Ahí estaba Él

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Esta escalera es tan empinada que la niña necesita algo con que sostenerse

para poder subir y mantenerse en pie sobre cada escalón.

Mira a su alrededor y ve una mano extendida hacia ella.

Era la mano de Jesús y ella lo sabía,

toma la mano de Él y sube al primer escalón.



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