Los pensamientos del corazon

Capitulo 1 "Los pétalos de una rosa"

Elena

-Mirame maldita sea.- gritaba mi padre mientras me agarraba del brazo sin pena. Las lagrimas salieron de mis ojos ya aguados.

Elena- ¡Basta por favor no sigas!- le decía entre lagrimas, pero el estaba cegado por la ira y solo recibi otra bofetada. Me tomo por los dos hombros y me arrojo contra la pared que se encontraba detras de mi, tomo una silla de hierro que se encontraba en el comedor y me la arrojo. Senti como el peso de la silla cayó sobre mi, gemi de dolor. Me tomo nuevamente por los hombros obligandome a ponerme de pie, ya no podia mas, las heridas eran profundas y dolorosas, ni siquiera podia moverme.

-Eres una basura, desde que nacistes me desgraciastes la vida, no eres mas que un simple estorbo en mi vida. Por tu culpa murio la persona que mas amaba, tu la matastes maldita. - me gritaba, se referia a mi madre. Ella habia muerto de cancer un mes despues de yo haber nacido y desde ese dia mi padre me ha maldesido y siempre a dicho que la culpable de la muerte de mi madre e sido yo. Todos los meses mi padre coje un dia para emborracharse y cada vez que llega a la casa hace esto. Me golpea de la peor manera, me insulta , en resumidas palabras él me pone al borde de la muerte. Pero realmente ya no puedo mas, no puedo seguir aguantando los gorpes de él. Quiero acabar con esto pero ¿como? Si ni siquiera puedo moverme. "Vamos Elena, tu puedes, haz algo ahora" gritaban los pensamientos. Estaba ensangrentada, en ese momento me encontraba en el suelo tirada, arrastrandome tratando de escapar, pero se me dificultaba todo. Y fue entonces cuando el se dio la vuelta buscando bruscamente la jarra de licor, esa era mi oportunidad. No se como, solo se que me levante como pude del suelo, corri rapidamente a la cocina, veia todo doble, la cabeza me daba vueltas, pero llegue a la cocina , tome bruscamente una de las cuchillas que se encontraban en el lava platos y justamente al darme la espalda ahí se encontraba mi padre en un abrir y cerrar de ojos ya se encontraba encima de mi, su peso se detuvo justamente sobre el puño con el que le penetre el cuchillo en el pecho. No pude moverme, estaba demaciado de asustada, habia matado a mi propio padre, las lagrimas salian como un río. Mis manos se encontraban manchadas de sangre. Empuje el cuerpo de mi padre al suelo. No supe que mas hacer, me encontraba gravemente herida, con la nariz rota, moretones en todas partes, llena de cortaduras, llorando sin mas poder. Solo se me ocurrio escapar, fui corriendo a mi habitacion, tome las llaves del auto y sali rápidamente de la casa. No paraba de llorar, habia matado a mi propio padre, lo unico que tenia. Ahora me encuentro totalmemte sola, no merezco seguir viva, esto es demaciado dolor. Me adentre en el auto, lo encendi y sali bruscamente del frente de mi casa. Conducia sin saber siquiera a donde iria. Me detube en un semáforo, observe mis manos ensangrentadas, aun seguia llorando. En ese momento solo se me ocurrio ir a un lugar, era a donde siempre iba cada vez que me sentia mal o cuando necesitaba pensar. Me dirigi al precipicio Thinzal, es un precipicio con un paisaje hermoso, mayormente voy cuando me siento muy mal aunque en ese caso seria todo el tiempo. La mayoria del tiempo el lugar es solitario, muy pocas veces se encuentran personas en el area.

Luego de varios minutos de camino, ya me encontraba en el precipicio. Me baje del auto y camine lentamente, sentia la briza acariciar mi cara adolorida y maltratada. Camine y cuando ya me encontraba en el borde me sente, sentia como me llenaba de paz, este lugar me hacía sentir bien sin importar cual fueze mi problema o angustia, cuando iba ahí me sentia llena, sentia que no estaba sola y que nada podia lastimarme. Pero aun me sentia mal, no entendía porque la vida era tan cruel conmigo y fue entonces cuando tome la decicion de que ya no queria mas dolor, no queria llorar mas, no queria tener más inseguridades ni preocupaciones. Fui al auto y tome un libro que me encantaba mucho, lo tome del asiento trasero, lo tome y me volvi hacia el borde del precipicio, abri el libro donde se encontraba un boligrafo con el que hacia mis anotes y anotaba las cosas que mas me gustaban y en la parte trasera del libro en una pagina que se encontraba en blanco escribi "Las mejores deciciones se toman cuando las peores deciciones que tomastes comienzan a doler y es entonces cuando decides desprender el dolor como los petalos de una rosa."