Una vez en casa, Lili se dirigió hacia su cuarto todavía metida en sus pensamientos y cuando llegó se tiró boca abajo a la cama mientras resoplaba un poco por lo cansada que estaba.
Después de un rato decidió darse la vuelta mirando al techo intentando dejar la mente en blanco pero sus recuerdos iban y venían sin parar lo que la agobiaba pero algo o mejor dicho alguien interrumpió sus cavilaciones.
-Hola Lili.- Dijo una voz desconocida pero claramente era femenina ya que se escuchaba dulce, fina y suave.
-¿Quién eres y como sabes mi nombre?- preguntó fríamente Lili poniéndose rápidamente de pie y alerta.
-No te preocupes yo no soy tu enemiga.- dijo la mujer apareciendo junto a la ventana.
Era una mujer muy bella con ojos rojos cual rubíes, pelo blanco como la luna atado con un pequeño moño a un lado de su cabeza pero dejado pelo suelto y con una piel blanca y delicada como la de una muñeca de porcelana.
-¿Quién eres?- volvió a preguntar Lili aun sin fiarse de la mujer pero un poco más relajada ya que no parecía una amenaza pero igual se mantuvo alerta para que las apariencias no la engañasen.
-Me llamo Christa y estoy aquí para advertirte.-dijo la mujer con lo que parecía preocupación.
-Ah, ahora que recuerdo usted es la mujer de la torre ¿no?- Dijo Lili ignorando por un momento lo dicho por Christa, a lo que la mujer solo pudo asentir pero cuando parecía que iba a hablar Lili la interrumpió.- Por cierto gracias por la visita pero no me importa de lo que vaya a advertirme yo enfrentaré el problema cuando venga.-
-Eso es muy valiente de tu parte pero no tengo mucho tiempo para explicarte y lo que está por venir no es un problema que puedas resolver sola, necesitarás ayuda.- dijo Christa sonriendo un poco por la osadía de la chica.
-Siempre he resuelto mis problemas sola no necesito ayuda de na...- refutó Lili pero fue interrumpida por Christa.
- Siento interrumpirte pero no me queda tiempo, Lili tienes muchos enemigos que codician y temen tus poderes unos los conoces y otros se esconden entre las sombras cúbrete las espaldas pues el más peligroso de todos está cada vez más cerca y espera su momento para poder herirte con la guardia baja, este enemigo no es como otros que has tenido es demasiado poderoso incluso para ti, necesitas ayuda...- dijo Christa con cara de preocupación pero según hablaba su figura se hacía menos visible y su voz cada vez más lejana hasta que se dejó de escuchar.
-Pues podrías haberme dicho quién era ese enemigo- refunfuñó Lili mientras analizaba cuidadosamente las palabras dichas por Christa.Poco después mientras Lili se encontraba de nuevo tumbada en la cama pero con sus sentidos alertas por la advertencia de la mujer, Ayato entro abriendo la puerta sin pararse a tocar haciendo que Lili con agilidad se levantara y se pusiera en posición de ataque con un cuchillo que había escondido debajo de la almohada mirando hacia Ayato quien se había quedado paralizado pensando que le iba a atacar pero al ver que Lili volvía a dejar el cuchillo bajo la almohada y relajaba su postura él despertó del trance y frunció el ceño en señal de enfado.
-¡Como osas atacar a ore-sama!- reclamó Ayato indignado.
-No te ataqué solo me preparé para hacerlo pero eso no hubiera pasado sino hubieras entrado así por lo tanto ha sido tu culpa.-Dijo Lili indiferente.
-Es lo mismo estuviste a punto de atacar a ore-sama- Dijo el egocéntrico.- Además que tú seas agresiva no es mi culpa, yo puedo entrar como y cuando quiera es mi casa.-
-No es lo mismo y realmente la casa es de Karl y sino de Shuu que es el mayor no tuya pero si te refieres a que es tuya porque vives aquí entonces ahora también es mía.- respondió con aburrimiento- bueno y ¿a qué has venido? O solo viniste a molestar porque si es así ya te puedes dar por muerto.- se adelantó Lili antes de que Ayato le respondiera unas de sus tonterías de "niñito rico con demasiado ego" según Lili.
-Reiji me obligó a venir a buscarte, la cena ya está servida y no quiere que te retrases-Respondió a regañadientes. -No es como si yo deseara verte, humana estúpida- refunfuñó Ayato en un susurro para que Lili no lo escuchara mientras empezaba a caminar hacia la puerta.
-¡Te escuché!- gritó Lili haciendo que Ayato desapareciese para no enfrentarse a ella ya que sabía que perdería.- Es que acaso nunca se van a enterar de que no soy humana.- pensó Lili en voz alta mientras negaba con la cabeza con resignación y se cambiaba de ropa por una más cómoda ya que aún tenía puesta el uniforme.
Ya cambiada bajo al comedor donde ya estaban empezando a comer y se sentó entre Kanato y Shuu quien parecía haberse dormido nada más empezar a comer lo que hizo suponer a Lili que comer era demasiado esfuerzo para alguien tan vago.
-Llegas tarde.- dijo Reiji enfadado por su falta de educación.
-Lo importante es que ya estoy aquí y ya te he avisado muchas veces que me da igual lo que digas o las normas que pongas como que tengo que llegar a una hora específica, yo haré lo que yo quiera y si no te gusta te aguantas porque yo no voy a cambiar.- Respondió fría y borde Lili por lo enfadada que estaba con todo el mundo por lo que le había pasado durante el día.
-Valla que humos.- comentó Laito riéndose recibiendo a cambio una mirada oscura de parte de Lili que hizo que se quedara callado pero eso no impidió que los otros sí se quejaran de su humor.
-Qué mala educación.- susurró Reiji sabiendo lo que le esperaba si le oía.
-Tsk... Para ver estúpidas peleas por el mal genio de la humana me voy- dijo el thundere de Subaru enfadado levantándose.
-Ya he dicho muchas veces que no soy una humana como la estúpida de Yui.- dijo con enfado Lili a lo que Yui solo respondió con una mirada de odio que nadie vio excepto Lili pero esta la ignoró.
-¡Y yo ya he dicho que no me importa!- gritó Subaru rompiendo la pared con su puño para luego desaparecer.
Lili quería seguir respondiendo para descargar su frustración y enfado pero al ver que se había ido decidió seguir comiendo como si nada hubiera pasado pero con ira en su interior.
-Dime Teddy ¿Qué tú también quieres saber que es Lili y crees que es una muñeca muy rara y estúpida? Sí, yo también lo creo.- dijo Kanato hablando con su oso de peluche como si este le contestara.
-Me dices rara y estúpida a mí cuando eres tú quien habla con un feo oso de peluche, que encima se cae a trozos.- respondió cruel Lili haciendo que Kanato se enfadara, cogiera el tenedor con el que estaba apuñalando la carne y se lanzara contra Lili pero ella que lo había estado esperando se defendió rápidamente con un ágil movimiento y luego atacó con esa misma agilidad dejando a Kanato inmovilizado contra el suelo mientras él se retorcía intentando escapar y atacarle a ella.
Al final fueron separados por Laito, Ayato y Reiji mientras Shuu seguía dormido pero en un momento de la pelea se había movido hacia un sofá que había cerca.
Kanato disgustado y llorando recogió a Teddy que se había caído durante la pelea y corrió a su cuarto.
-Pídele perdón.- dijo Reiji con un tono autoritario.
-¿Por qué habría de hacerlo? A sido su culpa, no me pienso disculpar- Dijo Lili todavía demasiado enfadada y agitada por la pelea Kanato tenía más fuerza de la que parecía sobre todo cuando estaba enfadado.
-Debes disculparte sino no parará durante todo el día y...- Reiji siguió dándole motivos a Lili para que se disculpara durante un buen rato hasta que Lili enfadada se levantó.
-Muy bien iré a disculparme con el mocoso pero cállate de una maldita vez.- Gritó Lili exasperada mientras salía corriendo para no tener que volver a escuchar a Reiji regañándola.
Buscó en la habitación de Kanato pero al parecer no estaba ahí así que se dispuso a buscarlo por toda la mansión hasta que llegó a una sala en la que nunca antes había estado.
La sala estaba llena de lo que parecían unas muñecas de cera con vestidos de novia todas bien pintadas y hermosas, Lili tan ensimismada estaba observando detalladamente las muñecas que no se dio cuenta de que Kanato se había puesto a su lado hasta que habló.
-Son hermosas ¿verdad?- Preguntó Kanato a quien aparentemente se le había pasado el enfado.
-Sí, lo son.- dijo Lili todavía distraída mientras seguía observando a las muñecas.
-Son las antiguas novias sacrificadas.- dijo tenebrosamente Kanato haciendo que si alguien lo hubiera oído habría salido corriendo sin si quiera mirar atrás.- ¿No te gustaría ser como ellas? Te pondría en el centro por esa preciosa y delicada piel que tienes y te cuidaría mucho.-Preguntó Kanato acercándose más a Lili y preparándose para perseguirla cuando corriera como siempre hacían todas, pero Lili no era igual a todas esas humanas que correrían por sus vidas aunque supieran que ya no tienen oportunidad de vivir.
-Sí, me encantaría.- dijo Lili girándose hacia Kanato haciendo que este se quedara confundido con su respuesta ¿acaso ella quería morir?-Sin embargo no puedo ser una de tus muñecas, yo no soy como ellas.-dijo Lili con lo que parecía ¿tristeza? Pero Kanato lo entendió mal y se enfadó.
-¿Quién te crees que eres? ¿Te crees superior? ¿Crees que no merezco que seas una de mis muñecas ?- dijo Kanato enfadado y preparándose para atacarla pero lo siguiente que dijo lo dejó estático.
-No, no me creo superior, al contrario, creo que nunca podré tener la belleza que ellas poseen, la pureza que se reflejan en sus ojos ya muertos, yo nunca podré ser así Kanato, mi alma y mi cuerpo son repulsivos y están llenos de corrupción lo único que haría sería estropear esta magnífica colección con una muñeca que hace mucho que fue rota.- se sinceró Lili expresando todos sus pensamientos cuando ella miraba a esas preciosas muñecas porque ella creía que si bien había mucha gente malvada ella era la peor, era alguien que no merecía nada y que no podía salir de la oscuridad porque ese era su lugar.
-No te entiendo, tu piel es completamente suave, blanca y delicada, tienes una buena figura y unos rasgos faciales muy bellos, es más, todo en ti es bello que es lo que tú ves tan horrible que yo no puedo ver.- Dijo muy confundido mientras analizaba a la chica pero cuanto más la observaba más guapa la veía, él no entendía que eso tan horrible en ella que él no conseguía ver por más que lo intentara.
-Sígueme, te mostraré.- dijo empezando a caminar siendo seguida por Kanato hasta que llegaron a la habitación de Kanato en donde ella le indicó que se sentara en la cama para después quitarse la camisa.
-¿Q-que estas ha...-tartamudeó Kanato al ver que Lili se quitaba la camiseta y se dirigía a la cama donde estaba sentado pero entonces cuando Lili inesperadamente se dio la vuelta dejando su espalda mirando hacia él, y entonces vio algo que lo dejó mudo, la espalda de Lili tenía unas horribles cicatrices en su espalda no había sitio en la espalda que no estuviera marcado por una. Kanato perdido mirando a las cicatrices las acarició con suavidad y desabrochó el sujetador que le impedía seguir viendo las cicatrices haciendo que a Lili le recorriera un escalofrío y se encogiera un poco ya que nunca se las había enseñado a nadie. Entonces Kanato observó que algunas eran más grande y anchas lo que indicaba que fueron heridas más profundas y dolorosas lo que no se imaginaba es hasta qué punto.
-Sí, lo sé, son horrorosas estoy llena de ellas en alma y cuerpo el único motivo por el que no las habíais visto es porque mis brazos y mi cara son los únicos no marcados y lo demás siempre está tapado por la ropa por eso creíste que era bella como ellas pero eso no es cierto pues si solo fueran marcas en mi cuerpo no serían tan horrorosas pero cada marca significa un recuerdo, una acción horrible, repugnante y asquerosa contra de mi cuerpo y que terminaban calando en mi alma.
Kanato quien normalmente no sentía nada que no fuera odio e ira excepto cuando hablaba con Teddy o comía dulces extrañamente se compadeció por ese dolor que reflejaba su voz aunque era difícil de distinguir entre esa fría voz, allí estaba, tan difícil de detectar como de doloroso. Entonces Kanato le dio la vuelta observando y tocando al igual que las de la espalda, otras cicatrices por el estómago y el vientre parecían hechas por un cuchillo.
-No son horrendas, son hermosas porque no nada más hermoso que alguien que pasa por su peor momento pero se mantiene cuerdo pasar por todo lo que tuviste que pasar y aun así levantar la cabeza en señal de orgullo, eso es la verdadera belleza.- dijo Kanato intentando reconfortar a Lili.
-¿Y cómo sabes que no estoy loca ahora?- dijo sin convencerse de lo dicho por él.
-Porque conozco la locura de primera mano y tú no estás para nada loca.- Dijo Kanato justo antes de desaparecer de la habitación dejando a Lili acostada en la cama pensando en lo dicho por Kanato y sin saber muy bien porque le había contado todo eso a él pero igualmente se sintió bien poder descargar un poco de su sufrimiento.Lo siento, sé que he tardado una eternidad en actualizar pero entre los exámenes y que no podía utilizar el ordenador no pude subirlo como compensación el próximo intentare que esté para el sábado y como máximo para el domingo.
También doy las gracias a todos los que hayan añadido la historia a su biblioteca o hayan puesto una estrellita al capítulo.
PD: si veis alguna falta de ortografía lo siento mucho y que acepto críticas constructivas o consejos ya que esos me ayudaran a mejorar mi escritura.
Nos vemos ;)
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La asesina (diabolik lovers)
Fiksi PenggemarLili una chica al la que nadie que la haya visto a salido con vida ya que solo se mostraba a sus presas pero era más conocida como "la sombra sangrienta" siempre teniendo que matar a alguien pero bueno era su trabajo al fin y al cabo ¿no? Pero la pa...