos vean mis cicatrices, siento vergüenza de ellas y entonces tendría que contarles porque las hice y hablarles de cómo me molestaban en la escuela. Me acuerdo una vez que llegué con el ojo morado y pensaron que me había caído a golpes con un compañero, cuando el saco de boxeo fui sólo yo.

Me cambié, ignorando las marcas en mis brazos, me abrigué bien pues hacía frío afuera y salí hasta la oficina de correos que quedaba apenas a una cuadra de mi casa. En el camino un idiota motorizado casi me arrolla y me hace tirar las pastillas pero por suerte tuve reflejos más rápido. Dejé el paquete, llenando los datos necesarios y al salir me detuve en un puesto de comida callejera donde el tteokbokki humeante con esa salsa roja picante me llamaba; necesitaba eso para calentarme.

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