Cambios

144 3 1
                                    

-¿Mi…qué? Yo no necesito guardianes…y… ¿Qué me hiciste? ¿En qué me convertiste? –Demandé-

-Yo no te hice nada…tu aceptaste el pacto. No te obligue. ¿O sí?

-¡No sabía lo que decía! ¡Ni siquiera sé que significan esas palabras! –Mire mis manos y mi cuerpo- ¿Qué rayos me hiciste?

-¿Por qué las dijiste si no sabías lo que significaban?

-Porque tú me lo pediste…y porque no tenía otra opción…esa mujer me hubiera matado….

-No eres buena mintiendo…me gusta eso…una verdadera gobernante no debe mentir a su pueblo

-¿Qué? Yo…yo…no… ¡Whatever! ¡Responde mí pregunta!

-Solo tome tu cuerpo prestado, eso es todo…no es la gran cosa

-¡¿No es la gran cosa!? ¡¿Acaso estas demente!? ¡Soy un fantasma!

-¡No eres un fantasma! –Encogió sus hombros, ¿Se estaba burlando de mí?- Solo te desplace por unos minutos…

-¡Regrésame a mi cuerpo! ¡Ahora!

-Dime una cosa… ¿Solo eso te preocupa? ¿Qué estés fuera de tu cuerpo?

-¿Qué otra cosa debería preocuparme?

-¿No lo sé…tal vez lo que acabas de ver? –Una risa burlona de formó en mi rostro- La mujer volviéndose cenizas, el fuego que salió de tus manos…no lo se

-¡Cuando alguien te saque de tu cuerpo lo entenderás! ¡Regrésame mi cuerpo!

-Lo haré, todo a su tiempo, además…no es agradable tener un cuerpo tan frágil y débil…

-¡Perdón por no ser una guerrera! – ¿Acaso estaba loca? Estaba peleando con mi propio cuerpo, era estúpido y anormal…debía haber esperado a mi padre en la librería-

-Como sea…de todas formas no puedo estar mucho tiempo en tu cuerpo, nuestro lazo es muy débil –Mi cuerpo se tambaleo y cayó al suelo-

-¿Qué te pasa?

-El lazo se está rompiendo…la conexión…la estoy perdiendo…

-No te entiendo, habla más fuerte…

-¡Exige saber la verdad!  –Se levantó del suelo y me miró fijamente- Habla con el Vermund que tienes como protector, exígele la verdad…y pase lo que pase…no aceptes tomar nada que te den…No confíes en ellos…te han mentido…te han alejado de la verdad…de tu destino…de tu deber…

-¿De qué rayos hablas? ¿Qué es un Vermund?

-Un guardia asignado por el concilio a la familia real…Después te lo explicaré bien…

-Yo no…

-Tu padrastro…Te ha mentido… –Me interrumpió, volvió al suelo- Ya es tiempo Filia querida…

            Mi estómago se revolvió, sentí como si algo me jalará hacia mi cuerpo. ¿Qué estaba pasando?

Todo se volvió negro.

Podía escuchar el crujir de los árboles cuando el viento arremetía contra ellos, el cantar de los grillos se volvía más intenso,  el ulular de algunos búhos me ponía la piel de gallina…pero…me sentía en paz. Me gustaba como el viento levantaba mi cabello de mis hombros aunque fuera por unos segundos, me gustaba sentir la humedad de las hojas en mis manos desnudas y lastimadas, simplemente…la inmensidad de la noche era perfecta, no solo para poder pensar y perderme en ella, sino también para mi pobre mente dañada, habían pasado tantas cosas últimamente, cosas que no entendía, cosas que me asustaban, cosas que no eran posibles. Había visto a una mujer convertirse en cenizas en cuestión de segundos, me habían apuntado con un arma, un hombre había muerto por mi culpa, me convertí en una especie de espíritu…y ahora tenía una guardiana…No sé porque, pero algo dentro de mí me decía que yo debería saber estas cosas, que algo andaba mal en mi vida. Y que pronto lo averiguaría…me gustase o no…

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 08, 2013 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Lazos de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora