Todo terminó el día en el que la hermosa y solitaria flor estaba deambulando como acostumbraba por la ciudad que cada vez se le hacía más pesada. Se fijó en un joven héroe el cual estaba escondido en un bosque de azul color, un bosque de enredaderas pesado e imposible de alejar de su débil y patético cuerpo. La flor lo veía extrañada mientras él corría hacia la torre más alta, para luego observar con tristeza a las hormigas que pasaban por ahí.
Luego de haber estado pensando sobre él, se dio cuenta de qué trataba de hacer. El héroe había encontrado la manera de dejar el bosque de enredaderas el cual lo atormentaba desde hace ya un tiempo. Por supuesto, no era la mejor manera, ni la más agradable, pero si intentaba tocar el cielo, lo más probable era que nuestro héroe pudiera liberarse.
Pero aún eran las 12 PM y la flor no podía permitir que lo intentara tan temprano.
Corriendo exaltada llegó hasta donde estaba él y apurada le quitó las alas que estaba armando. Aunque el héroe nunca se enteró de que estaban defectuosas, aceptó lo que la flor había hecho, después de todo, él ni siquiera sabía volar.
Luego de haber interrumpido la diaria monotonía casi completamente monocromática de aquel fracasado héroe, él y la flor acordaron encontrarse otra vez.
Uno, de los multiples días que compartían, el héroe, para romper el silencio, comentó su problema; Que al ser prácticamente inservible, era discriminado.
La flor no encontraba palabras para responderle, mas sin pensarlo, como si sus palabras fluyeran de su boca sin poder controlarlas, insinuó lo perfecta que todos creían que ella era, dejando a la vista un pequeño tallo de enredadera azul en su espalda. Aún así, al darse cuenta de que se podía ver, rápidamente lo escondió. Al héroe le parecía irreal el que solo él lo hubiera visto, pero lo dejó pasar.
Ignorando eso, ella, intentando arreglar el indirecto insulto hacia el héroe, siguió. -Aunque yo creo que sí eres un héroe, más de una vez me has salvado...- Hubo un silencio que pareció durar 1000 años. -¿Sabes?, yo siempre he querido tocar el cielo, sentir el alivio del fuerte aire en tu cara mientras te das cuenta que todas las intrusas enredaderas desaparecerán, y al llegar sentir un dolor inimaginable, que probablemente es lo mismo que sienten los demás luego de que hayas logrado tocarlo. Siempre, siempre me ha parecido una maravillosa tentación, pero me es imposible, por más que quiera nunca podré hacerlo-. Miró con tristeza y decisión al piso mientras el héroe la observaba con atención. -Yo... En realidad yo... Yo no soy una flor, más bien me titulo ángel, siento haberte mentido-. Unos pequeños cristales comenzaron a aparecer por toda la cara de la flor, quien al parecer era un ángel.
¿Era esa la magia del cielo? ¿Cómo podía haber intentado tocarlo sin tener idea de su maravilla? Todas esas preguntas se repetía el héroe en su cabeza, ignorando la revelación de su querida flor. Pero luego de pensar un poco decidió tomar en cuenta lo que le había dicho y le respondió sutilmente -Yo creo que tanto ángel como flor te viene completamente mal. Tú no eres así, no piensas completamente como una, ni eres tan sincera como esas maravillosas criaturas.- La flor lo miraba sorprendida. -Tú eres diferente, aún siendo hermosa tu cara siempre ha desprendido un aire de nostalgia. Aún teniendo esa sonrisa eterna, puedo notar cuán falsa es. Y aún teniendo la energía de una niña pequeña, veo cómo tú en realidad nunca has estado aquí.
Yo no te he salvado, pero tú sí a mí. Es más, ya no creo necesitar tocar el cielo, contigo aquí estoy completamente despreocupado, incluso el bosque dejó de perseguirme. Tú eres mi hé...- El héroe no pudo terminar lo que estaba diciendo, un dolor terrible estaba recorriendo su cuerpo. Vio que la Flor se había llenado de cristales gracias a tal escena, él cerró los ojos y entre la oscuridad ensordecedora logró escuchar un "Tú realmente eres mi salvador, y eso me molesta tanto. Por qué, por qué, por qué ser tan bueno con alguien como yo. Es más ¿Soy acaso alguien? No lo merezco." El héroe escuchó sollozos de fondo, pero rápidamente se desvanecieron, a su vez el héroe cesó de gritar y sintió un peso en la espalda.
Eran alas, las alas que había estado buscando todo ese tiempo.
Aún estando más feliz de lo que había estado en toda su vida, se sentía horrible, ¿qué había dicho el Ángel? ¿Por qué no iba a merecerlo? Ella era quien más felicidad le había brindado en toda su vida. Rápidamente buscó con la mirada a su heroína, a la cual siempre le había dicho "Flor", pero no estaba ahí. Se levantó y dio media vuelta para ver si se encontraba admirando sus alas, pero tampoco estaba en ese lugar, ¡¿dónde se había metido?!
El héroe corrió por todos lados, pero ella no aparecía. Por más que gritara, corriera y sudara no podía verla. Se tiró al piso con más angustia que antes, llorando y gritando, desesperado. El dolor que sentía antes no se comparaba con el de ahora, sentía un vacío y a su estómago achicarse.
Pronto, luego de deambular como si estuviera medio muerto, llegó al lugar de partida. Con nostalgia vio todos los cristales que habían estado brotando de los ojos del ángel y los tomó, pero estos se hicieron líquidos y desaparecieron. Todo del ángel, de su ángel había desaparecido.
Hasta que logró entender.
Esta era aquella magia del cielo de la que lo único que logró querer le había hablado, ¿no?
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MMMMMmmmmmMMMMM SIGUE SIN CONVENCERME LA WEÁAAAAA, pero lo subo igual ya que soy re masokista
los kiero kabros
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Maravilloso cielo
Short StoryUna historia centrada en el suicidio. El héroe, solo un fracasado protagonista, la flor, su salvación... ¿Su salvación? Es una historia bastante corta, la cual escribí al principio del año. Espero que les guste y bai <3