2. Olvido

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10 meses y medio después...
Tris

Mi corazón no paraba de latir, estas simulaciones eran cada vez mas reales, tanto que ya no diferenciaba si era una simulación o una realidad.

Había cuerpos por todos lados, Caleb, Christina y Uriah. No podía hacer nada por ellos, Estaba encerrada en un jaula de cristal y todos murieron por salvarme.

No es real, no es real...Respira...No es real. Por mas que lo repetía no podía controlarme.
Los cuervos trataban de entrar a la caja picoteando el cristal, la jaula se estaba llenando de agua, todos estaban muertos, y al otro lado estaba Tobías besando a una chica de hermosas curvas y cabello rojizo.

Por fin pude abrir los ojos y me encontré con Jake con una sonrisa aterradora.

-Felicitaciones Tris. Has roto tu propio récord. Solo son cuatro miedos, tres menos desde que te conocí, y para ser sincero me parecen miedos infantiles.

-¿Infantiles? Puedo apostar que tu mayor miedo es notar que tienes el cuello arrugado y que hay científicos mil veces mejores que tú...-tenia mucho más que decirle, y se lo habría dicho si no hubiera estrellado su mano en mi cara.

Sacudi las manos intentando sacarlas correas que me mantenían sujeta a la silla. Jake se había encargado de que los guardias me ataran las manos antes de salir de mi habitación gracias a que intente matarlo a golpes.

-Creo que vas a estar encantada al ver algunas fotos.-movió la cabeza en dirección a uno de los guardias para que el saliera y luego entrara con un monitor.-Me gustaría mostrarte que tu peor miedo se hizo realidad.

Tomo un mando de aún lado del monitor y lo encendió. Entonces vi a Tobías tomado de la mano de una chica rubia y de hermosas curvas (quizá no tuviera cabello rojizo, pero si era mi peor pesadilla hecha realidad) , en la segunda estaban abrazados, luego él la tenía en el aire dándole vueltas, ella estaba en el suelo y él a su lado mirando el cielo, por último Tobías estaba tirado en la hierva y la chica sobre él.

En todas las fotos, parecía que Tobías estaba... Feliz;
De mis ojos escapaban las lágrimas y solo aparte  mirada para no seguir torturándome.

-No me digas que estas celosa Tris, aunque entiendo como fue que Tobías te olvido, esa chica es...perfecta físicamente. Pero tu por otro lado, eres perfecta por dentro. Si no te importa te dejare ir a comer porque tengo trabajo que hacer.

Los guardias me tomaron por los codos mientras un tercero me desataba las manos. Era muy joven comparado a los otros guardias. Sus ojos eran de un azul más claro que los de Tobías, pero al verlo sentía un poco de consuelo, sentía que Tobías estaba cerca de mi.

-Ah, y a pesar de tu mal comportamiento, te has ganado una recompensa. -Luego miro a los guardias y ellos asintieron.

Prácticamente me arrastraban por los pasillos que eran parecidos a los de verdad, tan iguales que podrías perderte y no salí nunca. En cada esquina derecha había una cámara que giraba monitoreando dos pasillos de unos 20 segundos.

El guardia de mi izquierda me apretaba tanto el brazo que ya ni siquiera lo sentía, protestaría si no tuviera una recompensa hoy, pero la tenía y si hacia algún comentario me llevarían al área de “Desarrollo de habilidades ” cuya única utilidad es que es como una iniciación en cada facción.

Tenía que superar pruebas de osadía con otros divergente, pasar por un detector de mentiras para verdad, tener clases de historia del mundo para erudición, hacer ejercicios anti-estres para cordialidad y ayudar a las personas divergente mayores a no aburrirse.

No era nada malo hacer esas cosas, sin embargo tenia que hacerlo todos los días y resultaba cansino y repetitivo.

-Volveremos por ti a la hora de dormir. Y trata de controlar a tu amigo.-dijo el guardia que me sujetaba el brazo izquierdo, introdujo el código de seguridad y me empujó dentro de la habitación. Ignore el sentimiento de ira y busque a Uriah.

© Resurrección de los divergentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora