De Azúcar Y Nieve (wigetta)

Capítulo 6: Expectativas.

Luego de que Guillermo pagara la cuenta, salieron de la cafetería. El sol comenzaba a ponerse, lentamente estaba llegando la noche. La tensión en Guillermo había disminuido, estaba bromeando y riéndose de cualquier cosa. Frank, en cambio, se veía preocupado. No sabía si podría encontrar su valentía en el parque... Quizás, esta se había ido corriendo luego de escuchar sus pensamientos cuando tenía a Guille en frente la noche anterior.

-Vale... ¿dónde fue que nos sentamos ayer?

-No, no... quizás ya está muy lejos de aquí...

-Vamos, no debe haberse ido lejos. Por algo se llama valentía y no cobardía.

Tonteaban como niños. Se lo pasaban tan bien juntos, y más aún ahora que Guillermo estaba atreviéndose a contarle cosas sobre él. Ahora que la confianza incrementaba entre ambos porque, hace un año atrás, Guillermo no se hubiese imaginado en un parque buscando la valentía de Frank.

Una vez se sentaron en la misma banca del día anterior, se quedaron mirando el atardecer. Por muy banal que pareciera Frank, sabía interesarse en los pequeños grandes detalles de la vida. Era un mirón que contemplaba el universo.

-Ayer -comenzó Frank-, te pregunté sobre si el amor podría cambiar tu forma de pensar. Te aseguré que nunca te habías enamorado, pero la verdad es que no estoy seguro de eso. Me respondiste que no, sólo que no sé a qué estabas refiriendo tu 'no'.

-Vinimos aquí por tu valentía... -Guille miró de reojo a Frank- La mía se fue hace tiempo, y digamos que no era muy valiente...

-No puedo interpretar esa respuesta como un sí o como un no –Frank rio mientras chocaba el hombro de Guille.

-¿A qué viene la pregunta? – miró a Frank y rio.

-Soy tu amigo y quiero saber más sobre ti. ¿Cuánto llevamos de amistad?, ¿seis años quizá? Nunca has tenido novia, lo sé, pero eso no implica que no te hayas enamorado de alguien.

-Yo tampoco te he conocido una novia, ¿te has enamorado?

-Bueno, no. No sé.

-Hala... ¿cómo vendría siendo un no sé?

-Es que no estoy seguro. Mi mente... mi mente quizás me está jugando una mala pasada –no miraba a Guille. Tenía la vista en frente. El sol ya había desaparecido y las luces en las calles se habían encendido.

-¿Te está jugando...? Eso quiere decir que puedes estar enamorado aho...

-Sht, calla... -Frank en un movimiento rápido se volteó, se acercó a Guille y con el dedo índice en los labios de su compañero hizo un gesto de que se callase – Te he dicho que es mejor no pensar en eso... -estaba hablando bajito.

Frank volvió a su posición. Guillermo lo imitó. Ambos miraban al frente. Frank tenía su corazón a mil. Guille, en cambio, estaba procesando aún todo lo que le había dicho. No entendía muy bien lo que estaba pasando, sólo sabía que las cosas se estaban volviendo extrañas. Notó la tensión en su cuello, así que se cruzó de brazos, se arrellanó en la banca e inclinó su cabeza hacia atrás. Cerró los ojos por unos minutos.

Frank estaba inmóvil, como cuando los animales sienten a su depredador e intentan pasar desapercibidos. A ratos miraba a Guillermo, tan apacible. Al menos se veía tranquilo. Parece que su mente no estaba maquinando ni procesando lo ocurrido.

Guillermo levantó su brazo para ver la hora en su reloj; ocho pm. Era momento de partir.

-¿Vamos?