No Me Tientes

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No obtengo respuesta y vuelvo a tocar a la puerta. Cuento 10 segundos y abro la puerta viendo a Nia ensimismada en su ordenador. Sus gafas reflejan la pantalla del ordenador, es adorable.
¿Puedo pasar?- pregunto desde la puerta.
Claro, pasa y cierra la puerta- me dice mientras cierra la tapa de su ordenador y se acomoda en la silla.
Dejo la mochila en el suelo y tomo asiento enfrente del escritorio que nos separaba. Saco mi ordenador de la mochila y lo enciendo. Mientras tanto Nia mo ha dejado de mirarme, en ninguno de mis movimientos.
¿Dónde has dejado a tu cari?- pregunta con una sonrisa de suficienda y curiosidad a la vez- No os separábais en el museo el otro día.
Me inclino hacia ella para establecer contacto visual, nos separa la mesa de su despacho pero nunca me había sentido tan cerca de una persona.
Primero, no te interesa con quien me junto y mucho menos con quien salgo o me acuesto- mi tono es neutro, no muestro ninguna emoción para que no mal interprete mis palabras- Y segundo, él es mi cari, pero no es mi tipo.
Entonces, ¿cuál es el tipo de la señorita Beca?- me intertoga a la vez que cruza las piernas.
Demasiada información de mí poe un día profesora Nia- no iba a decirle que ella era mi tipo, me negaba a ser tan fácil - Yo venía para preguntar sobre el trabajo.
Eso te lo diré en la próxima tutoría - se levanta de su asiento y se aproxima al mío- Lee estas páginas que te voy a apuntar y el próximo viernes lo hablamos.
Me aparto del portátil y ella empieza a escribir, está cerca, demasiado para mi gusto o quizá no. Empiezo a ponerme nerviosa ya que de la forma que esta inclinada hacia mi teclado su escote queda a la entera disposición de mi vista.
Señorita Beca, ¿está usted mirándome el escote?- no sé dónde meterme, me ha pillado de pleno, pero debía negarlo.
Profesora Nia tiene usted un egocentrismo muy marcado, ¿no cree?- me inclino para tener contacto visual con ella- no estaba mirándole las tetas.
Vaya, pensaba había surgido efecto- me dice al oído mientras se va retirando hacia su sitio.
Cojo su muñeca y estiro de ella hacia mí. Me levanto de la silla, la mirl a los ojos y cuando estamos a milimetros de besarnos me acerco a su oído.
No tientes Nia, puede que te guste -suelto su brazo y me dirijo hacia la puerta una vez he recogido mis cosas.
Acomodo mi gorra y cuando abro la puerta escucho como se sienta en su silla.
Quizá a la que le guste sea a ti Beca- espeta antes de que me marche- Nos vemos el viernes, a las nueve no lo olvides.
No lo haré, ¿podrá usted olvidarse de mí? - dejo caer la pregunta, pero no espero respuesta- Buenas noches profesora.

Por amor al arte. (Profesora & Alumna)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora