La Aventura

Capitulo I

Corriendo entre los incómodos caminos de nieve que me cubren hasta las rodillas sólo puedo escuchar el soplido del viento en mis oídos y el chasquido de mi armadura, voy en busca de una flor muy extraña capaz de curar cualquier tipo de herida superficial, mi hermano me pidió que la buscara ya que nos sería de mucha ayuda, tan sólo una para cultivar varias y en casos de emergencia usar estas posiciones.

Ya harto de esta caminata al fin encuentro las ruinas de un castillo donde florece esta flor, es muy raro que sólo florezca aquí en un castillo, pero seguiré caminando, preparando mi pistola y mi espada, listo para lo que venga camino entre los pasillos del castillo, no es que esté en ruinas pero sigue estando cubierto... La tormenta de nieve no pasa ni nada, sólo en algunos cuartos donde las paredes se cayeron por el tiempo. Pero he notado mucho que hay arena en todos lados....montones de arena, muchísimo no me explico que hace arena en pleno bosque de nieve. Entré a un salón muy, muy espacioso y en el suelo hay engranajes como de reloj, por todos lados, hace un momento vi, brazos, metálicos..... Con extraños detalles de hace unos cuantos años atrás, no puedo creer lo que veo...en todo el lugar, donde se supone que está un trono hay montones de tela, una tela muy codiciada ya que esta es autoreparable en cuestión de segundos, no puedo llevarme algo..ya que no tengo espacio en mi mochila... Algún encuentro la flor, tan sólo una de estas flores hará crecer demasiadas en cuestión de días, ahí están entre un montón de raíces, muevo lo que parece ser un casco muy grande de un ave....en donde debería estar el pico tiene una especie de manguera, y en los ojos tiene vidrios circulares.......no sé que clase de máquina es esta pero parece ser del imperio y no pretendo quedarme tanto tiem.....¿qué es eso?, ¿acaso es una corona?...

Caminando hacia el resplandor de esta, puedo ver un vestido, muy viejo la verdad, y muy fino.

Al tocar la corona un resplandor iluminó todo el salón, abriendo a su paso un portal.

¿Acaso perdí la cordura?, oigo la voz de alguien...