El corazón de Verónica

Un intruso en mi cuarto de baño.

Ya ha pasado un mes desde que Jake y yo salimos por primera vez. Nos hemos acercado más desde ese día, a veces él viene a mi depa y hacemos las tareas juntos, además estamos viendo un gran progreso con el proyecto.
Creo que es la primera vez que tengo un amigo hombre; o mejor dicho, es la primera vez que tengo un amigo.
Siempre intento que se vaya a las 7:00 p.m., ya que a partir de esa hora empiezo a trabajar... O sea, a esa hora llega uno de mis clientes.
Por el momento Jake no sospecha nada de esto, ni me ha vuelto a preguntar respecto al día en el que yo bailé semidesnuda. De hecho, cada vez que recordamos lo que pasó en el baño, nos reímos.
Por fin mi vida está tomando un rumbo, lo que no me deja tener la consciencia tranquila es la manera en la que gano mi dinero, aunque sé que no tendré que prostituirme toda la vida.
Alguien toca la puerta, es el cliente de las 7:45 p.m.
Ni siquiera cruzamos una palabra, él viene a lo que viene. Debo admitir que he mejorado mucho en esto. Gabriela me ha mostrado un libro de posiciones, además he visto vídeos para aprender más, lo cual me ha ayudado mucho ya que los clientes quedan muy satisfechos, y a veces hasta me dan más dinero del que cobro.
Mientras él está encima mío, dentro de mí, yo fingo uno que otro orgasmo, ya que según Gabi eso les excita. Sinceramente esta es una situación incómoda, ya que jamás he tenido sexo por amor, jamás he sentido afecto o algo parecido hacia la otra persona.
Siendo honesta, me gustaría experimentar eso; el hecho de que no me utilicen como alguien para quitarse sus ganas. Sino que quiero encontrar a la persona correcta con la que me sienta a gusto a la hora de "hacer el amor", pero ¿que más puedo pedir? Si este es el trabajo de una prostituta.
Él termina su acto y yo fingo estar loca de excitación, aunque no siento ni la mínima sensación.
-Estuviste increíble una vez más- me dice el tipo tirándome el dinero en la cama.
Mientras él se está abotonando la camisa alguien toca la puerta de mi depa, me asusto y le pido al hombre que salga por la puerta trasera.
Abro, y noto que Jake.
-¡Jake! ¿Que haces aquí?- digo nerviosa sosteniendo una sábana contra mi pecho para tapar mi desnudez.
-¿Interrumpí algo?- me pregunta asustado e incómodo.
-Nnno... No, no. Estaba a punto de ducharme.
-¡Oh! Pensé que quizá te gustaría cenar conmigo. Traje comida china- explica mostrándome una bolsa grandeque lleva en su mano derecha.
-Pasa.
Me tapó bien para que no me vea ni un poco, mientras que él se sienta cómodo en el sofá.
-Espérame un momento, me ducharé rápido.
Entro al baño, dejo caer la sábana, y entro a la ducha. Lavo mi cabello con el shampoo de fresa que compré la última vez, luego paso el jabón por todo mi cuerpo.
Mientras que me estoy bañando, escucho la puerta del baño abrirse.
-¿J...Jake?
-No, soy PinPin- responde él.
Y de pronto entra a la ducha conmigo. Sí, señoras y señores, entra desnudo a la ducha conmigo.