Historia de amor.

Antepenúltimo.

Recuerdo claramente que lo conocí un 12 de octubre de 1987, para ese entonces yo tenía 16 años, y trabajaba como mesero en la cafetería de mi tía Seo Hyun. El día que lo vi por primera vez fue porque él llegó a la cafetería junto a su mejor amigo, recuerdo que pidió una rebanada de pie de limón y una taza de chocolate caliente.

Recuerdo también, que me enamoré de él en ese instante.

Pasaban las semanas y él llegaba a aquella cafetería los martes, jueves y sábados. Yo era supremamente feliz cuando él estaba ahí. Su sonrisa blanca, sus ojos claros y su cabello chocolate me tenían enamorado. No había ni un sólo día en que no pensara en él, así como no había instante ante su presencia en el cual yo no suspirara.

Ese chico me traía loco.

Pasaron los días, las semanas y hasta un par de meses. Cuando el invierno estuvo por terminar, me animé a hablarle por primera vez... bueno, no exactamente primera vez, me refiero a que fue la primera vez que le dije algo más que el simple e insulso "¿Qué desea ordenar?" de siempre.

-Me llamo Jong Dae -Susurré cuando se acercó a la caja a pagar -¿Me dirías tu nombre?

-Minseok, adiós Jong Dae. -Él sonrió y yo quedé idiotizado. Ya sabía algo más de él, sabía lo principal, su hermoso nombre.

Siguieron pasando las semanas y para cuando llegó marzo ya sabía que edad tenía. "Minseok tiene 17, los cumplió ayer" me había dicho su amigo Luhan estando en la cafetería. Ese día, luego de mucha plática, lo Luhan me dijo muchas cosas más. de Minseok.

"Su madre le dice Xiumin, sus amigos más cercanos le decimos Minnie, nació en Corea pero se crió en China junto a su madre, adora el pie de limón porque le recuerda a la señora Minah, Tiene un hermanastro que se llama Kibum. Minnie está en el colegio estatal, va en segundo de secundaria."

Aquel día no pude dejar de sonreír y todos lo notaron. En escasos 20 minutos había conocido tanto de la persona que amaba (y sigo amando) que simplemente estaba pletórico.

Las semanas siguieron pasando y yo cada vez me enamoraba más de ese chico de mejillas regordetas. Me gustaba todo de él. Incluido por supuesto su carácter feroz de cuando estaba enojado. Este lo descubrí un martes cuando llegó a la cafetería lanzando improperios contra un tal Kyung Soo porque le había arruinado un informe del colegio.

Cuando Llegó mayo, Minseok y yo hablábamos un poco... bueno, la verdad es que yo hablaba como un cotorro y Minnie me escuchaba atentamente. Por supuesto eso solo pasaba cuando Luhan no estaba y, aunque esas pláticas unilaterales tan sólo eran de unos 10 minutos, yo me sentía dichoso. Tanto así que mi odioso primo se dio cuenta de lo que sentía por Minseok.

Meses después, para cuando yo cumplí los 17, mi tía Seo Hyun y mi primo Jong Hyun decidieron cantarme cumpleaños allí mismo en la cafetería. Recuerdo que eso fue un jueves y como era costumbre, Minseok estaba por llegar. Estaba mi tía cantando a todo pulmón el feliz cumpleaños con su voz chillona y esa sonrisa extraña que tiene a veces frente a unos 10 o 12 clientes cuando la campanilla de la entrada sonó, mis ojos, inmediatamente, se dirigieron hasta ella y allí de pie estaba Minseok.

Tenía las mejillas sonrosadas y los ojos rojos y mucho más pequeños de lo normal. No parecía estar bien, por lo que caminé presuroso hasta él y le ofrecí asiento y un vaso de agua para que se tranquilizara.

-Muchas gracias Jong Dae, no es necesario que te molestes -Me dijo con voz entrecortada y entonces supe que efectivamente él no estaba bien.

-¿Puedo ayudarte en algo? -Pregunté con un deje de preocupación en la voz, Minseok negó con la cabeza.