Capítulo 1
Parte 1.
-Señor Xiao tiene una cita con su hijo.-dijo su secretario.
-¿Ya está viniendo?.
-Si, está esperándolo en un aeropuerto a pocas calles de acá. Enseguida lo traemos.
-No, quisiera caminar un poco.
-Lo sentimos señor, pero en estos momentos no puede. Vendrán a aprobar unos contratos y debe estar presente-se acomodó las gafas- Permítame traerlo.
-Ya, ya-gesticuló algo fastidiado-Tráelo rápido-suspiró-Sano y salvo.
-Como usted diga señor.
Dio una última reverencia saliendo de aquella habitación.
Es increíble como un padre no puede resistir un minuto sin su hijo; el amor hacia su primogénito es mágico y maravilloso. El señor Xiao se encontraría en pocos minutos con su hermoso y único hijo, Luhan; a quien no veía por más de diez años.
Siempre quiso lo mejor para su pequeño. Desde que su madre se fue, trató de que no sufriera y darle una vida tranquila, alejándolo así de los problemas hasta que el creyera ya estaba listo.
Espero segundos, minutos y horas hasta que llegara; empezada a desesperarse, al menos ese tiempo fue recompensado al llegar por la puerta. Luhan había llegado y así el corazón de su padre empezó a desbordar alegría. Vio a su hijo alto y guapo, era igual pero a la vez tan diferente que hace diez años solía ser.
-¡Luhan!, ¿eres tú?-corrió a abrazar a su hijo.
-Si-sonrió el mencionado- ¿o esperabas a alguien más?
Ambos se seguían abrazando, el señor Xiao desbordaba felicidad puesto que su hijo había llegado.
Luego de una cálida bienvenida, decidieron ir a la terrada y luego de ordenar un poco de té, se sentaron a seguir platicando acerca de la vida en el extranjero.
-Por lo visto no te fue tan mal. –tomó un sorbo de su taza.
-No, aunque fue difícil estar fuera de Corea por mucho tiempo.
-A veces quería dejar todo e irme a verte. Sentía te necesitaba.
El Señor Xiao comenzó a llorar, anunciando la melancolía de esos años por no estar con su retoño. Luhan corrió al lado de su padre y se sentó a su costado, limpiándole las lágrimas que corrían por su áspera mejilla.
-Ey ey. ¿Qué pasa?, se supone ya estoy de vuelta. –le cogió de la mano –Te prometo ahora estaremos juntos.
-Gracias pequeño.
Después de contarle a su hijo que lo eligieron tres veces para ser presidente de Corea, le contó el gran aprecio y nuevas leyes que habían establecido con la ayuda de la democracia en el pueblo. La gente lo consideraba el mejor presidente de Corea, el más amoroso y dedicado de toda la historia surcoreana; a pesar de ser Chino manejaba muy bien el país y eso era digno de admirar.
Siguieron con la plática, compartiendo anécdotas y una que otra risilla bebiendo te en la terraza. Un par de horas pasaron para que el presidente sea llevado por su secretario puesto que tenía asuntos pendientes en su apretada agenda, pero no sin antes de hacer prometer a su hijo que se quedaría aunque sea por esa noche.

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Life Within
Romance«Luhan es él dijo del presidente surcoreano; para su mayor aprendizaje universitario viaja a Europa por un largo periodo de tiempo. Al retornar a Corea muchas cosas cambian, en los cuales él se siente extraño. El pequeño Lu vivirá un hermoso, dolo...