En la mitología griega, el icor era el mineral presente en la sangre de los dioses, o la propia sangre. Esta sustancia mítica, de la que se decía a veces que también estaba presente en la ambrosía o el néctar que los dioses comían en sus banquetes, era lo que los hacía inmortales. En apariencia dorado, cuando un dios era herido y sangraba, el icor era venenoso para los mortales, matando inmediatamente a todos los que entraban en contacto con la sangre de un inmortal.
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¿Sabías qué? Mitología Griega
DiversosAlgunos datos curiosos sobre la mitología griega.